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La Policía portuguesa cierra la investigación del caso Madeleine por falta de pruebas

  • Así lo aseguran varios diarios portugueses
  • La policía no halla pruebas para inculpar a los padres de la pequeña
  • Desapareció el 3 de mayo de 2007 del apartamento en el que dormía con sus hermanos
  • Sus padres, que los dejaron solos, fueron declarados sospechosos por la policía portuguesa

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Última hora del caso Madeleine

La Policía Judicial portuguesa ha cerrado la investigación sobre la desaparición de la niña británica Madeleine McCann en el Algarve por falta de pruebas para inculpar a los padres, según la prensa portuguesa.

El periódico Correio da Mnaha asegura que el próximo 14 de julio se archivará definitivamente el caso cuando se levante el secreto de sumario, mientras que el Jornal de Noticias afirma que "la policía no encontró a los culpables".

Según los medios del país luso, la investigación no ha logrado concluir si se trató de un rapto o de un homicidio y tampoco tiene pruebas que relacionen a los "sospechosos formales" -Robert Murat y los padres de la pequeña Kate y Jerry McCann- con la desaparición de la pequeña.

Además, Correio da Manha indica que el informe final del laboratorio de Birmingham levanta grandes dudas sobre la posible presencia del cuerpo de la pequeña en el maletero del coche de los McCann.

Hace dos meses se cumplía el primer aniversario de la desaparición de la que fue la niña más busca del planeta. La pequeña Madeleine, llamada 'Madie' de forma cariñosa, desapareció el 3 de mayo de 2007 del apartamento en el que dormía con sus dos hermanos en la zona turística Praia da Luz , al sur del país luso. Mientras los niños dormían en el Ocean Club, sus padres, los británicos Gerry y Kate McCann, cenaban con unos amigos en un restaurante situado a unos 50 metros, dentro del mismo complejo turístico.

La desparición más mediática de la historia

"Se la han llevado". Con esta frase Kate McCann comenzó una triste historia que, según parece, va a quedar sin resolver.

Una familia aparentemente modélica. Dos médicos de 38 y 37 años que viven en Leicestershire (Reino Unido) con tres hijos pequeños, la pequeña Madie y sus hemanos gemelos. Todo parecía perfecto, pero unas idílicas vacaciones en el Algarve se convirtieron en su peor pesadilla.Y no sólo por el sufrimiento que supone perder a una hija sino por someterse a la duda constante de la opinión pública sobre el comportamiento de unos padres que dejan a sus hijos solos mientras se van a cenar.

Praia da Luz, una tranquila zona turística, se convirtió durante meses en un foco de interés mundial debido a la enorme repercusión que alcanzó este caso, para cuya resolución los padres desarrollaron una espectacular campaña mediática. Esta campaña incluyó el lanzamiento de un portal de internet ,además de la creación de una fundación, con el fin de recaudar fondos para la búsqueda de la niña y recabar apoyos para la búsqueda de la pequeña.

Además, el matrimonio McCann realizó una "gira" que les llevó a varios países del mundo, incluido España, en la que fueron recibidos por el Papa Benedicto XVI.

El misterio se convirtió rápidamente en una de las características principales de esta historia en la que los padres pasaron de víctimas a verdugos tras ser declarados "sospechosos formales" (arguidos en el código penal luso) de la muerte accidental de la niña.

Numerosas pistas ayudaron a generar dudas sobre la pareja y su entorno. Las contradicciones en los testimonios de los acompañantes de Gerry y Kate McCann en la noche de la desaparición, el uso de tranquilizantes por parte de los padres para dormir a sus pequeños, una madre que calificó de histérica a su hija Madeleine y los restros de sangre en el apartamento del Algarve son algunos de los hechos que acrecentaron las sospechas.

El rastro de ADN de Madeleine en el coche que el matrimonio utilizó 25 días después de la desaparición de la niña no ayudó a los progenitores de la pequeña, que siempre han defendido su inocencia.

Los McCann no abandonaron la búsqueda de su hija cuando regresaron a Reino Unido (en septiembre de 2007) y contrataron los servicios de la agencia española Método 3, que centró la investigación en la línea de un posible secuestro.

La última búsqueda de la niña fue en el embalse de Arade, donde varios buzos hallaron una bolsa con huesos que finalmente resultaron ser restos de un cadáver de animal.

En el aniversario de la desaparición los padres insistieron en que su hija estaba viva. Pidieron, incluso que se interrogara al presunto autor de la muerte de la pequeña Mari Luz, Santiago del Valle, para descartar la relación entre ambos casos.

Puede que la desaparición de esta niña, cuya imagen quedará en la retina de todos, quede en olvido y se convierta en uno de tantos casos sin resolver.