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La cuñada de Fritzl dice que pasaba horas en el sótano cada día

  • La cuñada considera que era "un déspota"
  • Su esposa sufrió "51 años de humillaciones"
  • Se hizo un trasplante de pelo en Viena

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Christine R., cuñada del "carcelero de Amstetten", asegura en el periódico Österreich que Josef Fritzl pasaba todos los días horas en el sótano de su casa, donde la semana pasada se descubrió que mantuvo encerrada a su hija Elisabeth durante 24 años.

En una entrevista Christine afirma que "todas las mañanas a las nueve Josef bajaba al sótano, supuestamente para dibujar unos planos para unas máquinas que quería vender". La cuñada ha añadido que a veces también pasaba toda la noche allí y "ahora sabemos porqué" en referencia a las sistemáticas violaciones sufridas por su hija Elisabeth, de 42 años.

La cuñada asegura además que Fritzl humilló a su hermana durante los 51 años de matrimonio y que siempre maltrató a sus hijos, que en su mayoría se casaron jóvenes para irse de la casa familiar. "Mi hermana se casó con Josef cuando tenía 17 años, no tenía formación ni profesión, y eso él lo aprovechó de forma brutal".

Carácter despótico

Christine sostiene que "Josef era déspota, siempre lo he odiado" y recuerda que hace 40 años fue encarcelado por la violación de una mujer en Linz cuando ya era padre de cuatro hijos.

Por otra parte, la cuñada confirma que Fritzl es sumamente vanidoso, hasta el punto de que viajó a Viena para hacerse un trasplante de pelo, después de que parientes se rieran de su calva.

En estos momentos Fritzl está internado en la fiscalía de Baja Austria, donde por razones de seguridad debe realizar a solas sus paseos en el patio, ante el peligro de ser agredido por otros presos. Varios psicólogos lo están atendiendo para evitar que el acusado, que ya ha confesado sus delitos, se suicide.