Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La tensión ha desbordado el aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre en Barcelona. A última hora de la noche los Mossos d'Esquadra han realizado varias cargas para dispersar a centenares de personas concentradas tanto ante el Parlamento catalán como frente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional.

Tras una jornada de movilizaciones sin graves incidentes, al término de la multitudinaria marcha independentista en el Parque de la Ciutadella, frente al edificio del Parlament, varias decenas de manifestantes, muchos de ellos encapuchados, han tratado de traspasar el cordón policial para acceder a la Cámara catalana.

Los manifestantes han derribado algunas vallas y las han lanzado contra los agentes, a los que también han arrojado pintura, palos de banderas y botellas de agua, e incluso se han enfrentado físicamente a los voluntarios de la ANC y de otras entidades organizadoras de la movilización, que trataban de aplacar los ánimos y evitar que rompieran el cordón policial.

Este grupo de manifestantes ha ido ganando posiciones al tirar al suelo las vallas, por lo que los Mossos han tenido que fijar el cordón policial algo más atrás, frente a la misma fachada del Parlament, que ha cerrado sus puertas. Tal ha sido la tensión, que los diputados de Ciudadanos han tenido que salir del Parlament escoltados, entre ellos la líder de la formación naranja en Cataluña, Inés Arrimadas.

Una parte de los manifestantes ha abucheado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, y al presidente del Parlament, Roger Torrent, entre gritos de "Buch dimisión", "Puigdemont, nuestro presidente", "Hemos votado, la paciencia se ha acabado" o "El pueblo manda, el gobierno obedece".

  • En los doce meses desde la consulta independentista, Cataluña no ha dejado de sufrir convulsiones sociales y políticas
  • Declaración de independencia, 155, elecciones, políticos presos y fugados jalonan un proceso inacabado y de futuro incierto

El presidente del Gobierno dio una rueda de prensa en Canadá junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que estuvo centrada en Cataluña. Allí, Pedro Sánchez puso el referéndum de Quebec como ejemplo de solución política ante un desafío independentista. Sánchez ha rechazado pronunciarse sobre los posibles indultos a los políticos independentistas que defiende su delegada de Gobierno en Cataluña aunque no la desautoriza.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cree que el ejemplo de Quebec demuestra que pueden hallarse soluciones políticas a problemas políticos como el conflicto en Cataluña. Sánchez ha hecho esta reflexión en Montreal, donde se ha entrevistado con el primer ministro, Justin Trudeau, durante su visita oficial a Canadá.

"La mayoría social en Cataluña ha pedido lo mismo, no ha pedido independencia sino reforzar su autogobierno (...) Y es ahí donde está centrando el gobierno de España su propuesta política. Esa es la conclusión que podemos sacar del proceso que solucionó la crisis en Canadá respecto a Quebec".

Los ciudadanos de la región de Quebec votaron en dos ocasiones sobre su posible independencia de Canadá, y en ambas la rechazaron. Ambas consultas fueron legales y organizadas por el propio gobierno, de acuerdo con la llamada Ley de Claridad que establecía las condiciones para el referéndum y la secesión.

"Lo que propone este Gobierno es que dejemos a un lado la vía judicial y empecemos a hablar de política. Desde la ley, diálogo", ha recalcado Sánchez durante la rueda de prensa con Trudeau, donde la crisis catalana ha tenido un protagonismo especial.

Se cumple un año de la movilización frente a la sede de la conselleria de Economía -en plena operación policial para frenar el referéndum unilateral convocado para el 1-O y que motivó posteriormente el encarcelamiento de los líderes de las entidades independentistas ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. La operación policial desembocó en 14 detenciones, entre ellos el exsecretario general de vicepresidencia Josep María Jové y la comitiva judicial que acudió a registrar la Consellería tuvo que ser escoltada por los Mossos para poder salir del edificio.