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Mark Rutte, el mandatario holandés y presidente de turno de la Unión, ha dicho que el Brexit debe ser, precisamente, "un incentivo, un estímulo" y que, por eso, no se puede "caer en el pánico". Posiblemente aparezcan nuevos planteamientos geoestratégicos y una mayor integración política con el previsible refuerzo del eje París-Berlín sin descartar una Europa a dos velocidades. También, posible, una mayor cooperación dentro de la eurozona sin la vigilante libra. Y más colaboración en materia de seguridad y defensa al prescindir de las reticencias de Londres. Aparte, Reino Unido tendrá que afrontar, en solitario, el flujo migratorio hacia su territorio.

La economía británica puede darse la vuelta y caer ya el año que viene, según la mayoría de los expertos. Y la tasa de paro subir más de un punto y medio, hasta el 6 y medio por ciento en 2018 desde el 5% actual. Las arcas públicas, se calcula, dejarán de percibir más de 30.000 millones de libras de aquí a 2020. El turismo, la construcción y el inmobiliario se verán perjudicados, pero donde más impactará la desconexión será en el sector financiero.

"Los escoceses quieren asegurar un lugar para Escocia en la Unión Europea", ha afirmado la ministra principal del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon. Por este motivo, "Un segundo referendum por la independencia está sobre la mesa", ha subrayado este viernes, en una comparecencia ante los medios.

Después de que el Reino Unido haya votado a favor de la abandonar la Unión Europea (UE), la ministra apunta que "es altamente probable", que se convoque otro referéndum de independencia en Escocia.

La ministra ha insistido además en que esta consulta es la mejor vía para permanecer en Europa, y que debería convocarse antes de que se cierren las negociaciones del 'Brexit', la salida del Reino Unido.

Las instituciones y los gobiernos europeos han analizado de urgencia el nuevo escenario. Se suceden las llamadas a la tranquilidad, pero lo cierto es que las últimas horas han sido frenéticas. La decisión de los británicos deja abierta la puerta a la incertidumbre en toda Europa. Hablamos con Pol Morilla, investigador para Europa del Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona.

La sorpresa tras el resultado favorable al 'Brexit' en Reino Unido y la incertidumbre ante sus consecuencias ha provocado que los ciudadanos británicos residentes en España se planteen solicitar la nacionalidad española y algunos ya han expresado su deseo de cambiarla ante el triunfo del 'sí' a la salida de su país de la Unión Europea.

El programa Los Desayunos de TVE ha estado hablando con tres ciudadanos británicos residentes en España, que aseguran haber acogido como un jarro de agua fría el resultado del referéndum, y muestran su preocupación por cómo va a repercutir el "Brexit" en la sanidad, los negocios o la educación, entre otros aspectos.

De hecho, se prevé que haya numerosas peticiones de nacionalidad española por parte de ciudadanos británicos residentes en nuestro país.

En este sentido, Laura Jane, una de las británicas residentes en Orihuela, Alicante, entrevistadas ha señalado lo siguiente: "Inglaterra es mi país, pero España es mi hogar. Si hace falta sacarme la nacionalidad, lo hago".

Otro residente británico, Scott Squire, comparte la preocupación de esta joven por la salida del Reino Unido de la UE, es propietario de un negocio dirigido a los británicos residentes en España y el resultado del referéndum ha sembrado de interrogantes su futuro.

"Los negocios están que no saben por donde tirar", reconoce, espera que el Gobierno británico piense en "aquellos que viven fuera" y vaticina que el Brexit puede hacer que "muchos ciudadanos" descontentos con el Reino Unido "aceleren su marcha" del país.

  • La incertidumbre provocará pérdidas millonarias a la economía británica
  • La factura final dependerá de la nueva relación comercial entre el país y la UE
  • Se prevé caída de las exportaciones, subidas de precios y retroceso del consumo
  • El número de parados aumentaría en más de medio millón en los dos primeros años
  • La volatilidad financiera hunde la libra esterlina y perjudicará al euro

El voto por el "brexit" ha arrastrado al primer ministro, David Cameron, a anunciar su decisión de dimitir y al desplome de la Bolsa de Londres y la libra esterlina, tras el histórico referendo europeo celebrado en el Reino Unido. El 52 % de los británicos se pronunciaron este jueves en el plebiscito sobre Europa a favor de desligarse de Bruselas, frente a un 48 %, en una votación que atrajo más de 30 millones de votantes de los 46 millones llamados a las urnas, con un 72,1 % de participación, la más elevada en este país desde 1992.

El expresidente del Consejo Alemán de Sabios Económicos, Jügen Donges, recuerda que las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea entre el Gobierno británico y la Comisión Europea durarán "por lo menos" dos años y que, si se llega a un acuerdo, este tiene que ser aprobado por el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales. "Tenemos un escenario por delante de alrededor de los cinco años", señala.

Donges subraya además que la Comisión Europea "se lo va a poner bastante difícil" al Reino Unido. "Lo que quiere es evitar que haya cualquier aliciente para otros países que piensan a lo mejor en lo mismo, Francia, Holanda y Dinamarca, para que vean que si se salen les va a salir muy muy caro", explica (24/06/16).