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El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, ha rechazado el "acuerdo humanitario" que le ha propuesto su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, para repatriar a los 252 migrantes venezolanos deportados desde EE.UU. a cambio del mismo número de "presos políticos" encarcelados en Caracas. Entre ellos se encuentran Rafael Tudares, el yerno del opositor venezolano Edmundo González.

Todos los venezolanos fueron detenidos de Estados Unidos y posteriormente encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una de las prisiones de máxima seguridad de El Salvador, acusados de pertenecer presuntamente al Tren de Aragua.

Maduro ha cargado contra Bukele: "Frente al abuso absoluto de los derechos humanos yo le digo, señor Bukele: póngase a derecho. Responda al cuestionario del fiscal general de la República de Venezuela, de fe de vida de todos los muchachos secuestrados".

El presidente de Venezuela ha pedido lo mismo para Kilmar Ábrego García, el migrante salvadoreño deportado a El Salvador. Estos días, un nuevo grupo de congresistas del Partido Demócrata de EE.UU. ha viajado al país centroamericano para exigir la liberación de Ábrego García, un migrante deportado por el Gobierno estadounidense por error, tal y como asumieron en un primer momento. Sin embargo, ahora la Casa Blanca lo llama "terrorista" y lo acusa de pertenecer a la pandilla salvadoreña MS-13.

  • El mandatario salvadoreño ha pedido que Maduro entregue a 252 "de los presos políticos que tiene en su poder"
  • El mes pasado, la administración de Trump, deportó al menos a 200 venezolanos a El Salvador, acusándolos de ser criminales

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tiende la mano a Donald Trump. Ha empezado liberando a unos presos estadounidenses y ofreciéndose a acoger a los deportados. Trump, de momento, no enseña todas sus cartas. El exilio venezolano le votó para que sacase a Maduro de Miraflores, la sede del Gobierno venezolano, pero las sanciones chocan con los intereses petroleros.