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En los túneles de la acería de Mariúpol se refugian también cientos de civiles, y miles siguen atrapados en la ciudad asediada desde hace más de 50 días. Para ellos se han abierto varios corredores humanitarios, pactados entre Ucrania y Rusia.

Más de un millón de personas han vuelto a sus hogares en el norte y el oeste de Ucrania, y lo que han encontrado en muchos casos es devastación absoluta. Ahora toca reconstruir pueblos enteros, mientras se investigan posibles crímenes de guerra y se entierra a los muertos en localidades como Irpín, que fueron la principal defensa de la capital, Kiev. Informa Javier Gutiérrez, enviado especial de TVE en Irpín.

[Guerra Rusia - Ucrania: sigue la última hora en directo]

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha informado de que han llegado ya al país unos 134.000 refugiados ucranianos, de los cuales unos 64.000 se han acogido a la orden de protección temporal. Las plazas de acogida son ya 24.000, de las cuales 18.000 ya están ocupadas por refugiados. El jefe del Ejecutivo también ha señalado que un 72% son mujeres y un 37% son menores de 18 años: “Lo que vienen son fundamentalmente madres con sus hijos”. La edad media está en 28 años, ha añadido, y ha apuntado a que un 60% tienen formación universitaria o superior y un 20% formación profesional: “Son gente cualificada”.

Ucrania ha anunciado este miércoles un principio de acuerdo para abrir un corredor humanitario desde Mariúpol, por el que se tratará de sacar de esta ciudad del sur del país a unos 6.000 civiles, principalmente mujeres, niños y ancianos.

Rusia, sin embargo, todavía no ha confirmado que haya acordado la apertura de una vía segura. En los últimos tres días no se había abierto ningún corredor humanitario, ni en esa ciudad ni en otras partes del este del país, por falta de garantías de seguridad.

Rusia ha dado un nuevo ultimátum a los combatientes del batallón de Azov y a los soldados ucranianos que aún resiste en el complejo industrial de la acería de Azovstal para que entreguen las armas y se rindan antes de las 14:00 hora local. Se trata del tercer ultimátum esta semana.

Según las autoridades locales, en la planta hay al menos mil civiles, la mayoría mujeres y niños. 

Foto: REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO

El enviado de RNE al Donbás, Fran Sevilla, se encuentra en la estación de tren Kramatorsk (Donetsk) donde hace diez días al menos 60 civiles murieron y decenas resultaron heridas tras el impacto de un misil ruso mientras esperaban a ser evacuados. Desde este importante punto ferroviario se había organizado la evacuación de buena parte la población del Donbás. Ahora esta región está bajo la presión bélica de las fuerzas rusas: miles de soldados rusos -apoyados por artillería, tanques y aviación- avanzan sobre los distintos frentes del Donbás. Las fuerzas ucranianas aseguran que en los próximos días se espera más presión por parte de Rusia intentando hacerse con el control absoluto de la región.

En plena época de la digitalización, son muchos los que esperan recibir una carta con el sello que representa la resistencia de Ucrania frente a la invasión rusa. En él se puede ver a un soldado ucraniano, de espaldas, haciendo la peineta al buque insignia ruso. Una imagen que representa la conversación que tuvo lugar al comienzo de la ocupación entre la guarnición ucraniana de la Isla Serpiente y el lanzamisiles del Kremlin. El sello, que se encuentra a la venta en la ciudad de Leópolis, ha sido elegido por concurso público y está disponible desde el 12 de abril, justo dos días antes de que se hundiera el buque.

Enviados especiales, Carmen Julia Hernández y Luis Montero.

Macron y Le Pen, los dos candidatos a la presidencia de la República Francesa, preparan el único y decisivo debate electoral de la campaña de las elecciones del domingo 24 de abril. La candidata ultraderechista lleva cinco años preparando la cita para evitar lo que ocurrió en 2017, cuando Macron dejó en evidencia sus contradicciones. De hecho, ha exigido cambiar al realizador del debate y los planos de escucha solo se pondrán pinchar cuando el candidato esté mirando a su contendiente porque Le Pen no quiere volver a aparecer dubitativa y consultando sus papeles como sucedió hace cinco años.

¿Cómo se alimenta una población en guerra? La ONG World Central Kitchen está trabajando en Járkov, bajo las bombas. Cary Fukunaga, director de cine y voluntario, nos cuenta cómo trabajan para cocinar y dar de comer a la población víctima de los ataques.

Pablo, desde Moscú, nos cuenta que está en contra de la guerra, pero que también entiende la amenaza de occidente acercándose a la frontera rusa.

La foto es la imagen de la oscuridad cuando se apagan las luces en la guerra de nuestro enviado especial Víctor Guerrero.

El pan es un asunto de estado en la mayoría de los países del Norte de África.  La subida de las populares hogazas ha provocado revueltas sociales e incluso las Primaveras Árabes de hace una década. Por ello, para evitar conflictos sociales, muchos gobiernos magrebíes subvencionan el pan. Libia, Argelia y Marruecos compraban, hasta ahora, millones de toneladas a Ucrania y Rusia. Pero la guerra y la fuerte sequía de los últimos meses en la región han empeorado la situación. El trigo es también el principal ingrediente de la dieta africana. La subida de los cereales y de la gasolina para su distribución pone en peligro la seguridad alimentaria de países del cuerno de África que ya están en riesgo de hambruna.

Foto: Saidu BAH / AFP