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Hamás ha liberado a los 20 rehenes que seguían con vida antes de que Donald Trump aterrizara en Israel. Nada ha sido casual. Al presidente le ha dado tiempo a ver a las familias de los rehenes antes de hablar en el Parlamento y allí se ha dado un baño de masas y ha dicho que esto no es solo el final de la guerra, sino el inicio de un nuevo periodo en Oriente Próximo. Inusual, inédito o impensable son algunos de los adjetivos que ha utilizado para describir un plan que, dice, será recordado por generaciones.

Foto: AP Photo/Evan Vucci

"Bienvenidos a la tierra de la paz". Así rezan cientos de carteles repartidos por la ciudad-balneario egipcia de Sharm El Sheij, con la imagen sonriente del presidente estadounidense, Donald Trump y su homólogo egipcio Al Sisi. Ambos son los organizadores de esta ambiciosa cumbre de la que, esperan, salga un programa de futuro para Gaza. Pese a la asistencia de una veintena de líderes y jefes de Estado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no estará presente.

Al Sisi ejerce de anfitrión para la asistencia de países occidentales como España, Alemania e Italia, así como una nutrida representación del mundo árabe. También estará presente el ex primer ministro británico, Tony Blair, la única persona que Trump cita con nombre y apellido, junto a él mismo, en su plan de crear una comisión encargada de velar por la transición del control político en Gaza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha agradecido a su homólogo estadounidense, Donald Trump, su mediación para lograr un acuerdo de paz entre el Gobierno hebreo y la organización yihadista Hamás. "Presidente, usted está comprometido con esta paz, yo estoy comprometido con esta paz, y juntos, lograremos esta paz, ya lo hicimos antes con los acuerdos de Abraham", ha dicho Netanyahu dirigiéndose a Trump en el Parlamento israelí.

Una vez iniciado el alto el fuego en Gaza, Israel recibe a los 20 rehenes vivos de Hamás. A cambio, pone en libertad a cerca de 2.000 prisioneros palestinos, entre ellos, 250 con penas muy elevadas, incluida la cadena perpetua, cuyos nombres ya han sido publicados por las autoridades israelíes. La lista no incluye a algunos de los pesos pesados exigidos por los negociadores de Hamás, como ya había adelantado el Estado hebreo que, además, ha excluido del intercambio a los miembros de las brigadas que perpetraron los ataques del 7 de octubre.

Miles de personas se abalanzan sobre los primeros camiones de ayuda que entran en la devastada Franja de Gaza. Cientos de camiones comenzaron a pasar este domingo al enclave palestino. Es el mayor envío de alimentos y suministros médicos desde el inicio de la guerra. Algunas voces reclaman seguridad, que los camiones estén protegidos, distribuir la ayuda a través de organizaciones internacionales para que nadie quede desamparado. La ONU ya alertó hace meses de una situación de hambruna de medio millón de palestinos. Ahora, según el acuerdo de paz, Israel deberá permitir el paso de 600 camiones de ayuda diarios.

En este tercer día de alto el fuego, miles de palestinos siguen volviendo a Ciudad de Gaza, a tratar de identificar entre los escombros lo que fueron sus casas. La magnitud de la destrucción es desoladora. En Tel Aviv, celebran el inminente regreso de los rehenes. A un lado y otro dan la bienvenida al principio del fin de la guerra, pero quedan muchos interrogantes y el futuro del plan de paz sigue siendo incierto.

Foto: EFE/EPA/HAITHAM IMAD

Tras más de dos años de masacre en Gaza, Israel y Hamás han acordado un alto el fuego que ya ha entrado en vigor. Es la primera fase del plan de paz propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, que se va a ratificar este lunes en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij. Un pacto "de una potencial paz", dice la investigadora principal para Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto ElCano, Carlota García Encina, en el informativo 24 horas Fin de Semana. "Quedan todavía muchísimas cosas que resolver y que dejar bien claro pero es un plan de paz amplio, ambicioso y que va en el buen camino", afirma. Esta primera fase incluye la liberación de los rehenes en la Franja de Gaza, la llegada de ayuda humanitaria y la retirada de las fuerzas israelíes hasta la línea pactada entre Trump y Netanyahu.

Cree que este inicio de acuerdo favorece a ambas partes, al primer ministro israelí porque aspira a un último mandato tras las elecciones del año que viene, y a Hamás porque "quizás ve este plan como una posibilidad para tener todavía un papel en Gaza en el futuro", por lo que aboga por un "cauteloso optimismo". Destaca también el papel de Estados Unidos y de sus tropas. "Donald Trump quiere que esto salga bien", dice la investigadora, porque quiere mantener vigentes los Acuerdos de Abraham, en peligro durante todo este tiempo, especialmente tras los bombardeos de Israel sobre Qatar.

Rehacer un camino, rehacer la vida. Es lo que están haciendo miles de palestinos. Han dejado de ser desplazados por la guerra. Regresan a Gaza, a su ciudad, ahora en ruinas. "Huimos bajo el fuego y ahora volvemos a la destrucción", cuenta Nael, antes de descubrir que los cuatro pisos de su casa ya no existen.

Según la ONU, más del 90% de las viviendas están total o parcialmente destruidas. Toca hacer un espacio habitable, pero no hay agua ni comida.

En algunos barrios, ya no suenan las bombas, sino el bullicio donde este primer domingo en paz, han vuelto a colocar algunos puestos de mercado, aunque apenas hay dinero para comprar.

Un alivio son estos camiones con alimentos y medicinas. La ayuda humanitaria empieza a entrar en la Franja, desde Egipto y por varios pasos fronterizos. Según el acuerdo de alto el fuego, Israel dará vía libre a 600 camiones de ayuda al día.

En Tel Aviv esperan ansiosos la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás. De momento, avanza la parte más fácil del acuerdo de paz.

Foto: OMAR AL-QATTAA / AFP