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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la ley del ‘solo sí es sí’ como “una gran conquista del movimiento feminista” y “una ley de vanguardia que va a inspirar a otras leyes del mundo”. Ante algunas críticas y dudas que han surgido después de que la Justicia haya aprobado las primeras rebajas de penas a condenados por abusos sexuales por esta ley, Sánchez ha pedido “dejar trabajar” a los tribunales y la Fiscalía, que son quienes tienen que “unificar doctrina”, pero ha dejado claro que la ley nació con la voluntad de proteger a las mujeres y que haya “condenas más agravadas”.

En una rueda de prensa tras participar en el G20, Sánchez ha pedido “esperar para extraer conclusiones” sobre esta ley, que tiene como objetivo “extender como agresión sexual cualquier tipo de delito sexual”, algo que “antes no ocurría”, para que haya “condenas más agravadas”.

La nueva tipificación de los delitos sexuales que introdujo la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como ley del solo sí es sí, ha supuesto que los tribunales estén revisando a la baja algunas sentencias. En concreto, la Audiencia Provincial de Madrid ha rebajado la pena a dos condenados. Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, insiste en el informativo 24 horas de RNE que "no es un problema de la ley". Rosell asegura que no se han rebajado las penas para los delitos que contemplan estos dos casos: "No solo no es cierto que el mínimo en el caso del padrastro que penetra a la hijastra se haya reducido de 8 a 6, sino que se ha incrementado de 10 a 15 porque hay necesariamente uso de superioridad". Por ello, afirma que "la capacidad de interpretación sin perspectiva ni de género ni de infancia ni de derechos humanos" existe con ambas leyes. Añade que "hay una mirada voluntarista" por parte de los jueces o los abogados: "Si la pena que has puesto en la sentencia firme cabe con la nueva ley, no se revisa. Y la condena que pusieron cabe".