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El papa Francisco ha pedido que se luche contra la pobreza para acabar con el terrorismo. Ha sido en Kenia, la primera etapa de un viaje por África que le llevará también a Uganda y a la República Centroafricana. La complicada situación de este último país ha hecho que el viaje sea considerado de alto riesgo.

Una célula tunecina vinculada al grupo yihadista Estado Islámico se ha atribuido el atentado suicida que el martes causó la muerte de 12 militares y heridas a 20 personas en el centro de Túnez capital, y ha amenazado con proseguir con los atentados. Ante esta situación, el Gobierno de Túnez, que tras el ataque ya decretó el estado de emergencia,  ha anunciado el cierre de la frontera con Libia, país del que se sospecha proceden los terroristas que atentan en suelo tunecino.

El papa Francisco ha llegado a Kenia, su primera parada de una gira africana considerada de alto riesgo. El pontífice se ha referido nada más aterrizar al terrorismo, uno de los temás que más preocupan en un continente especialmente golpeado por la barbarie yihadista. "La desesperación, la pobreza y la frustración alimentan la violencia", ha advertido Francisco.

Así ha quedado el autobús en el que iban los policías de la guardia presidencial. Según el Ministerio de Interior, un hombre que llevaba una mochila a su espalda, cargada con 10 kilos de explosivos, la hizo explotar en la puerta del vehículo, justo en el momento en que subían los agentes, la mayoría oficiales. Es el tercer ataque que sufre Túnez en lo que va de año. En los dos anteriores murieron cerca de 60 personas en sitios tan turísticos como el Museo Bardo de la capital y un hotel en la playa de Sousa.

La alianza contra el Estado Islámico o Daesh es compleja y contradictoria porque así lo son las fuerzas en guerra en Siria y los intereses internacionales. Estados Unidos encabezó hace un año una coalición de más de sesenta países. Hay consenso internacional contra el Daesh, pero con diferencias notables. La principal, la figura de Bashar El-Asad. Rusia e Irán respaldan al presidente sirio, mientras que Occidente, los países árabes suníes y las milicias rebeldes quieren que deje el poder. Turquía está con Occidente contra Bashar El-Asad y el Estado Islámico, pero su frontera es el principal paso de abastecimiento de armas y yihadistas al Daesh, y exportación de petróleo. Además, recela del poder creciente de los kurdos, aliados de Occidente contra el Estado Islámico.

Rusia ha confirmado que uno de los pilotos del avión derribado el martes por cazas turcos ha sido rescatado y se encuentra a salvo en la base aérea siria de Jmeimim.

El segundo piloto del bombardero SU-24 derribado murió, según confirmó Moscú. También murió un miembro de la tripulación de un helicóptero que participaba en las labores de búsqueda de los pilotos.

Rusia ha incrementado su potencia de fuego en Siria para proteger a sus aparatos. El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado este miécoles el despliegue de misiles antiaéreos S-400 en la base aérea de Jmeimim, a 30 kilómetros de la frontera con Turquía, de donde despegan sus aviones.