Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Comienzo de las excavaciones del V Plan de Fosas del Govern de les Illes Balears en el cementerio de Ses Figueretes, en Eivissa / Ibiza. La intervención es llevada a cabo por el equipo Aranzadi-ATICS. Vídeo emitido en el informativo territorial el 18/11/2025.

Foto: EFE/ Sergio G. Cañizares

Puedes descubrir más historias de las fosas de la Guerra Civil y el franquismo en el especial de RTVE Noticias

El franquismo suprimió toda forma de movimiento obrero durante la dictadura, sometiendo toda forma de reivindicación trabajadora y supeditando su actividad a un único entente: el Sindicato Vertical. Un sindicato tan sólo en nombre, que en realidad reprimía cualquier manifestación pública que se alzase contra las condiciones laborales de la época. Con el paso de los años, desde la clandestinidad se forjaron distintos movimientos que abrazaban el entrismo: la revolución desde dentro.

Este reportaje de Guillermo Hernández, enmarcado en la iniciativa de RTVE #50añosDelGranCambio, encapsula cinco décadas de transformación del movimiento obrero, desde los primeros focos de insumisión profesional frente a la dictadura hasta la consagración de los aparatos sindicales y del derecho a huelga con la aprobación de la Constitución, incluyendo el legado icónico de sindicalistas pioneros como Marcelino Camacho o Nicolás Redondo. Lo hace a través de los testimonios de quienes padecieron la persecución, que recuerdan la amnistía y el exilio de quienes lucharon por los derechos de todos los trabajadores españoles.

En el instituto, Axel aprendió que durante la dictadura la gente del colectivo LGTBIQ+ sufría represión. No solo sufrían palizas e insultos; también se enfrentaron a hambruna y marginación. "Me imagino que fue una época bastante horrible y sufrida. Siempre me ha impactado pensar en el sufrimiento y la angustia que vivían estas personas, que se escondían", cuenta este joven.

Axel es afortunado porque no vivió aquel contexto de persecución social y es uno más en esta sociedad diversa. Sin embargo, se pone en la piel de quien vivió el franquismo y reconoce que en aquellos años "angustiosos" habría sufrido bastante. "Estaría alienado. No me sentiría yo mismo porque no existían espacios seguros ni personas en las que confiar totalmente", opina.

En 2025, Axel siente que con el paso de los años todo ha ido a mejor. "Puedo expresar con relativa libertad quién soy y cómo me siento", sostiene.

FOTO: GETTY IMAGES

Ramón Linaza vivió el franquismo siendo persona LGTBIQ+. "El miedo era el sentimiento que dominaba la vida social. Tenías que ir con cuidado sobre qué decías, a quién y dónde", recuerda Ramón.

Este hombre asegura que aquellos años fueron ominosos y el ocultarse tenía un propósito: mantenerse en vida. "Vivíamos en una sociedad dictatorial, absolutamente homófoba, machista y represora. Supe cuidarme y procuraba que ni en el colegio ni en la mili nadie conociera cuál era mi orientación sexual", explica.

Tras la muerte de Franco, fueron creándose los primeros sitios de ambiente en Chueca y surgió en Barcelona la primera marcha del Orgullo en 1977. En Madrid, la primera manifestación tuvo lugar en 1978 y congregó alrededor de 10.000 personas. "Nos mandaron a la calle Menéndez Pelayo, al lado del Parque del Retiro, para que no se viera mucho en la ciudad. La policía se mostraba nerviosa y nos presionaba todo el tiempo para acelerar y que la marcha terminara", relata Ramón. "Al año siguiente nos mandaron a la Casa del Campo a hacer un pícnic y en el año 80, creo recordar que fue en Vallecas".

FOTO: R. LINAZA

A punto de cumplirse los 50 años de la muerte de Franco, el Gobierno ha aprobado un Real Decreto para eliminar los más de 6.000 símbolos relacionados con la dictadura que siguen visibles. Entre ellos hay unas 4.400 placas con el yugo y las flechas en edificios de vivienda social protegida. También hay cientos de calles con nombres de generales franquistas o monumentos que aún conmemoran victorias franquistas en algunas batallas de la Guerra Civil. FOTO: EFE / ZIPI

En los años 50, España sale de la cartilla de racionamiento tras la posguerra. Alrededor de 12 millones de españoles, el 40% de la población, abandona el campo y migra en busca de empleo a las grandes ciudades. En 1975 el régimen de Franco construyó miles de viviendas de protección oficial, casas sobre todo en propiedad, y esto sentó las bases del mercado inmobiliario que hoy tenemos. Un reportaje de Blanca Pascual, periodista del área de Economía en RNE.

En los años 60 España se transforma en uno de los principales destinos de vacaciones para los europeos en un contexto de recuperación económica después de la Segunda Guerra Mundial. La infraestructura hotelera no daba de sí ante tanto crecimiento y supuso un impulso a la construcción y a las conexiones aéreas. El turismo financiaba el 70% del déficit comercial. En los años 80 ya es uno de los principales turísticos del mundo y en los 90 con la devaluación de la moneda aumento el atractivo del país. En el siglo XXI España sigue haciendo valer su etiqueta de país seguro respecto otros destinos como el Magreb. La pandemia supuso un freno para el sector, pero el turismo se ha vuelto a impulsar después de la crisis del covid-19. A día de hoy representa un 21% de la riqueza del país y genera 3 millones de puestos de trabajo. Un reportaje de Blanca Pascual.

50 años después de la muerte del dictador Francisco Franco, las nuevas generaciones no ven la dictadura como algo necesariamente negativo, pese a no vivirla. Según el CIS, el 20% de los jóvenes entre 18 y 24 años cree que la dictadura fue "buena o muy buena". Los expertos creen que esta tendencia se debe a que no se ha abordado el franquismo de manera adecuada en la educación obligatoria y a que los jóvenes ven como han perdido estatus respecto a sus padres. Además, la extrema derecha ha normalizado ciertos postulados franquistas. Las redes sociales también juegan un papel en este blanqueamiento ya que propagan bulos y mitos del franquismo. Es un reportaje de Mar Lupión.

Esta semana se cumplen 50 años del fin del franquismo y todavía hay muchas heridas abiertas, algunas en forma de lugares donde las víctimas sufrieron en toda su crudeza la represión de la dictadura. Es el caso de la Dirección General de Seguridad, hoy sede de la Comunidad de Madrid.

El Gobierno ha declarado el edificio lugar de memoria democrática. Pero el Ejecutivo autonómico lo ha recurrido ante los tribunales. Hemos querido detenernos en lo que se vivió allí.

Foto: Europa Press/A. Pérez Meca

Tras la II Guerra Mundial, el apoyo del gobierno de Franco a las potencias del Eje provocó que el resto de países occidentales sometiesen a España a un aislamiento internacional que trajo consigo un necesario racionamiento de los recursos y la adopción de una fórmula de gobierno autárquica, dominada por una grave depresión económica. No obstante, la gradual apertura del régimen acercó al país a los estadounidenses, que encontraron en España a un aliado estratégico contra sus rivales comunistas, definiendo a Franco como un "tirano amistoso".

En este reportaje de Javier Álvarez, enmarcado en el trabajo de RTVE bajo el lema #50añosDelGranCambio , coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte del dictador, repasamos a través de los distintos testimonios académicos la cronología que experimentó el país desde el abrazo de Eisenhower y la instalación de las bases americanas hasta la consolidación del modelo democrático global y el pleno aperturismo con la entrada de España en la OTAN y en la Comunidad Económica Europea.

  • El régimen franquista asesinó a dos integrantes del FRAP y tres de ETA en septiembre de 1975
  • Todos sufrieron "unas torturas brutales y salvajes" con un juicio que fue una "auténtica farsa"

Durante el franquismo y la Transición, el Patronato de Protección a la Mujer fue un entramado de centros que sirvió para encerrar a jóvenes que no encajaban con el modelo de mujer que promovía el Régimen. Reformatorios llevados por congregaciones religiosas donde las chicas pasaban un infierno. No era el único lugar donde se encerraba a las mujeres incómodas. Desde el siglo XIX se utilizaban manicomios como el de Conxo en Galicia para encerrar a mujeres con discapacidad o que quería ser demasiado libres para su época. Esto no sólo sucedió en España, sino también en otros países como Irlanda, Francia o Italia.

Tras la muerte de Franco, la economía vivió su propia transición con el desmontaje del marco del intervencionismo desarrollista en el que participaron grupos de poder del propio franquismo y los nuevos actores democráticos. En la década de los 80 se llevó a cabo una dura reconversión industrial y comenzaron las grandes privatizaciones que continuaron durante los años 90. La factura de todos esos cambios económicos fue enorme, pero la economía consiguió modernizarse y se transformó, con la industria y la agricultura cediendo peso a favor de los servicios. Informa Cristina Ganuza.

Segundo capítulo de "Después de Franco… ¿qué?", monográfico especial con motivo del 50 aniversario de la muerte del dictador.

El sector inmovilista del régimen, "el búnker", creyó erróneamente que las instituciones y el pueblo permitirían mantener un franquismo sin Franco. Por eso fueron hostiles desde el principio al proceso de transición. Fuerza Nueva, dirigida por Blas Piñar, fue el partido más representativo de esa extrema derecha que rechazaba en bloque la democracia liberal. Aunque el peso electoral de los nostálgicos fue mínimo, su influencia tuvo gran importancia por conexiones con el mundo económico y los aparatos del Estado. La principal amenaza para la naciente democracia fue el levantamiento militar consumado en la intentona golpista del 23F. Si Fuerza Nueva representaba el franquismo político, la Alianza Popular de Manuel Fraga pretendió recoger, en su primera etapa, el voto del llamado "franquismo sociológico": clases medias que tenían una visión positiva de la dictadura. A partir de 1982 la ultraderecha se reinventa y el discurso neofranquista cede paso a otras reivindicaciones, en buena medida importadas de sus homólogos europeos: lucha contra la inmigración, cuestionamiento de la Unión Europea, denuncia de la inseguridad en las calles... Pero ninguno de los partidos surgidos en ese espectro ideológico tuvo una relevancia significativa hasta la aparición de Vox. En la actualidad se habla del resurgimiento de un cierto franquismo sociológico entre los más jóvenes, la visión idealizada de un régimen que no vivieron.

Este documental, con guion de Luis Zaragoza y diseño sonoro de Mayca Aguilera, cuenta con las voces de los historiadores Xavier Casals, autor de libros como 'La transición española: el voto ignorado de las armas', y Carme Molinero, coautora de 'La transición: historia y relatos'. Participan también los periodistas Juan Fernández-Miranda ('Objetivo: democracia') y Mariano Sánchez Soler ('La larga marcha ultra'), además del exdirigente político y sindical Nicolás Sartorius, al que se puede leer en 'El final de la dictadura: la conquista de la democracia en España'. El programa se completa con sonidos del Archivo RTVE y del Archivo Histórico del Partido Comunista de España.