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La falta de microchips durante la pandemia ha afectado en muchos sectores como el del automóvil, tecnología o electrodomésticos, algo que está ralentizando la economía. Por eso, la Unión Europea busca una independencia tecnológica y económica en el mundo actual. Para ello, Bruselas acaba de presentar su plan para que, antes de 2030, uno de cada cinco microchips instalado en el mundo se fabrique en la Unión Europea. La Presidenta de la Comisión Europa ha explicado que se destinarán 15 mil millones de euros para apoyar a las fábricas, con el objetivo de llegar al 20% de la producción mundial en 2030.

Informa María Carou, corresponsal comunitaria

Miles de jóvenes portugueses sufren varios problemas interconectados y que dificultan muchos de sus objetivos profesionales y vitales, desde su emancipación y su independencia económica, pasando por el desarrollo de la carrera profesional o la formación de una familia. Todas esas metas se ven retrasadas fundamentalmente por dos factores: el paro y la precariedad laboral. El salario mínimo en Portugal es desde este mes de enero de 705 euros, casi 300 menos que en España.

La Unión Europea negocia con Estados Unidos y otros productores de gas el suministro de este combustible, un abastecimiento estratégico en el marco de la crisis de Ucrania con Rusia, principal proveedor de muchos países europeos.

"Estamos construyendo una colaboración para la seguridad energética con los EE.UU. , que es primeramente sobre más suministros de gas licuado. Estamos hablando con otros proveedores de gas, por ejemplo Noruega, sobre incrementar los suministros a Europa", ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Von der Leyen ha asegurado que la empresa estatal rusa Gazprom no ha mostrado interés en aumentar el volumen que suministra pese a los altos precios que se están pagando, y por eso no descarta que Moscú pueda usar el gas como herramienta de presión.

Foto:REUTERS/Nerijus Adomaitis

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará mañana una ayuda de 1.000 millones de euros de los fondos europeos para la agroindustria. El jefe del Ejecutivo espera que la iniciativa privada invierta otros 2.000 millones para mejorar la competitividad de las cooperativas y pequeñas empresas de este sector.

El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, viaja este lunes a Washington para reunirse con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken. Lo hace en el seno del Consejo de la Energía entre Estados Unidos y la Unión Europea y con el objetivo de asegurar el suministro energético a Europa en el caso de que Rusia invadiese Ucrania.

FOTO: OLIVIER HOSLET / POOL

Eljefe de Gobierno de Irlanda del Norte, Paul Givan, ha dimitido esta tarde en protesta por los protocolos comerciales, solo un día después de que su ministro de Agricultura, Edwin Poots, anunciara la suspensión de los controles aduaneros a productos agroalimentarios, acordados entre Reino Unido y la Unión Europea tras el Brexit. El Protocolo de Irlanda fue implantado para acabar con las fronteras mercantiles entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Para mantener la paz, los controles se hacen en el mar de Irlanda, con los productos que llegan del Reino Unido. Dos años después de firmar el acuerdo, el gobierno de Irlanda del Norte rompe el compromiso tras la petición del bando unionista de abandonar los controles de mercancías, ya que dicen sentirse "ciudadanos de segunda" respecto al resto de británicos. Se acercan elecciones y los unionistas, partidarios de formar parte del Reino Unido, ven que pierden terreno frente a los republicanos, que defienden la unión de las dos irlandas. Boris Johnson se desmarca del asunto, aunque ya dijo que los controles no tenían mucho sentido. A pesar de todo, siguen funcionando.

Informa Sara Alonso, corresponsal en Londres

España considera que la decisión de Bruselas de clasificar a la nuclear y al gas como energías contra el cambio climático desviaría fondos en inversiones que podrían estar destinados exclusivamente a energías renovables. La industria del gas y de la energía nuclear, en cambio, aplauden que se les coloque la etiqueta verde propuesta por Europa. Sin embargo, incluso algunos expertos consultados por la propia comisión consideran que ni las centrales de gas ni las nucleares son verdes 100 %.