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Cinco días después de conocerse la nueva postura del gobierno sobre el Sáhara, Pedro Sánchez ha dado las primeras explicaciones, aunque no en el Congreso, como le pedían todos los partidos. Primero en Ceuta y luego en Melilla, ha defendido el acercamiento a Marruecos, entre otras razones, para garantizar la integridad territorial de las ciudades autónomas.

Sánchez asegura que su posición se alinea con la de Francia, Alemania y la Unión Europea, aunque reconoce que ha dañado los vínculos con Argelia, uno de los principales suministradores de gas a España: "Haremos todo lo que está en nuestra mano para que podamos recuperar esas relaciones diplomáticas que, por desgracia, se han visto alteradas estos últimos días". Foto: E. Parra. POOL / Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha valorado por primera vez desde el viernes el giro de postura del Ejecutivo sobre el Sáhara Occidental y el reconocimiento al plan de Marruecos para su autonomía. "No solo hemos cerrado la crisis con Marruecos, lo más importante es que sentamos las bases para una relación mucho más sólida y sincera basada en el respetuo mutuo y la integridad territorial de ambos países”, ha dicho, dos cuestiones que quedan "garantizadas" con este acuerdo.

Lo han hecho en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, desde donde el PP ha advertido que España “está en situación de colapso”. Otras formaciones, entre ellos socios parlamentarios del Ejecutivo, también han cargado contra el Gobierno al considerar que no está tomando las medidas suficientes para combatir los efectos económicos de la guerra en Ucrania.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado convencido de que esta semana el Gobierno llegará a un acuerdo con el sector del transporte para amortiguar el alza de los precios de los carburantes y finalizar los paros de los transportistas, que suman ya diez días consecutivos. Lo ha hecho en el Congreso de los Diputados, donde el PP le ha reprochado que no haya “hecho nada” y donde Sánchez ha evitado responder a algunas críticas por el cambio de postura del Gobierno ante el Sáhara Occidental.

El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "inacción" y de escudarse en la “pantomima” del Consejo Europeo para no adoptar medidas inmediatas para solucionar la crisis de los transportistas. A su juicio, podría impulsar un decreto ley para adoptar medidas “como ha hecho toda la legislatura” sin consultar a los grupos pero “ahora dice que le hace falta el consenso de los grupos parlamentarios”. “El Gobierno no hace los deberes, hace promesas genéricas y vacías”: “Estamos hartos de promesas”.

El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, cree que el cambio de postura del Gobierno de España con respecto al Sáhara es un gran error: “Sin consenso, sin debate, se ha modificado una posición histórica en relación con un país amigo como es Marruecos, pero que afecta a responsabilidades históricas de España”. Aznar continúa explicando que “Marruecos tiene dos reivindicaciones muy claras: el Sahara y las ciudades de Ceuta y Melilla. Ahora España demuestra su vulnerabilidad, su debilidad y no olvide que la debilidad es provocativa”. Por eso, habla de equivocación histórica: “Habiendo demostrado y entregado una parte de nuestras responsabilidades a cambio de nada, acabamos de mandar un mensaje de: oiga, ustedes decidirán cuándo quieren aprovechar la próxima ocasión. Ese es un mensaje de debilidad y vulnerabilidad muy claro”. Por todo eso, Aznar concluye: “Se ha cometido un error de consecuencias históricas y que pagaremos muy caro. Lo repito, lo pagaremos muy caro, con factores adicionales como es el energético”. Desconfía por tanto que el PP vaya a poder llegar a ningún tipo de acuerdo en esta materia con el Gobierno de Sánchez: “Si uno busca acuerdos en la política internacional no se puede comportar de esa forma. Así demuestra que no se buscan acuerdos, sino adhesiones”. Mirando al futuro y a las consecuencias energéticas que esta decisión pueda tener, Aznar cree que “España necesita un plan de consolidación económica a corto plazo”.

Aznar analiza la situación global provocada por la guerra de Ucrania. Opina que ahora han cambiado las bases del orden internacional y que tiene que cambiar todo: “La intervención en el mercado energético es algo que se puede hacer o no, pero lo importante es el cambio en las políticas energéticas”. En ese sentido, cree que Alemania lo ha entendido bien y que España debería hacer lo mismo: “Las políticas no son realistas en este momento. Uno tiene que volver a hablar de cambiar las políticas energéticas, la energía nuclear, cambiar la política en relación con el gas y eso no es incompatible con las políticas alternativas y las políticas de descarbonización”. Sin ninguna duda, según Aznar, el mundo ha cambiado y no va a volver a ser lo que era. Para él, Occidente se ha equivocado: “Cuando a alguien que tiene tomada la decisión de invadir, se le dice que no se le va a combatir, naturalmente el cálculo es a favor de la invasión. Yo tuve muy pocas dudas de que con un despliegue de 150.000 tropas en la frontera no se fuera a invadir”. Aclara que Rusia nunca fue incorporada a la nueva arquitectura mundial de seguridad y que eso no ha ayudado. En todo caso, califica como inaceptable lo hecho por Putin. Cree que ahora China hará “lo que le convenga y buscará el mayor desgaste para sacar la mayor ventaja”.

Echando la vista atrás, a su época de presidente que cuidaba la relación con Rusia, recuerda que Putin siempre ha expuesto con mucha claridad lo que consideraba amenazas y que Europa nunca ha tenido una posición clara en relación con este país. Por eso, no tiene duda de que llegamos tarde: “Cuando se invadió Crimea y no hubo respuesta se dio vía libre a ese tipo de políticas que consisten en la posibilidad de invadir territorios que no son propios sin consecuencias. Eso transgrede las normas más elementales y los principios de estabilidad”. “No se tomó con suficiente seriedad y aquí estamos”, concluye el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, en RNE.

El Sáhara Occidental es uno de los pocos territorios del mundo que quedan por descolonizar. España sigue siendo administradora de facto de su antigua colonia y cualquier decisión sobre su descolonización se tiene que votar en el Conseojo de Seguridad de Naciones Unidas, "según estipula una de las resoluciones de la ONU", explica en 24 horas de RNE Ana Jiménez, corresponsal de RTVE en Marruecos. Ahora, España ha abandonado su neutralidad sobre el Sáhara en 45 años al apoyar el plan que Marruecos presentó en 2007 ante la ONU.

En aquella propuesta, Marruecos ofrecía cierta autonomía a las denominadas como provincias del sur, pero siempre bajo soberanía marroquí, por lo que rechaza el referéndum de autodeterminación que defendía la ONU.

La nueva postura de España ha cerrado una crisis con Marruecos, pero ha abierto otra con Argelia. El gobierno español ha defendido siempre que se trata de un socio "fiable" y que el gas está "garantizado", pero lo cierto es que Argelia cortó el suministro de gas a Marruecos en 2021 después de romper relaciones diplomáticas.

El cambio del Gobierno sobre el Sáhara ha enfadado a todo el arco parlamentario. Tanto la oposición como sus socios de investidura han pedido la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso para que dé explicaciones. Y el enfado es aún mayor en los socios de coalición.

Unidas Podemos critica que no se consensuara con ellos la decisión y la vicepresidenta Yolanda Díaz acusa a Sánchez de no cumplir con los compromisos del pacto de gobierno.  Mientras, el PP les critica por romper el consenso en política exterior.

Los socialistas quitan hierro a las discrepancias. Afirman que no han cambiado de posición en este tema, aunque sus estatutos defienden la resolución de la ONU sobre el Sáhara que incluye el referéndum de autodeterminación, y recuerdan que esta materia les corresponde a ellos. El ministro Albares irá al Congreso el miércoles. Foto: EFE

El Gobierno anuncia un plan de choque para paliar la subida de precios de carburantes, gas y electricidad, tema que protagoniza la sesión de control. Los grupos critican que no hay medidas concretas y se retrasa hasta después del Consejo Europeo, cuando otros países están ya interviniendo para bajar precios.

El repentino giro que ha dado el Gobierno en la posición oficial que España ha tenido durante décadas sobre el Sáhara ha abierto un frente. Hoy varios grupos registrarán en el Congreso una petición para que Sánchez dé explicaciones. En Las Mañanas de RNE hablamos con Abdulah Arabi,  delegado del Frente Polisario en España, que asegura que se lo temían por la ambigüedad y tibieza mostrada por nuestro país, al que acusa de falta de visión estrategia por cerrar un frente con marruecos y abrir el de Argel.

El delegado del Frente Polisario en España habla de mazazo con el pueblo saharaui y explica que “la cuestión del Sáhara Occidental sigue siendo de descolonización y tiene que resolverse mediante el ejercicio libre y transparente del pueblo saharaui si quiere aceptar la autonomía que propone Marruecos o si quiere la independencia, se tiene que respetar. Es él el que tiene que decidir, no España ni nadie en su nombre. Y, añade, “España lo que hace es que se inclina que la opción de la autonomía podría ser la mejor opción, pero decide el pueblo. En este caso, España ha elegido al agresor.”

Abdulah Arabi cree que la decisión del Ejecutivo tiene una visión corta sobre los países del norte de África y que con ella no se está respetando el Derecho Internacional que tanto se reclama en la guerra de Ucrania.