Dos soldados de la Guardia Nacional, en estado crítico tras ser tiroteados cerca de la Casa Blanca
- Trump ha señalado que el atacante entró en EE.UU. desde Afganistán y ha calificado el suceso como terrorismo
- El sospechoso se encuentra detenido y el FBI afirma que ha actuado solo
Dos miembros de la Guardia Nacional de EE.UU. se encuentran en estado crítico tras ser tiroteados este miércoles en Washington D.C., a escasa distancia de la Casa Blanca, según ha informado el director del FBI, Kash Patel. El supuesto agresor también está herido y ha sido detenido y hospitalizado.
El presidente, Donald Trump, ha señalado que el Departamento de Seguridad Nacional está seguro de que el sospechoso es un afgano que entró en EE.UU. en 2021, tras el abandono del país por las tropas norteamericanas y la siguiente subida al poder talibán. Además, ha calificado el suceso como terrorismo. El FBI, que se ha hecho cargo de la investigación, examina si este suceso ha sido un acto de terrorismo. Por ahora, creen que el sospechoso actuó solo.
Trump, que se encuentra en Florida para celebrar el Día de Acción de Gracias, se había referido previamente al suceso en sus redes. "El animal que ha disparado a los dos guardias nacionales, ambos gravemente heridos y ahora en hospitales separados, también está gravemente herido, pero, a pesar de todo, pagará un precio muy alto", ha escrito en Truth Social.
En una rueda de prensa posterior con Pete Hegseth, secretario de Defensa, y Pam Bondi, fiscal general, ha afirmado que quiere reexaminar a los afganos que llegaron al país bajo el Gobierno de Biden. En un mensaje previo compartido por redes sociales para condenar el ataque, Trump ha conectado la entrada del sospechoso afgano en Estados Unidos con la llegada de inmigrantes somalíes. Para el republicano, "es un riesgo para la supervivencia" del país.
En esa misma alocución, ha señalado que se tienen que tomar las medidas necesarias para expulsar a cualquier extranjero "de cualquier país que no pertenezca" a esa tierra: "Si no pueden querer nuestro país, no les queremos".
El líder republicano ha explicado además que ha movilizado a otros 500 soldados de la Guardia Nacional para la capital estadounidense. Actualmente hay más de 2.000 efectivos desplegados.
El sospechoso tenía como objetivo disparar a los dos soldados
El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, había informado en un primer momento que las dos víctimas habían fallecido, pero más tarde ha rectificado y ha dicho haber recibido "información contradictoria".
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha informado de que el sospechoso tenía como objetivo disparar a los soldados de la Guardia Nacional y que se encuentra bajo custodia. No hay indicios de que haya más individuos implicados por el momento.
Los disparos se han producido sobre las 14.15 hora local (19.15 GMT) en la esquina entre la calle 17 y la calle I, en el noroeste de Washington, a pocos pasos de la residencia presidencial. La zona cuenta con numerosos restaurantes y cafeterías, así como con dos paradas de metro. A consecuencia del tiroteo, el personal de la Casa Blanca ha tenido que encerrarse en el interior del edificio.
La autoridad aérea federal ha suspendido durante menos de una hora y por seguridad todos los vuelos con destino al aeropuerto Ronald Reagan de Washington, que ya opera con normalidad.
Intercambio de disparos
El sospechoso "dobló la esquina, alzó el brazo con un arma de fuego y disparó contra los miembros de la Guardia Nacional", ha explicado Jeff Carroll, subjefe en el Departamento de Policía Metropolitana de Washington. Carroll aseguró que otros miembros de la Guardia Nacional que se encontraban en la zona "han intercambiado disparos" con el atacante y lograron reducirle y detenerlo.
Las fuerzas del orden han respondido rápidamente y han ordenado a los viandantes que tomaran refugio en los edificios cercanos.
La Guardia Nacional, desplegada en Washington desde agosto
La Guardia Nacional fue desplegada en Washington en agosto pasado por orden de Trump con el argumento de combatir la criminalidad en la ciudad, una de las más violentas del país. En el momento del ataque, hay unos 2.200 efectivos sobre el terreno.
En un inicio, la alcaldesa capitalina, la demócrata Muriel Bowser, se opuso al despliegue, argumentando que la policía local había logrado un descenso en los homicidios, pero luego Trump elogió al Gobierno local asegurando que decidieron cooperar con las fuerzas federales.
Una jueza federal dictaminó la semana pasada que el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la capital es ilegal y que el Gobierno debe retirarla antes del 11 de diciembre. Frente a esta medida, la Administración ha presentado una moción de emergencia para frenar la marcha de las unidades. Este paso, dado ante un tribunal federal de apelaciones, solicita intervenir de manera urgente para evitar que los integrantes de la guardia sean retirados de la capital por considerar que sería "un acto ilegal".
El Gobierno argumenta que la presencia de la Guardia Nacional es necesaria "para garantizar el orden público", tras el tiroteo ocurrido la tarde de este miércoles en la capital, y advierte de que retirar a las tropas podría "poner en riesgo la seguridad de los residentes y de las instituciones federales".
De acuerdo con la moción, la Administración pide que la corte de apelaciones decida el caso antes de finales de la próxima semana, lo que podría permitir extender la presencia militar de forma indefinida mientras continúa el litigio.