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Un funeral de Estado íntimo despide a Luis Conde, la última víctima de ETA

  • Zapatero y Rajoy han asistido a la misa fúnebre que ha sido privada por deseo de la familia 
  • Cientos de personas han despedido a Conde en la capilla ardiente instalada en Segovia
  • El brigada Luis Conde será incinerado en Valladolid
  • El presidente le ha impuesto la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo

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Termina el funeral de Estado dedicado a Conde

Un funeral de Estado, privado por expreso deseo de la familia, ha sido el último homenaje al brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz, asesinado en la madrugada del lunes por un coche bomba en Santoña (Cantabria), cuya capilla ardiente se instaló en la localidad de Segovia y ha estado abierta hasta minutos antes de oficiarse la misa fúnebre.

La ceremonia, que ha oficiado el obispo de Segovia, Ángel Rubio, ha durado unos 45 minutos. Al terminar el funeral, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha impuesto al brigada la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo a título póstumo.

En la intimidad y sin cámaras

La ceremonia se ha celebrado en la más estricta intimidad, sin cámaras, aunque se ha permitido el acceso de vecinos y ciudadanos que han querido asistir a esta celebración religiosa. El acto se ha desarrollado, en una mañana fría y nublada, en el patio de armas de la Academia de Artillería en el que trabajaba el brigada, que es el claustro del antiguo convento de San Francisco.

El patio de orden de la Academia de Artillería, donde prestaba sus servicios Luis Conde, ha sido el escenario de este homenaje. El féretro con los restos mortales del militar, cubierto con la bandera de España y la gorra del uniforme, se encontraba frente al altar, donde fue llevado a hombros por varios compañeros del fallecido mientras sonaba el himno nacional.

A la derecha estaban la viuda, María Lourdes Rodado, que se encontraba con su marido en el momento de la explosión del coche activado por los terroristas, así como el hijo del matrimonio, Iván Conde Rodado, alumno de la escala básica de suboficiales de la misma academia donde estaba destinado su padre. Junto a ellos se encontraban otros familiares, como los padres del militar, Alfonso Conde, y Estrella de la Cruz.

Al funeral han asistido numerosas personalidades como el presidente del Gobierno; el presidente del PP, Mariano Rajoy; el secretario general de IU, Gaspar Llamazares, y los presidentes de Castilla y  León, Juan Vicente Herrera; y Cantabria, Miguel Angel Revilla.

Además ha estado presente la ministra de Defensa, Carme Chacón, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero vasco de Interior, Javier Balza. También han asistido el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll.

"El terrorismo sólo causa graves daños físicos y económicos"

Durante la celebración del funeral, el obispo ha recordado que el terrorismo no sólo causa graves daños físicos y económicos sino un grave deterioro moral y ha suplicado que desaparezca esta lacra y todo germen de violencia.

Además, Rubio ha dicho que Segovia se siente estremecida por la muerte de un ciudadano conocido y estimado por todos y ha tenido palabras de especial cariño para los familiares del militar asesinado.

La viuda y su hijo han estado en todo momento agarrados de la mano y abrazados, provocando momentos llenos de gran emotividad. Después se ha celebrado un homenaje a los militares fallecidos en acto de servicio, en el que se ha entonado el himno "la muerte no es el final", a la vez que dos cadetes depositaban una corona de flores ante el féretro con escarapelas con los colores nacionales y la inscripción del Ministerio de Defensa.

Asimismo, se ha cantado el himno de la artillería y ha sonado una marcha fúnebre a la vez que el féretro era sacado a hombros de compañeros de la víctima por la puerta principal del centro militar.

Fuera esperaban cuatro coches fúnebres, donde ha sido introducido el féretro y cerca de cuarenta coronas y ramos de flores, en una comitiva que ha partido a Valladolid con el fin de proceder a la incineración de los restos, ya que en Segovia no se presta ese servicio funerario