Entre las novedades, antes de que entre en vigor la reforma fiscal, quedan exentas de declarar las ganancias derivadas de la dación en pago de la vivienda habitual. Se establecen nuevas posibilidades de compensación para quienes hayan perdido dinero con deuda subordinada y preferentes. Y se introduce un límite de 180.000 euros para las indemnizaciones por despido.
También por primera vez, los contribuyentes sabremos cuál es el destino de los impuestos que pagamos.