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El exconsejero madrileño Francisco Granados ha negado este martes haberse llevado dinero de donaciones al PP ni de comisiones de empresas por adjudicaciones, y ha asegurado que las cantidades "in" y "out" que aparecen anotadas en la agenda que se le requisó corresponden al número de asistentes a eventos del partido. Durante su declaración se le ha preguntado por adjudicaciones cuando era alcalde de Valdemoro (entre 1999 y 2003) y ha defendido ante el juez que nunca se cobraron comisiones y que se otorgaron correctamente. Luego, a los periodistas, ha dicho sentirse "plenamente orgulloso" de su actividad como primer edil.

La presidenta de la Comunidad de MadridCristina Cifuentes, ha defendido que no tiene "absolutamente nada que ocultar" y que está "tranquilísima" horas después de ser señalada por Granados en el juicio sobre la trama Púnica como conocedora de la supuesta caja b del Partido Popular. En una entrevista en La Noche en 24 Horas, Cifuentes ha asegurado que "nunca" ha participado "en ningún gobierno ni de Aguirre, ni de González, ni de nadie más. Me responsabilizo de mi gobierno, que se caracteriza por tener tolerancia cero contra la corrupción". Además, la presidenta ha señalado que la acusación de Granados "tiene mucho que ver con su propia estrategia de defensa". 

La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, se querellará contra el exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados tras sus acusaciones en el marco de su comparecencia en la Audiencia Nacional sobre la trama Púnica donde ha asegurado que la dirigente madrileña conocía lo que estaba pasando. Cifuentes considera que las declaraciones del exsecretario general del PP de Madrid se deben a su "estrategia de defensa".

El exconsejero Francisco Granados ha afirmado ante el juez que en las elecciones autonómicas de 2007 y 2011 se pagaron gastos de "refuerzo" de la campaña de Esperanza Aguirre con fondos de la Comunidad de Madrid, una "caja b" que comenzó dirigiendo Ignacio González y que conocía Cristina Cifuentes. El "núcleo de control” de ese sistema irregular de financiación estaba formado por la propia Esperanza Aguirre, que pilotaba todo el sistema; Ignacio González, su mano derecha y luego sucesor al frente de la Presidencia de la comunidad, y Cristina Cifuentes, a la que sitúa dentro de esa cúpula por haber mantenido, dijo, una relación “sentimental” con González.