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En Estados Unidos, una niña de 9 años ha conmovido a la ciudad de Charlotte, donde el pasado martes Keith Scott, un afroamericano de 43 años, al parecer desarmado, murió a manos de la policía. Zianna Oliphant no pudo aguantar las lágrimas mientras ofrecía su discurso contra del racismo y la violencia policial. Su voz es la de cientos de ciudadanos de Charlotte, a la hora de hablar tuvo que coger aliento para explicar cómo se sentía: "He nacido y crecido en Charlotte. Y nunca me he sentido de esta manera hasta ahora. No puedo soportar cómo nos tratan". Zianna Oliphant, acompañada de decenas de vecinos en este consejo ciudadano de Charlotte, pedia entre sollozos el final de la violencia contra la población afroamericana."Nuestros padres y madres son asesinados. Y no podremos verles nunca más. Es una pena que tengamos que ir al cementerio y enterrarlos", señalaba entre sollozos. La muerte de Scott ha movilizado a la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte, que ha sido el escenario de amplias protestas. Miles de manifestantes exigían que se hiciera pública la grabación de las cámaras de los agentes implicados. Las autoridades no la publicaron hasta pasados unos días para, según la policía, no poner en peligro la investigación. Los agentes defienden que Scott iba armado, pero los vídeos no lo prueban.

Aumenta la tensión racial en EE.UU. Por segunda noche consecutiva ha habido graves disturbios en las calles de Charlotte, en Carolina del Norte. Los enfrentamientos entre manifestantes y la policía, que ha usado gases lacrimógenos y balas de goma, han dejado varios heridos, uno en estado crítico y decenas de detenidos. El desencadenante ha sido la muerte, de un ciudadano afroamericano a manos de la policía. Según la versión oficial el hombre llevaba un arma, pero su familia y varios testigos aseguran que se trataba de un libro. El gobernador de Carolina del Norte ha decretado el estado de emergencia.

Los choques entre decenas de manifestantes y la Policía, empezaron poco después del atardecer. Los manifestantes ocasionaron destrozos cuantiosos a comercios y al mobiliario urbano. y la Policía, por su parte, realizó numerosas detenciones. Durante los disturbios se informó en un primer momento que una persona había fallecido como consecuencia de un disparo de otro civil, pero a continuación se ha comunicado que no ha muerto, sino que se encuentra en realidad en estado crítico. "El civil que sufrió una herida de bala durante las protestas está en soporte vital, condición crítica. No ha muerto", ha aclarado la Alcaldía de Charlotte en su cuenta oficial de Twitter, en la que una hora antes había informado de la muerte.

El gobernador de Carolina del Norte ha declarado el estado de emergencia en Charlotte tras otra noche de disturbios por la muerte de un afroamericano a manos de la Policía

La ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte, fue escenario este martes de enfrentamientos entre la Policía y manifestantes que protestaban por la muerte a tiros de un hombre negro. Decenas de personas han resultado heridas, ninguna de gravedad.

Los manifestantes portaban pancartas con lemas como "Dejad de matarnos", "Sin justicia no hay paz" o "Las vidas de los negros también importan" (Black lives matter), lema de las protestas contra la violencia policial.

La Policía mató a tiros Keith Lamont Scott, de 43 años, en un aparcamiento de la localidad al que habían acudido para detener a otra persona.

Según la versión oficial, Scott salió de su vehículo con un arma en la mano. "El sujeto salió del vehículo armado con una arma de fuego que suponía una amenaza de muerte inminente para los agentes, que seguidamente dispararon sus pistolas", informó la Policía de Charlotte en un comunicado.

Sin embargo, la familia del fallecido ha negado que estuviese armado y ha asegurado que llevaba un libro que estaba leyendo mientras esperaba que su hijo regresase de la escuela.

Tres personas han interrumpido el comienzo de la gala inaugural de la 64 edición del Festival de San Sebastián para reivindicar el regreso al País Vasco de los presos etarras enfermos. Pocos minutos después del arranque de la ceremonia, una persona se ha levantado de su asiento con una pancarta y ha gritado en francés "presos enfermos a casa".

A continuación, y después de que los responsables de seguridad hubiesen expulsado de la sala a esta persona, un segundo individuo se ha levantado también con una pancarta en la mano y ha reivindicado, esta vez en euskera, el regreso de los presos vascos.

Una tercera y última persona ha repetido el mismo gesto minutos después, también con una pancarta en la mano y con la misma reivindicación. La gala ha continuado con normalidad, después de que esta tercera persona haya sido también expulsada.

El fiscal Deltan Dallagnol, responsable del caso Petrobras, ha acusado al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de ser el "comandante máximo" de la red de corrupción en la petrolera estatal, que movió miles de millones de dólares.

Lo ha dicho en una rueda de prensa en la ciudad de Curitiba después de que la Fiscalía de Brasil presentara cargos por corrupción pasiva, fraude documental y lavado de capitales contra el expresidente y su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, en una investigación sobre la propiedad de un apartamento en la playa que los fiscales le atribuyen y que el exgobernante niega poseer.

Los abogados de Lula, en un comunicado, han respondido que los cargos presentados por la Fiscalía "tienen motivación política", carecen de respaldo jurídico y son una "farsa".

El anuncio ha provocado manifestaciones en las calles de varias ciudades brasileñas para apoyar a Lula.