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Esa droga llamada 'mamá'

  • Un estudio muestra que las crías de monos más dependientes tienen una mutación genética
  • Esta mutación es la misma que provoca la adicción a las drogas y el alcohol en humanos

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¿Por qué un niño está todo el día pegado a las faldas de su madre y otro se acostumbra enseguida a su ausencia? Esta es la pregunta que se plantearon un grupo de investigadores norteamericanos -junto con muchas madres sufridoras- al estudiar las reacciones de un grupo de crías de monos a la ausencia de sus madres. La respuesta que han encontrado es tan asombrosa como sencilla: están 'enganchados' a ellas.

La investigación, que acaba de ser publicada en la revista PNAS, detalla cómo entre el 25 y el 30% de los monos tiene una mutación genética que les hace más sensibles a la presencia materna. Esta mutación es la misma que provoca el alcoholismo y el abuso de drogas en humanos.

Sensibilidad a los opioides

En realidad, el mecanismo por el cual un niño se siente mejor cuando está con su madre se da en todos los seres humanos. En esos momentos, sus cuerpos liberan unas drogas naturales llamadas opioides, que son absorvidas por las células cerebrales, que producen como respuesta una sensación momentánea de placer.

De esta forma, todos los niños lloran la primera vez que les separan de su madre, pero la mayoría de ellos se acostumbra a la separación y va protestando cada vez menos a medida que pasa el tiempo.

La mutación detectada en monos y humanos hace que los receptores cerebrales a estos opioides sean más sensibles de lo normal, generando un comportamiento adictivo. Opiáceos como la morfina provocan un efecto similar.

Por este motivo, los monos que tenían una o dos copias de esta mutación sensible a los opioides continuaron llorando desconsoladamente por la ausencia de sus madres.

Así lo certificaron estos investigadores en las 97 crías de seis meses que observaron tras separarles de sus madres durante cuatro días. Tras ese periodo, los monos con esa mutación querían recuperar el tiempo perdido, pasando con sus progenitoras más tiempo de lo normal. El resto tuvo un comportamiento normal.

Explicación evolutiva

Para Chrstina Barr, neuróloga en el Nacional Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism en Maryland (EE.UU.), la función de esta mutación sería mantener a la cría a salvo de los depredadores cuando están solas. 

"Si el depredador te va a coger muy rápido, probablemente tu madre nunca te encuentr, pero si sigues llorando ella te puede encontrar y salvarte", ha explicado a la revista New Scientist. Por tanto, lo que ahora es un fastidio para los padres, pudo ser en su momento una ventaja evolutiva.

Esta ventaja se puede convertir en un serio perjuicio cuando los niños crecen, ya que el estudio ha mostrado también que, si les dan la oportunidad, los monos macho con esta mutación beben más alcohol de lo normal. 

"Al comienzo de la evolución podía tener algún valor adicional tener un niño más apegado a la madre. Sin embargo, ahora tenemos las drogas y el alcohol, lo que les hace más vulnerables a las adicciones", concluye Barr.