La fiesta ilegal lleva tres días activa en las antiguas canteras de Roiz, en la localidad cántabra de Valdáliga. La Guardia Civil ha explicado a TVE que el lugar "es propiedad privada" y que "el propietario ha denunciado la ocupación de su terreno". Además, "han accedido sin ningún tipo de autorización". El operativo ha consistido en "evitar los accesos y en pruebas de alcohol y drogas a medida que iban abandonando el lugar". Así han logrado que no se masifique esta rave, la primera que se hace en Cantabria, y en la que se calcula que han participado unas 400 personas.
La Guardia Civil explica que "es una infracción muy grave la que está cometiendo los organizadores con multas de hasta 600.000 euros y a los asistentes multas muy cuantiosas que van de los 600 a los 30.000 euros". Esta cita ilegal ha pillado por sorpresa a los 300 vecinos del pueblo. Las autoridades confían en que este miércoles desalojen por completo el recinto los últimos asistentes a la fiesta.