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Dos horas y media después del cierre de las urnas y con el resultado reconocido por todos Emmanuel Macron se El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, se trasladó a la Explanada del Louvre, donde miles de seguidores le han aclamado bajo los acordes del Himno de la Unión Europea, basado en la Novena Sinfonía de Beethoven. El más europeísta de los candidatos que aspiraban a la Presidencia de Francia hizo de esta manera una clara declaración de atenciones, recibida con alborozo por sus partidarios.

Macron ha apelado a la "unidad", y se ha dirigido a todas las formaciones: "No cederemos ante el miedo ni ante la división", clamó Macron ante sus partidarios. "Esta tarde Europa es el mundo que nos contempla, y espera que defendamos sobre todo el espíritu de las luces", ha dicho el presidente electo ante su emocionada esposa Brigitte Trogneux, que se reunió con él en la tribuna ante las ovaciones de los asistentes.

Hollande llegó al Elíseo como la "esperanza de cambio" para el país. Y con el firme propósito de no aplicar la austeridad exigida por Berlín ante la crisis económica. Pero algunas de sus reformas se quedaron cortas para los liberales y con otras encontró la oposición en sus propias filas.

A mediados de mayo habrá un nuevo inquilino o inquilina en el Palacio del Elíseo que lo acomodará a su gusto y necesidades. Ahí no intervendrán sus estrategas de campaña y, sin embargo, el despacho y el mobiliario que elija, dirán mucho del nuevo presidente galo. Una exposición en París muestra algunos de los muebles de los más poderosos.

Decir Quinta República es decir Charles de Gaulle, héroe de la resistencia e inspirador de ese cambio constitucional que en 1958 transformó un sistema parlamentario en uno mixto, muy presidencialista. Desde entonces De Gaulle marca la política francesa. Pompidou, Giscard d'Estaing, Mitterrand, Chirac, Sarkozy y Hollande le han sucedido en el sillón presidencial.

Le Pen gira en torno al proteccionismo, el cierre de fronteras y la prioridad nacional, con un discurso anti europeísta, anti inmigración y anti globalización. Choca de pleno con el programa de Macron, ex Ministro de Economía, defensor de la apertura de los mercados y, tan dispuesto a mantener la polémica reforma laboral, como a aplicar otras que transformen la economía francesa y las instituciones europeas.