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"Tolo era un experto montañero, asumimos que su cuerpo se quedará allí"

  • La familia y amigos de Tolo Calafat descartan intentar rescatar su cuerpo
  • Ha sido dado por muerto tras pasar dos noches atrapado en el Annapurna

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La desolación es evidente entre la familia y los amigos del montañero mallorquín Tolo Calafat, dado por muerto en el Annapurna tras perder todo contacto con él cuando descendía de la cumbre. Pere Joan March, amigo de Tolo y que ejerce de portavoz de la familia, explicaba a rtve.es que "no esperaban un desenlace así".

"Esta mañana muy pronto, a eso de las 7.30, Carlos (Pauner, compañero de expedición del mallorquín) ha llamado a la mujer de Tolo y le ha dado la terrible noticia. Estos momentos son durísimos, porque Tolo tenía dos hijos pequeños, de nueve y un año, que están en casa y que ahora hay que explicarles que su padre no va a volver, y ese es un trago muy duro", cuenta emocionado.

Sobre una posible operación de rescate del cuerpo de Calafat, su familia y amigos han asumido que será "prácticamente imposible". "Bajar un cuerpo de una altura de más de 7.000 metros es algo muy difícil, muy caro y nunca se ha hecho antes. A esa altura no se hacen rescates de cuerpos. Tolo era un alpinista muy experimentado y él sabía estas cosas. Ahora para nosotros esto es muy difícil de entender, pero tenemos que asumirlo con resignación", dice.

"Su cuerpo se quedará allí arriba. Si hubiera alguna expedición cerca podríamos intentarles pedir que nos lo bajaran, pero no podemos pedir a nadie que ponga su vida en peligro y suba ahí arriba para bajar un cadáver", explica.

March explicó que la mujer de Tolo logró hablar por teléfono satélite con su marido ayer, y se mostró "sereno y calmado, pero con la voz muy, muy débil". La familia y amigos del mallorquín confiaban en que el rescate, por aire o por tierra, pudiera hacerse hoy a primera hora de la mañana, pero el alpinista ha fallecido esta madrugada, probablemente de agotamiento y complicaciones derivadas de pasar tanto tiempo a tanta altura -edemas cerebrales o pulmonares- sin que nadie haya podido llegar hasta donde se encontraba.

Murió tras dos noches al raso a 7.600 metros

"Muy tristemente, tengo que comunicar el fallecimiento de Tolo Calafat", ha dicho en un comunicado Carolina Pueyo, la portavoz en Madrid de la expedición de la que formaban parte Calafat junto a Carlos Pauner, Juanito Oiarzábal y Javier Pérez.

Según Pueyo, "la última comunicación con Tolo fue ayer por la tarde a las 8. Entonces, según Carlos, su voz era sólo un hilo de vida. Desde el campo 4 mandaron a un sherpa hacia arriba en su busca, con oxigeno, agua, saco y medicinas. El sherpa ascendió durante 11 horas, sin encontrarlo. Ayer por la tarde noche nevó mucho en la parta alta del Annapurna y el tiempo era horrible. Esta mañana, un helicóptero con un equipo suizo experto en rescate ha podido sobrevolar, con Jorge Egocheaga, la zona donde estaba Tolo, pegados a la montaña, y no han visto absolutamente nada", cuenta.

"Después de mucho rato intentándolo, han bajado al campo 4 y han sacado a Juanito, Carlos y Horia, con cuerdas atados al helicoptero, y los han trasladado así hasta el campo base", explica Pueyo, que cuenta que lo primero que ha hecho Carlos "ha sido llamar a la familia de Tolo, desolada por la noticia". Minutos después, Juanito Oiarzábal confirmaba la noticia en directo en Radio Nacional. Los tres están siendo ahora examinados por los médicos que están en el campo base, pues sufren síntomas de congelaciones leves y problemas en la visión.

La muerte de Tolo es sumamente parecida a la del montañero Iñaki Ochoa de Olza hace dos años, que falleció tras permanecer cuatro días atrapado en su tienda y con edemas cerebrales y pulmonares también en la ladera del Annapurna. En aquella ocasión, fue también Horia Calibasanu quien se negó a abandonar a Iñaki, su compañero de cordada, y le acompañó hasta que murió.

Dos días después de pisar la cumbre

Calafat hizo cumbre en el Annapurna el martes poco antes de las cuatro de la tarde y tras seis horas de descenso, agotado y al parecer con congelaciones y un posible edema, dejó de descender cuando estaba unos 500 metros por encima de las tiendas del campo 4 y pasó la noche en la nieve junto a su sherpa, que se quedó a acompañarle.

Juanito Oiarzabal y Carlos Pauner, compañeros de expedición de Tolo, llegaron junto a Dawa Sherpa en torno a la medianoche del miércoles (hora local) a las tiendas del campo 4. Allí se encontraron con todos los miembros de la expedición coreana de Miss Oh, que también habían llegado muy tarde, y según explican los coreanos Juanito y Pauner pidieron su ayuda, que Miss Oh ofreció inmediatamente. Al parecer, varios de sus sherpas intentaron a la mañana siguiente llegar hasta el lugar donde se quedó Tolo, pero tuvieron que darse la vuelta antes de contactar con él debido al agotamiento físico que sufrían.

La operación de rescate no pudo comenzar hasta primeras horas de la mañana del miércoles, y se movilizó en varios frentes. Por un lado, desde el campo base se iniciaron las gestiones para que un helicóptero B3 pudiera subir lo más alto posible para, si pudiera, rescatar directamente a Tolo, y en caso de no poder llegar tan alto, al menos subir medicamentos y oxígeno para que reciba tratamiento lo antes posible. El helicóptero el miércoles no pudo volar por la baja visibilidad, lo que motivó que se empezara a pensar en un plan B: un rescate por tierra.

En él iban a participar, si podían por su estado físico, los compañeros de Tolo, Juanito y Carlos, que se negaron a bajar del campo 4 a la espera de un intento de rescate. también se quedó allí con ellos, dispuesto en todo momento a colaborar, el rumano Horia Colibasanu, uno de los hombres más experimentados en rescates de altura y quizá el alpinista más fuerte de todos los que en este momento están en las laderas del Annapurna, que se mostró en todo momento dispuesto a colaborar como fuera en el rescate. "Si no llega el helicóptero,yo subo a por él", decía ayer en su blog.

A ellos les iba a ayudar Jorge Egocheaga, que fue de los que bajó en mejor estado de la cumbre del Annapurna y estaba preparado para subir de nuevo al campo 4 a por Tolo. Pero al final el tiempo ha corrido contra el mallorquín, cuya vida se apagaba con cada hora que pasaba a esa altura.