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La pandemia del coronavirus y la guerra en Ucrania han llevado a la economía mundial a una situación delicada, con la desbocada inflación como último elemento de tensión. Pulsamos la realidad económica en España con Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos-ATA, y Fernando Luján, secretario confederal del sindicato UGT. Ambos ensalzan elvalor del diálogo entre los agentes sociales en España, que recientemente dio sus frutos en el pacto para la reforma laboral. Aunque coinciden en que el conflicto bélico no está afectando de manera muy negativa al mercado laboral español, Ferrero advierte que se podría estar viviendo una "euforia postpandémica que podría estar amortizando el efecto de la inflación o del aumento de los costes de producción". Además, habla de una posible desaceleración en otoño a causa del fin de los créditos ICO y de la subida de los tipos de interés.

Fernando Luján considera que "los últimos datos de la Comisión Europea nos tienen que invitar al no alarmismo". Sin embargo, pone el foco en la desbocada inflación y en su efecto sobre los trabajadores: "Los salarios llevan pediendo poder adquisitivo desde el año 2008 en figuras alarmantes". Por ello, insiste en la actualización periódica de los salariosen base a la inflación, una propuesta de los sindicatos que fue rechazado por las patronales: "Es necesario un pacto de rentas que proteja a los más desfavorecidos". Sobre esta cuestión, Ferrero responde que el contexto de endeudamiento de los empleadores más vulnerables (autónomos y pymes) no permite afrontarlo.

Sobre el pacto de rentas, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, apunta en TVE que tiene que incluir a todos y que "si alguien está ganando más es el propio Estado". Insta a un plan de eficiencia de las administraciones públicas con el que se podrían ahorrar 60.000 millones de euros. Valora que las medidas impositivas anunciadas por Sánchez en el debate del estado de la nación erosionan la confianza de los inversores y la seguridad jurídica de las empresas.

El pacto de rentas sigue lejos a pesar de las reuniones. "Siempre sirven", ha señalado Pepe Álvarez, secretario general de UGT, en Las Mañanas de RNE. Pero ha explicado que sigue viendo el pacto y el acuerdo con la patronal para la negociación colectiva como algo lejano. "Creemos que un pacto de rentas debe incluir muchos más elementos que un acuerdo de salarios", ha indicado, señalando la importancia de hablar de fiscalidad y de cómo compensar a los trabajadores que tienen las rentas más bajas. Opina que “vuelve la conflictividad” a los convenios y dice estar seguro de que después del verano se irá a “grandes movilizaciones coordinando los sectores”.

Hasta abril, los salarios pactados en convenios colectivos aumentaron un 2,4% respecto al mismo periodo de 2021. La inflación media ha rozado en el cuatrimestre el 8%. Parece que los efectos de segunda ronda están lejos de llegar. Pero, si los salarios no alimentan una espiral inflacionista, entonces, ¿qué puede hacerlo? Un estudio del Banco de Pagos Internacionales señala dónde puede estar el mal. Un reportaje de Daniel Hernández.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) apunta su rechazo a la propuesta de los sindicatos para vincular las subidas salariales al IPC. Aunque aún no es la postura oficial, así lo han expresado este viernes 8 de abril en una reunión con los secretrarios generales de las organizaciones y los territorios. La última propuesta sindical incluye subidas a varios años: 3,4% para 2022 y 2,5% para 2023, además de una parte variable según la inflación. Seguiría el mismo esquema para 2024, con un alza mínima del 2%. A la patronal CEOE no le gusta esta fórmula porque, según dicen, liga los sueldos a la inflación, lo que provocaría efectos sobre el empleo y generaría mayor alza de precios. Aunque el acuerdo salarial se aleja, el diálogo social no se ha roto. De hecho, fuentes próxmas a la negociación confirman a Radio Macional que habrá nuevos encuehtros después de Semana Santa.

Informa Esperanza Martín.

Europa se encuentra en un escenario donde la invasión rusa de Ucrania aumenta su tensión y, con ello, la preocupación internacional por el encarecimiento de la energía y el desabastecimiento de suministros alimentarios básicos como el trigo, algo que ya denuncian profesionales del sector.

El Canal 24 horas ha entrevistado a Mauricio García Quevedo, presidente de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que ha asegurado que en España no hay "en este momento" una crisis de desabastecimiento, pero la crisis de Ucrania ha provocado que sea necesario "hacer una reflexión para garantizar la cadena y aprovisionamiento de suministros alimentarios".

“Hay medidas que, en función de cómo evolucione el conflicto, se pueden tomar para evitar el desabastecimiento, pero es necesario tomar medidas, cuanto antes mejor, para no llegar a una tensión de aprovisionamiento”, ha asegurado.

En esta línea, "Europa tiene que hacer una reflexión, y España como miembro fundamental", ha explicado, y al igual que se está abordando la soberanía energética a nivel europeo para desligar la dependencia de Rusia, ha afirmado que "la soberanía alimentaria es un factor fundamental” y "hay que plantear cuestiones para asegurar que nuestro aprovisionamiento de materias primas en el sector alimentario esté garantizada".

Foto: EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Cerca de dos millones de trabajadores se van a beneficiar de la subida del salario mínimo pactada por el Ministerio de Trabajo y los sindicatos. Recibirán 1.000 euros brutos al mes, 35 euros más que ahora y con carácter retroactivo. La patronal, sin embargo, no lo apoya.

A falta de que el Gobierno y el Congreso aprueben esta subida, el SMI este año será 264 euros más alto al mes que hace cuatro años y 359 euros más que hace una década. Con esta subida, España sigue siendo el séptimo país de la UE con el salario mínimo más alto, según Eurostat. Si la comparamos en doce pagas, como se abona en casi todos los países de la Unión, el más alto es el de Luxemburgo que dobla al de nuestro país. El más bajo, el de Bulgaria. Entre los países de nuestro entorno, nos supera Alemania y Francia, y en Portugal es algo más bajo. Foto: EFE/Juan Carlos Hidalgo

El Gobierno ha logrado la subida del Salario Mínimo Interprofesional que alcanza ya los 1.000 euros, gracias al apoyo de los sindicatos. El ala de los empresarios, tal y como habían anunciado, se ha opuesto al incremento. La vicepresidenta, Yolanda Díaz, habla de "diálogo social" y celebra que nos encontremos un poco más cerca de Europa en este sentido. El Gobierno niega que la subida del SMI pueda afectar directamente a la agricultura y los autónomos y espera negociar un aumento para 2023 que equivalga al 60% del sueldo medio.

Informa Esperanza Martín.