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Javier Marías: "Sólo se puede contar cabalmente lo que nunca ha sucedido"

  • El escritor madrileño ha leído su discurso de ingreso a la RAE
  • Los ministros de Cultura y de Educación han presidido el acto

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Al escritor Javier Marías le gustan las paradojas y la que ha desarrollado en su discurso de ingreso en la Real Academia Españolaperdurará en la memoria de los asistentes: pretender "narrar hechos reales es imposible" porque "sólo se puede contar cabalmente lo que nunca ha sucedido, lo inventado e imaginado".

Los ministros de Educación, Mercedes Cabrera, y de Cultura, César Antonio Molina, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón han presidido este acto de ingreso, mientras que escritores y críticos como Fernando Savater, José María Guelbenzu, Clara Sánchez, Luis Antonio de Villena y Antonio Martínez Sarrión, entre otros, no quisieron perderse la brillante y divertida exposición de Marías, quizá el novelista español más premiado internacionalmente.

El escritor madrileño tiene millones de lectores en el mundo -su obra está publicada en 47 países-, y en su discurso ha realizado una encendida defensa del oficio de novelista, que permite trabajar con plena libertad "y sin cortapisas".

 

La dificultad de contar

Marías ha leído un discurso brillante y ameno, hilarante a veces, titulado "Sobre la dificultad de contar"; una dificultad que en parte proviene de que la lengua "deforma y tergiversa" la realidad, y "no es más que un permanente tanteo, un perpetuo amago condenado a no dar nunca en el blanco".

 

Elegantemente vestido de frac, Marías (Madrid, 1951) confesó al principio que no entendía "muy bien" por qué la Academia admite en su seno a los novelistas, ya que su labor "es bastante pueril", como la calificó Stevenson. "Pero nuestra labor no solamente es pueril, sino absurda, una especie de trampantojo, un embeleco, una ilusión, una entelequia y una pompa de jabón. En el fondo está destinada al fracaso y además es casi imposible", ha afirmado rotundo el autor de "Corazón tan blanco", quien a partir de ahí comenzó a desarrollar su opinión de que contar lo acaecido "es imposible".

Y es imposible, porque, como diría luego Francisco Rico en su contestación, "la realidad es infinitamente compleja, multiforme, y el lenguaje no llega a abarcarla por entero". "En el momento en que se aspira a que la palabra reproduzca lo acontecido, se deforma, tergiversa y contamina" lo sucedido, afirmaba Marías, merecedor del Premio Nobel, en opinión de Orhan Pamuk, ganador de ese galardón en 2006.