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Imputan a tres trabajadoras de un colegio de Madrid por supuesto maltrato a un niño con autismo

  • Los padres denunciaron al colegio de educación especial de Getafe en enero
  • Colocaron una grabadora en la ropa del niño de 8 años por su "cambio brusco"
  • En los audios se escuchan los supuestos insultos y vejaciones de trabajadoras

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Indignación entre los padres del colegio acusado de maltratar a un niño con autista

El Juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Getafe ha abierto una investigación a tres trabajadoras del colegio de educación especial Santiago Ramón y Cajal de la localidad madrileña por supuestos malos tratos a un menor con autismo.

En concreto, se ha imputado a la tutora del niño, una profesora de apoyo y a una auxiliar de enfermería, mientras que se ha llamado a declarar como testigo a la directora del centro y la jefa de estudios. Fuentes jurídicas han confirmado a Efe que el juez, que investiga la denuncia interpuesta por los padres del niño el 10 de enero, tiene la solicitud para que se tome declaración a otros testigos.

El supuesto maltrato al menor se ha hecho público este miércoles en unos audios grabados por la familia y publicados por Cadena Ser, en los que se escucha, supuestamente, cómo algunos trabajadores del centro insultan al menor, que habría tenido que ser tratado por un especialista médico en psiquiatría.

Según la Ser, las pesquisas se centran en el informe de un médico forense.

Los padres monitorizaron al niño ante las sospechas

En la denuncia penal, a la que ha tenido acceso Europa Press, los padres describen un "cambio brusco" en el comportamiento de su hijo de ocho años, que presentaba crisis de ansiedad y gritaba reiteradamente frases como "no me pinches" o "no me saques fuera".

Pese a que lo trasladaron al colegio, la situación nunca figuró en el cuaderno de comunicación diaria del centro. Fue por "la angustia y la profunda preocupación" que tenían que decidieron colocarle un pequeño dispositivo grabador en su ropa para detectar qué estaba ocurriendo.

Fuentes de la Comunidad de Madrid han asegurado a Efe que, desde que se descubrió una grabadora entre la ropa del menor, se inició el proceso de investigación a través de la Inspección de la Consejería de Educación y, ante las sospechas de los padres, se pasó a investigarse a través de la Unidad contra el Acoso.

Otras personas de Educación consultadas aseguran que se han puesto "a total disposición de la justicia" para aportar toda la documentación requerida por el juez y que "se han puesto todos los medios de la Consejería" a disposición de la familia del menor.

El Ayuntamiento de Getafe ha admitido que han conocido los detalles de los hechos este miércoles a través de los medios de comunicación y que, "de inmediato", se han puesto en contacto con la Comunidad y la dirección del centro de educación especial.