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Ya hay fecha y lugar para la reunión entre Donald Trump y Vladímir Putin sobre la guerra en Ucrania. Se celebrará el próximo viernes en Alaska, suelo estadounidense. Una decisión "lógica" para Moscú, ya que se trata de un antiguo territorio de Rusia que EE.UU. compró hace más de 150 años. El estrecho de Bering, de unos 80 km, separa a ambos países.

El encuentro parece haber satisfecho a Trump, que había exigido a Putin acordar un alto el fuego antes de este viernes. A pesar del plazo agotado, no hay visos de nuevas sanciones a Rusia, como había amenazado el estadounidense. Y, ahora, de cara a la reunión, el presidente estadounidense asegura que será necesario que Kiev y Moscú intercambien territorio.

Pero Zelenski se niega en rotundo. "Los ucranianos no cederán sus tierras", ha dicho. Es el gran escollo de las conversaciones de paz. Kiev rechaza ceder las regiones ocupadas. Para Moscú, es condición indispensable.

Foto: BRENDAN SMIALOWSKI / AFP

El presidente estadounidense, Donald Trump, quiere dejar su huella física en la Casa Blanca con un suntuoso salón de baile al estilo del rey francés Luis XIV. Entre las decoraciones, se encuentran columnas corintias, lámparas doradas, techo con incrustaciones de oro y suelo de mármol. Con capacidad para 650 personas y un coste estimado de 200 millones de dólares financiados por manos privadas, el presidente ha afirmado que la sala será "un gran legado".

Además, el mandatario ha sustituido el césped del jardín de rosas por piedra para evitar problemas con los tacones y ha izado dos banderas gigantes. Aunque algunos cambios podrían revertirse en el futuro, el salón —de más de 8.000 m²— promete quedarse. Los conservacionistas de la Casa Blanca ya han advertido del impacto histórico en el edificio, pero la ley deja un amplio margen a los presidentes para modificar la residencia a su conveniencia.

Lo que surgió hace 11 años como un encuentro entre amigos, se ha convertido en una cita obligatoria para los amantes de Bruce Springsteen. Peralejos de las Truchas es un pueblo de la provincia de Guadalajara donde existe un fanatismo por "El Boss". Este año, más allá de homenajearle, van a celebrar el 50 aniversario del uno de los discos de Bruce Springsteen, titulado Born tu run: "Las diferentes bandas van a tocar trozos del disco", indica el alcalde del pueblo, Jose María Fernández. Además, Springsteen es hijo adoptivo del pueblo.

En Estados Unidos se bebe mucho vino español, concretamente una cantidad que ascendió a 330 millones de euros en 2024. Para muchas bodegas, es el mercado internacional más importante y temen que la entrada en vigor de los aranceles impuestos por Donald Trump les haga perder cuota de mercado.

"El mercado norteamericano no está preparado para asumir una subida de precios", explica a TVE Íñigo Rubio, director de Bodegas Manuel Quintano, en Labastida (Álava). Por ello, ya están negociando con los importadores para recortar márgenes y tratar de absorber, a medias, la subida. "Si cada uno pone de su parte, se puede llegar a un acuerdo", señala Rubio.

En Menorca, los exportadores de queso de Mahón ya lo hicieron durante el anterior Gobierno de Trump, porque fue durante poco tiempo, y ahora aseguran que no lo pueden asumir. "No podemos aguantar tres años bajando nuestro beneficio", cuenta a TVE Juan Bosco Triay Barber, presidente de la Denominación de Origen Queso de Mahón de Menorca. Por ello, intentarán aumentar las ventas en otros mercados.

Todo el sector agroalimentario está pendiente todavía de la letra pequeña del acuerdo alcanzado entre Trump y la Unión Europea y sus excepciones. "Estamos esperándolo con muchas ganas y que sigamos teniéndolo, ojalá, el vino y el aceite tengan un arancel al 0%", indica Manuel Zambrano Medina, portavoz de Cooperativa Viñaoliva en Almendralejo, en Badajoz.

El sector ve complicado sustituir el mercado estadounidense por otro. La estela mundial de los aranceles de Trump va a dejar una competencia feroz, ya sea dentro como fuera de la Unión Europea.

Foto: GETTY

Los mal llamados aranceles "recíprocos" que anunció el pasado mes de abril el presidente estadounidense, Donald Trump, y sobre los que ha estado negociando con sus socios comerciales desde entonces, han entrado en vigor en la madrugada de este jueves tras varias prórrogas que han culminado tanto en rebajas como en algunas subidas de gravámenes.

A las 12:01 a.m. (6:01 hora peninsular) ha comenzado a aplicarse un 10% de aranceles a todas las exportaciones de otros países a Estados Unidos. Unos 70 países, no obstante, afrontan tasas en función de sus relaciones y balanza comercial, entre ellos la UE. Trump impondrá al bloque comunitario unas tarifas del 15%, si bien ambos equipos continúan negociando y aún no se ha hecho público los detalles del acuerdo.

Foto: GETTY

Los aranceles de Donald Trump han entrado hoy en vigor con el acuerdo de la UE aún sin cerrar. En España el sector agroalimentario es el más afectado por estas restricciones. El aceite de oliva y el vino se verán muy expuestos por estos aranceles, ya que son dos productos que se venden mucho a Estados Unidos. El sector de los bienes de equipo también notará los aranceles, aunque en general en España el impacto será más limitado

El economista y profesor de la Universidad de Alcalá, José Carlos Díez, se ha mostrado a favor de la postura que la Comisión Europea ha adoptado respecto a los aranceles impuestos por Estados Unidos, aceptando un gravamen del 15% a sus exportaciones y rechazando así entrar en una guerra comercial con su presidente, Donald Trump, que no beneficia a nadie. "Porque alguien cometa un error, tú no tienes que cometer el mismo", ha señalado este jueves en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE.

En su opinión, el principal perjudicado de esta política serán los propios consumidores estadounidenses: "Si él se quiere pegar un tiro en el pie y subir la inflación y los precios de los bienes de la cesta de la compra a sus votantes, pues que lo haga", ha insistido.

No obstante, ha instado a la Unión Europea a "evitar que las empresas chinas con ayudas y subvenciones de su gobierno entren en nuestro mercado para competir con industrias y con fábricas europeas". Y es que, en su opinión, la imposición de altas tasas arancelarias de Estados Unidos al país asiático se traducirá en el cierre de este mercado y su sustitución por el europeo.

Foto: AP Photo/Achmad Ibrahim

Han pasado 80 años desde la primera bomba atómica sobre Hiroshima, que destruyó gran parte de la ciudad japonesa el 6 de agosto de 1945. Los pocos sobrevivientes tienen miedo de que el eco de este desastre desaparezca cuando mueran. Este miércoles se ha llevado a cabo un acto para recordar este bombardeo, en el cual han estado presentes.

Kolo Kondo, una de las supervivientes, ha relatado a RTVE lo que recuerda de aquel día, cuando tenía solo ocho meses de vida. "Ese día estaba a 1,1 km de la zona cero. Justo después de lanzar la bomba se fueron, pero volvieron para ver Hiroshima. La ciudad había desaparecido. Entonces, el capitán Luis escribió en un cuaderno: 'Dios mío, ¿qué hemos hecho?'", comenta Kondo.

Diez años después, pudo conocer al copiloto del Enola Gay en un programa de televisión y, al verlo llorar, lo perdonó: "Aprendí que no puedo odiar al enemigo". Ahora, Kondo condena la guerra en Gaza: "Que alguien esté lanzando bombas a hospitales de niños me pone tan furiosa. Los niños son las generación del próximo siglo y los están matando", denuncia. Y con todo, no pierde la esperanza y espera que la gente aprenda, quizás "con esta noticia".

FOTO: RTVE

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha expresado su voluntad para mantener una reunión a tres con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, para poner fin a la guerra de Ucrania. La noticia ha saltado horas después de que el emisario especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, se haya reunido este miércoles con el mandatario ruso durante tres horas en Moscú, en vísperas de que el viernes venza el ultimátum de Trump para que Putin frene la guerra de Ucrania. Sin embargo la Casa Blanca mantiene su intención de imponer sanciones secundarias al comercio con Rusia si vence el plazo de este viernes sin que el Kremlin haya decretado una tregua en Ucrania. La reunión a tres no podría ser en cualquier parte, porque sobre Putin pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional.