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Un grupo de adolescentes ha lanzado ácido a la cara a un repartidor de pizza paquistaní, causándole graves quemaduras, en el barrio londinense de Barking. La víctima fue asaltada en un primer momento por los muchachos, de entre 13 y 15 años, cuando intentaba entregar un pedido que le fue arrebatado y destrozado. Posteriormente, tras intentar cumplir el encargo de su cliente una segunda vez, fue atacado con ácido. Según confiesa el herido, no sabe si le quedarán cicatrices permanentes tras la agresión.

  • Los medios de comunicación informan de incidentes racistas y homófobos
  • Las redes sociales recogen manifestaciones de odio por todo el país
  • "Hasta la vista latinos" y "Construye el muro", son algunas de esas muestras

Una nueva agresión con tintes xenófobos en el Reino unido. Según confiesan algunos extranjeros residentes en la capital británica, desde la victoria del Brexit ha cundido cierta sensibilidad al respecto. Esta vez ha ocurrido en el metro de Londres, donde un "cabeza rapada" ataca a un viajero originario de Bangladesh. Al lado se encontraba su mujer, española, sevillana, que persiguió al atacante y logró que lo detuvieran.

El agresor aguardó a que el tren realizara una parada para propinar un puñetazo en la cara a su víctima. La escena fue íntegramente grabada por un pasajero del mismo vagón. Tras abrirse las puertas del tren, el cabeza rapada empieza a correr perseguido por la indignada consorte que le lanzó insultos a gritos y en un castellano alto y claro.

En EEUU, crece la tensión racial. Ahora se ha sabido que el hombre abatido esta semana por la policía en San Diego solo llevaba un cigarrillo electrónico en la mano. Las protestas por los abusos policiales están en la calle, pero también se han extendido al mundo del deporte y del espectáculo.

En Estados Unidos, una niña de 9 años ha conmovido a la ciudad de Charlotte, donde el pasado martes Keith Scott, un afroamericano de 43 años, al parecer desarmado, murió a manos de la policía. Zianna Oliphant no pudo aguantar las lágrimas mientras ofrecía su discurso contra del racismo y la violencia policial. Su voz es la de cientos de ciudadanos de Charlotte, a la hora de hablar tuvo que coger aliento para explicar cómo se sentía: "He nacido y crecido en Charlotte. Y nunca me he sentido de esta manera hasta ahora. No puedo soportar cómo nos tratan". Zianna Oliphant, acompañada de decenas de vecinos en este consejo ciudadano de Charlotte, pedia entre sollozos el final de la violencia contra la población afroamericana."Nuestros padres y madres son asesinados. Y no podremos verles nunca más. Es una pena que tengamos que ir al cementerio y enterrarlos", señalaba entre sollozos. La muerte de Scott ha movilizado a la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte, que ha sido el escenario de amplias protestas. Miles de manifestantes exigían que se hiciera pública la grabación de las cámaras de los agentes implicados. Las autoridades no la publicaron hasta pasados unos días para, según la policía, no poner en peligro la investigación. Los agentes defienden que Scott iba armado, pero los vídeos no lo prueban.

La viuda del estadounidense de raza negra Keith Lamont Scott, fallecido este martes tras haber recibido varios disparos de un policía de Charlotte (EEUU), publicó hoy un vídeo en el que aparece pidiendo a los agentes que no disparen a su esposo pues, según dice, estaba desarmado.

En el vídeo, grabado por Rakeyia y emitido en exclusiva por el canal NBC News, no se aprecia el momento en el que Scott fue abatido por la policía, aunque se oye a la mujer diciendo: "no disparen, no está armado, no les hará nada".