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David Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno, ha declarado por segunda vez en calidad de investigado en los Juzgados de Badajoz, dentro del marco que estudia su contratación en la Diputación de Badajoz. Asimismo, la jueza ha añadido al caso la adjudicación de un puesto de trabajo para Luis María Carrero, exasesor de Moncloa, en la misma institución, hecho por el que investiga los posibles delitos de tráfico de influencias y prevaricación.

En una declaración que ha durado algo más de media hora, David Sánchez únicamente ha respondido a las preguntas de su abogada y ha asegurado que no tuvo nada que ver con la contratación de Carrero. Según fuentes presentes, el hermano del presidente ha dicho que los correos electrónicos en los que hablaba de la plaza que terminó ocupando Carrero, y que ahora investiga la jueza, son un "malentendido".

Su abogada le ha preguntado de nuevo por la oficina de artes escénicas, a lo que Sánchez ha respondido que no era un lugar físico y que su puesto en la Diputación oficina “era un paraguas de actividades que intentaba servir de plataforma para poder proyectar recursos locales, de artistas, promover producciones propias”.

También ha declarado este viernes como testigo Cristina de Frutos, una de las diez personas que fueron aspirantes a la plaza que finalmente ocupó David Sánchez, quien ha asegurado que cuando fue a entrevistarse, le dijeron que la plaza ya "estaba dada" al el hermano del presidente. Junto a esto, ha considerado que "no hubo igualdad de oportunidades" en el proceso de selección.

David Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno, ha llegado este viernes caminando a los Juzgados de Badajoz para declarar por segunda vez en calidad de investigado, en el marco del caso que estudia su contratación en la Diputación de Badajoz.

A diferencia de su primera declaración del pasado 9 de enero, cuando entró a los juzgados por el garaje en el asiento trasero de un coche, en esta ocasión Sánchez ha llegado al Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz a pie. Además, lo ha hecho solo, ya que su abogado ha entrado con anterioridad.

Varios periodistas, cámaras y fotógrafos han esperado al hermano del presidente en la puerta de los juzgados para preguntarle por las sensaciones previas, aunque este no ha querido hacer ninguna declaración a su llegada.

Luisgé Martín, autor de la novela El odio, que incluye el testimonio de José Bretón sobre el asesinato de sus dos hijos, ha calificado la no publicación de su libro como "grave", afirmando que se retira "por lo que dice gente que no ha leído el libro", un hecho que en su opinión "forma parte de sociedades prefascistas". En una entrevista con Xabier Fortes en La noche en 24 horas, Martín ha querido aclarar que El odio es un libro que José Bretón "detesta" y que, tras enviarle el manuscrito, el asesino le contestó que "estaba lleno de mentiras".

El escritor ha reconocido que su error ha sido "no haber avisado" a Ruth Ortiz, exmujer y madre de los niños de Bretón, una vez terminada la novela. "Su dolor no era el motivo del libro, pero no tenía que haberse enterado por la prensa", ha lamentado. Martín también ha negado que la novela sea un instrumento de violencia vicaria ni contribuya a una revictimización. "Decir que prolonga la violencia vicaria es una aberración. La empatía está con la víctima, no con el asesino. No se da voz al asesino, se le confronta".

En Estados Unidos, la Corte Suprema ha paralizado la deportación de al menos 30 migrantes venezolanos acusados de pertenecer a una banda criminal. Iban a ser enviados a la macrocárcel de Bukele en El Salvador mediante la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que solo se había empleado en tiempos de guerra. Allí han sido expulsados más de un centenar de migrantes en las últimas semanas. Foto: Tierney L CROSS / AFP