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Durante la madrugada de este viernes, Israel ha llevado a cabo un ataque quirúrgico y a gran escala contra Irán. Con Estados Unidos de perfil ante esta ofensiva, las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní podrían naufragar definitivamente.

Para Netanyahu, el silencio de Donald Trump es “un visto bueno, o al menos suficiente para ir adelante”, nos explica Manuel Torres, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide.

Uno de los objetivos de la operación militar de Israel habría sido eliminar la opción de un posible acuerdo nuclear entre la Casa Blanca y Teherán, aunque no ha sido el único. Netanyahu también ha tratado de limitar la capacidad de respuesta militar iraní, atacando sistemas de lanzamiento y bases aéreas.

Ahora, más allá de los ataques de esta noche con misiles, Irán podría optar por otras fórmulas de ataque a Israel. “Es posible que recurran a acciones híbridas en el sentido de afectar el tráfico marítimo o cualquier otro tipo de acto de represalia que ni siquiera tiene que ser en el propio territorio de Israel”, adelanta Torres.

Las protestas contra las redadas a migrantes indocumentados se extienden a más de 20 ciudades en Estados Unidos. En Chicago, Seattle, Denver o Nueva York las manifestaciones se han propagado con fuerza, mientras que Los Ángeles vive se segunda noche con toque de queda.

El Pentágono ha sacado pecho del amplio despliegue de tropas que ya suma más efectivos que en Siria o Irak. En las calles, las redadas continúan y la Casa Blanca acusa a los demócratas de permitir los disturbios.

En Omaha, una de las ciudades pioneras en la industria cárnica, los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas han entrado en una de las plantas y han detenido a sus 80 trabajadores, que no tenían los papeles en regla.

Donald Trump envía más fuerzas de seguridad a Los Ángeles para intentar contener las protestas que se han desarrollado desde el viernes. Para el presidente la situación está fuera de control, forma con la que justifica el envío de 4.000 guardias nacionales y 700 soldados de infantería.

Ante la situación, la alcaldesa, Karen Bass, ha dictado un toque de queda para resguardar la seguridad de los manifestantes. Por su parte, la policía justifica su actuación por el vandalismo y los saqueos que se han dado por parte de los que participan de las protestas.

Las cifras de los detenidos ha pasado de 40 a 200 la tarde del martes. Karen, una de las participantes, dice que "se trata de derechos humanos básicos" y denuncia que "están arrestando a gente en el trabajo, en la escuela".

Tras lo sucedido en Los Ángeles, las protestas se han extendido a otras ciudades como Atlanta, Chicago o Nueva York. Mientras las críticas contra las políticas migratorias de Trump son cuestionadas y señaladas.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha anunciado este martes que entrará en vigor un toque de queda de emergencia en el centro de la ciudad a partir de esta noche como respuesta al aumento de la tensión en las manifestaciones contra las redadas migratorias.

La restricción llega luego de cinco días de protestas en la ciudad, entrará en vigor a partir de las 20.00 hora local hasta las 6.00 GMT del miércoles y abarca aproximadamente un área de 2.5 kilómetros cuadrados.

FOTO: DAMIAN DOVARGANES/AP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta en sesión de control al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su último cara a cara del período ordinario de sesiones del Congreso, bajo el trasfondo de las polémicas por el caso Koldo, los audios de la exmilitante del PSOE Leire García y el procesamiento del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

En el exterior, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha anunciado este martes que entrará en vigor un toque de queda de emergencia en el centro de la ciudad a partir de esta noche como respuesta al aumento de la tensión en las manifestaciones contra las redadas migratorias.

FOTO: EDGAR SAPIÑA/EFE