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Detenido un sospechoso por el tiroteo que dejó el martes tres muertos en Uppsala, Suecia. El detenido tiene dieciséis años y los fallecidos entre 15 y 20, la policía sueca investiga el incidente como un "homicidio". Aunque "no hay pruebas de vinculación con banda criminal", se está siguiendo esa pista, según el jefe de la Policía de la localidad.

Continúa la investigación sobre el tiroteo en el campus universitario de Florida que ha dejado dos muertos y siete heridos. El sospechoso es un estudiante de 20 años, que ya ha sido detenido y se ha negado a declarar.

En la escena se han encontrado tres armas, siendo una de ellas la que la madre del tirador había usado anteriormente en su labor como agente del Departamento del Alguacil y que había comprado cuando las autoridades le cambiaron su equipo de dotación.

La niña de dos años, que resultó herida en un tiroteo registrado en la madrugada del domingo en Plasencia, Cáceres, ha fallecido en el Hospital Materno Infantil de Badajoz. La menor había ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos tras recibir un disparo cerca de la cabeza. El tiroteo entre clanes comenzó en torno a la medianoche en el barrio de San Lázaro de Plasencia, por conflictos relacionados con el narcotráfico.

La Policía sueca trata de dar respuestas a por qué un hombre se plantó el martes en esta escuela para adultos y mató a tiros a diez personas e hirió gravemente a otras seis. El tirador también disparó a los agentes cuando llegaron y después él se suicidó. Supuestamente entró en la escuela con las armas dentro de una funda de guitarra, fue al baño y se vistió de verde militar. Al salir empezó a disparar con un arma semiautomática mientras la gente corría despavorida. La Policía descarta motivos ideológicos y creen que actuó solo. Hasta ahora se conoce que el tirador tenía 35 años, era un tipo solitario que solía andar con la capucha puesta y no hablaba con nadie.

Al menos diez personas han muerto, entre ellos el presunto autor, y hasta cinco han resultado heridas este martes en un tiroteo en una escuela en Örebro (a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo), según ha informado la Policía de Suecia. Fuerzas especiales de la policía, servicios médicos y bomberos han refugiado a decenas de alumnos en otros colegios y comercios cercanos

"Me estuve escribiendo mensajes con mi hija durante más de dos horas", cuenta un padre, que señala cómo los profesores la ayudaron a esconderse. "Estar encerrado en un aula temiendo por tu vida es una pesadilla que nadie debería experimentar" ha admitido por su parte el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.

Tras varias horas de angustia, la Policía, que había informado de cinco heridos inicialmente, ha confirmado la muerte de diez personas, entre ellos, el que consideran el autor de los crímenes. Según las autoridades, no tenía antecedentes ni relación con organizaciones criminales, además de creer que actuaba solo.

El caso de Luigi Mangione, el asesino del CEO de la empresa estadounidense UnitedHealthcare, está haciéndose viral en redes sociales. Y es que, como comenta Manuel Caro, criminólogo y profesor de sociología en la Universidad de Sevilla, "ni Mangione es el típico victimario ni la víctima es una típica víctima". El criminólogo ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní explicando las particularidades de la figura del asesino y dice que, normalmente, cuando se piensa en una víctima "solemos tener en mente a alguien con un cierto grado de vulnerabilidad" y esta persona estaba "muy lejos de cumplir ese estereotipo".

Con respecto al móvil del asesinato, Caro incide en que Mangione sí tenía dinero para pagar un seguro de salud, pero que "hay toda una tradición en criminología que nos habla de que para hacer daño a alguien en realidad tú necesitas convencerte de que esa persona requiere o está justificado hacerle daño", como es el caso. Sobre el apoyo que está recibiendo Mangione, el entrevistado insiste en que es "muy frágil, muy extraño" y que la clave está en esperar a ver cuánto dura.