El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha anunciado su plan para rearmar el país frente a lo que considera la amenaza "más grave, más inmediata y más impredecible" desde la Guerra Fría, representada en particular por Rusia. El líder laborista prevé aumentar el gasto militar del 2,3% al 2,5% del PIB en 2027 y planea invertir 15.000 millones de libras (unos 1.800 millones de euros) en armamento nuclear.
En el seno de una nueva ofensiva israelí en Gaza, 828 abogados británicos, incluyendo jueces jubilados del Supremo, han escrito una carta al primer ministro Keir Starmer para pedir acciones inmediatas contra los miembros del Gobierno de Netanyahu por el "empeoramiento de la catástrofe en el territorio palestino ocupado: Gaza, Cisjordania y el este de Jersualén".
En la declaración escrita, el conjunto de letrados demanda sanciones financieras y de movimientos por violar el derecho internacional. Además, califican la acción de Israel como "genocidio" o un "posible riesgo de que se esté cometiendo" y recuerdan a Starmer que hace unos días tildó de "intolerable" el sufrimiento de la población gazatí.
Aún era de noche cuando los líderes europeos embarcaban en el tren con destino a Kiev. El nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, han viajado juntos y en buena sintonía.
En otro tren iba el primer ministro polaco, Donald Tusk. Han llegado a la capital ucraniana pasadas las 7 de la mañana. Ya en la plaza del Maidán, el presidente Volodímir Zelenski les ha dado la bienvenida. Allí han rendido homenaje a los soldados ucranianos caídos en la guerra. Un día después de que Moscú, junto a sus aliados, presumiera de poderío militar en el día de la victoria soviética en la II Guerra Mundial, los dirigentes europeos han vuelto a exigir a Putin que acepte el alto el fuego de 30 días que está sobre la mesa. También han hablado por videoconferencia con Giorgia Meloni y Mark Rutte y por teléfono con Donald Trump, que presiona desde el Despacho Oval. Aunque su mensaje, aclara, va dirigido a ambas partes.
El Kremlin asegura que tienen su compromiso si se discuten "numerosos matices". Este sábado acaba la tregua unilateral de 72 horas de Putin y Kiev y Moscú se acusan mutuamente de romperla.
Foto: Press Service of Ministry of Foreign Affair of Ukraine/Handout via REUTERS
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado su primer gran acuerdo comercial desde que empezó la guerra arancelaria. Ha sido con uno de sus socios históricos, el Reino Unido. Trump lo considera un gran acuerdo para ambos. Aún quedan detalles por ultimar, pero a grandes rasgos no exime a los británicos de la tasa general del 10% para sus productos. Sí les rebaja los aranceles a los coches, al acero o al sector aeronáutico. A cambio, Londres abrirá más su mercado a los productos agrícolas y la maquinaria estadounidense, además de comprar aviones de Boeing.
En Inglaterra, la extrema derecha es la gran vencedora de las elecciones locales celebradas este jueves. Eran los primeros comicios tras el triunfo laborista de Starmer del pasado verano. El líder de Reform UK, Nigel Farage, quien admira a Trump y comparte un discurso antiinmigración, asegura que su partido ha vuelto para quedarse.
El partido populista de derechas Reform UK ha ganado siete de 23 consistorios en las elecciones municipales parciales celebradas el jueves en Inglaterra, correspondientes en buena medida a zonas que votaron por el Brexit en el referéndum de 2016.
Starmer, ante la pérdida de un asiento laborista en la Cámara de los Comunes, ha destacado que fueron elegidos el año pasado "para traer el cambio". "Estoy decidido a que avancemos más y más rápido hacia ese cambio que la gente quiere ver", ha asegurado el líder laborista.
El primer ministro británico, Keir Starmer, cree que Europa debe estar preparada para defender un futuro acuerdo de paz en Ucrania. Para ello, Starmer insiste en una nueva cumbre virtual de líderes en enviar tropas tras el cese de hostilidades.
Ha reunido este sábado por videoconferencia a 25 líderes mundiales de la llamada 'Coalición de Voluntarios' con el objetivo de que asuman compromisos concretos de apoyo a Ucrania y aumenten la presión sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, para que acepte el alto el fuego propuesto por Estados Unidos.
El primer ministro británico, Keir Starmer, reúne este sábado por videoconferencia a unos 25 líderes mundiales con el objetivo de que asuman compromisos concretos de apoyo a Ucrania y aumenten la presión sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, para que acepte el alto el fuego propuesto por Estados Unidos.
Entre los participantes, está prevista la presencia del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, y los líderes de los principales países de la Unión Europea, de socios de la OTAN, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, indicó Downing Street (residencia del primer ministro británico) en un comunicado.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quiere pasar página y reconstruir puentes con Estados Unidos, a quienes ahora agradece reiteradamente porque, sin ellos, "Ucrania no podría resistir". El mandatario también apela a las garantías de seguridad que no le da Washington, pero que sí estaría dispuesta a ofrecer Europa con "botas en el suelo y aviones en el cielo", en palabras del primer ministro británico, Keir Starmer
Pero ese despliegue todavía está lejos. Por el momento, Reino Unido y Francia presionan a Zelenski para que acepte una tregua con el fin de evaluar la "buena fe" de Putin. Al mismo tiempo, la unidad europea será puesta a prueba este jueves en la cumbre extraordinaria de Defensa. Eslovaquia y Hungría podrían vetar los intentos de aumentar el gasto en armas. Por su parte, el Kremlin cree que armar a Ucrania no es un plan de paz, mientras destaca el acercamiento del presidente estadounidense, Donald Trump, a su homólogo ruso, Vladímir Putin, y considera a Zelenski un obstáculo.