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Estados Unidos no tiene piedad con Alemania

  • Estados Unidos venca a Alemania por 105 a 55
  • Nowitzki se despide de los Juegos Olímpicos
  • Australia será el rival en cuartos de los norteamericanos
  • Argentina vence a Rusia y la deja fuera de la competición

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El baloncesto olímpico cerró una noche triste para todos en el pabellón Wukesong, donde muy probablemente en pocos días la selección de los Estados Unidos celebrará la medalla de oro, no por el abultado resultado cosechado por los Estados Unidos sobre Alemania, sino porque, a trece minutos de la bocina, Dirk Nowitzki, el 'Kaiser' del baloncesto, pisó el parqué olímpico por última vez.

Jason Kidd, uno de los iconos de la NBA de la década de los noventa, un hombre respetado y admirado, ocho veces'All Star', dueño de un récord 49 victorias sin derrota alguna con el equipo sénior estadounidense; oro en la última ascensión norteamericana al podio olímpico (Sydney 2000); deportista masculino del año de 2007 en los Estados Unidos, cinco veces seleccionado en el quinteto ideal del campeonato profesional y nueve entre el primer y segundo mejor equipos defensivo de la competición, asistió a la despedida de Nowitzki como inmejorable maestro de ceremonias.

Kidd entró en el quinteto inicial dispuesto por Mike Krzyzewski, el alabado 'Coach K', para levantar el telón del adiós al equipo germano de su compañero de equipo en los Mavericks de Dallas. Se entrenan, viajan, comen, cenan, desayunan y juegan juntos desde hace años. Pero el estadounidense, como todos los grandes deportistas, dejó los sentimentalismos al margen cuando el balón surcó el cielo en dirección al techo de Wukesong.

Sin opciones para Alemania

El rodillo estadounidense arrancó con un 11-3, pasó a un 20-5 en medio de un aluvión a cargo de Dwight Howard  y LeBron James. Al final del primer cuarto, el adiós del gran ala-pívot germano revestía tintes de paliza para una selección a la que ha llevado a las cotas más de su historia.

Han situado el oro olímpico en el punto de mira y van a por él como cosacos desbocados. Al final del primer tiempo se apearon de sus grupas para darse un respiro (53-29) y subirse de nuevo a los corceles alados por los que, una noche tras otra, han cabalgado como espectros aniquiladores por encima de todos sus adversarios.

El casillero alemán apenas detectaba la respiración de los chicos de Dirk Bauermann, afligidos como cuando se pierde a un ser querido. Más que por el marcador, por no poder regalarle algo inolvidable al hombre que les ha permitido ser una selección de primera línea en tantos y tantos campeonatos, en tantos y tantos países, en tantas y tantas ciudades; en partidos imposibles, en situaciones aparentemente insalvables, en vestuarios abatidos, en momentos de gloria, en lo bueno y en lo malo, con los ojos cubiertos de lágrimas y en la más inmensa de las felicidades.

Victoria de Argentina

El rival de Estados Unidos será Australia, que ganó a Lituania, líder de su grupo, por 106 a 75, superando a Rusia en el último partido.

Los rusos cayeron ante Argentina, actual campeona olímpica, por 91 a 79 en la última jornada de la fase de grupos del torneo olímpico, para cuya fase final ya estaba clasificada en segunda posición.

Apoyados en un gran Scola (32 puntos), la albiceleste manejó bien los tiempos del encuentro y se deshizo sin problemas de una irreconocible Rusia.

De esta forma, los cruces de cuartos serán Argentina-Grecia, España-Croacia, Estados Unidos-Australia y Lituania-China.