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Esta semana partía del puerto de Odesa, en Ucrania, con destino Líbano, un buque cargado de cereales, el primer barco que ha logrado salir del país desde la invasión rusa a finales del pasado febrero. ¿Supone un avance importante en la lucha contra el hambre? Lo analizamos en Las mañanas de RNE con José María Sumpsi, miembro del grupo de alto nivel de expertos del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de Naciones Unidas y catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid.

Este afirma que es muy positivo, que aliviará tensiones en ese terreno, pero que la causa del hambre en el mundo no solo es a consecuencia de la guerra en Europa. "La salida es un alivio pero no es una solución definitiva", comenta. Esta solo ha agravado una situación que viene acrecentándose desde hace años. "Desde 2015 el número de personas que pasan hambre en el mundo está aumentando", dice Sumpsi. Uno de los problemas es el cambio climático, que está afectando a las producciones. "Hace que desde hace 4 o 5 años no haya una cosecha normal a nivel mundial", lamenta, y avisa de que "la crisis alimentaria, especialmente en África, está en un momento delicado". "Esta situación de crisis alimentaria lleva años presente y puede perdurar incluso aunque la guerra se acabe", añade. Además, recuerda que Latinoamérica también se puede ver afectada por la falta de fertilizantes, cuyo principal exportador es Rusia.

Numerosos países dependen del grano ucraniano. Sumpsi celebra el acuerdo y pone en valor la labor mediadora de Turquía y de las Naciones Unidas, pero pide prudencia: "El comienzo el positivo pero hay que ver cómo se desarrolla en los próximos meses". El acuerdo contempla la salida de todo el grano ucraniano almacenado de la cosecha anterior, unas 20 millones de toneladas, repartidas en 5 millones cada mes, por lo que vaticina que "en 4 o 5 meses" haya salido todo. Una exportación importante, no solo desde el punto de vista del hambre, sino para que se pueda seguir recogiendo la cosecha de este año al vaciar los silos que la almacenaban. Hay aún 20 barcos esperando en Odesa.

La globalización favorece la interconexión de los estados en todos los sentidos y en todos los sectores, como el alimentario o el energético. La escasez, también energética, está afectando a la inflación a nivel mundial, señala el catedrático. "Putin está usando su poderío en el tema energético y en la alimentación para condicionar, e incluso chantajear, a los países". "El hambre se puede utilizar como arma", confiesa. Sumpsi alerta de que la hambruna puede además agravar el problema migratorio.

Al hilo de lasmedidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno, en Las Mañanas de RNE hablamos conAbel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, sobre las luces de Navidad en esa ciudad. Caballero ha explicado cómo van a actuar estas fiestas: “Encenderemos las luces durante seis horas en lugar de siete horas y esto ya supone un ahorro del 14,4%” y ha afirmado que se adaptarán a todas las medidas del Gobierno. Además, ha defendido que seguirá habiendo una Navidad maravillosa y que “cumplirán con todos los requisitos de ahorro energético multiplicando por dos el ahorro que solicita España y Europa.” Ha apoyado las medidas tomadas por el Ejecutivo y ha explicado que son perfectamente compatibles con el crecimiento económico y que hay que arrimar el hombro: “Yo no sé exactamente lo que plantea la presidenta Ayuso, pero creo que es obligado que todos cooperemos y restrinjamos el consumo eléctrico.”

¿Por qué la guerra de Ucrania deja de abrir los informativos? ¿Se cansa la audiencia, o los periodistas? ¿Por qué se olvidan los conflictos? ¿Por qué es importante seguir hablando de las guerras del mundo? Se lo preguntamos a Fran Sevilla, corresponsal en Washington, que ha sido enviado especial a muchas guerras y estuvo dos meses y medio en Ucrania, y a Cristina Sánchez, compañera del área internacional, ha cubierto varias guerras, estuvo tres veces en Siria, y presentó durante casi una década el programa de Radio 5 'Países en conflicto'.

La guera en Ucrania ha trastocado el panorama internacional. La respuesta conjunta de Occidente frente al atraque de Putin ha puesto el papel de la Unión Europea y de la OTAN en el día día mediático. En el informativo 24 horas de RNE, conversamos con José Manuel García Margallo, exministro de Asuntos Exteriores y actual eurodiputado del Partido Popular.

"Hace menos de tres años, el porvenir de la Alianza Atlántica era absolutamente oscuro. La invasión de Rusia la ha revitalizado enormemente", afirma García Margallo. Con todo, considera que hay que relativizar esto, ya que "son muchos más países los que no han sancionado a Rusia que los que la han sancionado". Asimismo, lamenta que en la cumbre de la OTAN de Madrid no se pusiera más énfasis en lafrontera sur y enAmérica Latina. Sobre el conflicto en el terreno, cree que existe el riesgo de que se cronifique: "Lo más previsible es que haya un alto al fuego, pero que Rusia no abandone ni Crimea ni el Donbás".

Margallo pone el foco en la necesidad del gas argelino. Con los dos gaseoductos y las siete estaciones de regaisificación con las que cuenta España, considera que"podríamos haber suplido el 40% del gas de Rusia". Sin embargo, critica la decisión del Gobierno de no haber terminado la conexión con Francia por Catalunya. Afirma que tendremos gas de Argelia, aunque más caro: "Hay que traerlo por metaneros y ellos nos van a subir el precio".

Considera que el nuevo concepto estratégico de la OTAN no ha cambiado la situación de Ceuta y Melilla, aunque explica que "es nuestra responsabilidad defendernos". Afirma que "el gobierno de Sánchez fue muy mal recibido en Marruecos desde el principio", algo que empeoró con la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, y desecadenó en la entrada ilegal de más de 12.000 personas por la frontera de Ceuta en marzo de 2021. El reciente cambio de postura sobre el Sáhara Occidental, añade, no ha mejorado la situación.

Les contamos cómo ha sido posible llegar a desbloquear los puertos ucranianos y cómo se desarrolla el primer trayecto comercial de un barco cargado de grano. Hablamos de la estrategia naval presentada ayer por el presidente ruso Vladirmir Putin durante las celebraciones del Día de la Armada. Miramos a Irak, donde los partidarios del clérigo Al Sader siguen ocupando el parlamento desde el sábado mientras miles de ciudadanos se manifiestan contra ellos. Y seguimos pendientes de los incendios en el Estado de California.

En el norte de Kosovo, donde la mayoría de ciudadanos son de origen serbio, han empezado a retirar barricadas que colocaron en señal protesta por la decisión de las autoridades de prohibir documentos de identidad y matrículas emitidas por Serbia. Kosovo cerró dos pasos fronterizos y ambas partes incrementaron la presencia policial. El gobierno kosovar denuncia que detrás de estas protestas hay bandas criminales y hablan de una decena de heridos, incluidos policías; pero para rebajar la tensión, a petición de Estados Unidos y la UE, han pospuesto un mes la entrada en vigor de las nuevas medidas. El conflicto estalló cuando la antigua provincia serbia declaró unilateralmente su independencia, desde entonces, el pequeño estado balcánico ha logrado el reconocimiento oficial de unos 100 países.

FOTO: Armend NIMANI / AFP

La tensión crece cada vez más entre Kosovo y Serbia. Ambos países no han conseguido sellar la paz definitiva después de poner fin a la guerra hace más de 20 años. El detonante del último episodio es la entrada en vigor de una normativa kosovar que obliga a los serbios que entren en Kosovo a cambiar sus documentos de identidad y las matrículas de sus vehículos por documentos emitidos por Pristina. Según Kosovo, los serbios han reaccionado a la medida disparando a sus policías y con barricadas. Por eso, ha decidido cerrar sus fronteras en el norte. Ante la escalada de violencia, Pristina ha decidido, con el visto bueno de la Unión Europea y Estados Unidos, aplazar hasta el 1 de septiembre la aplicación de la prohibición de documentos y matrículas serbias.

FOTO: NIMANI / AFP

Ucrania ha logrado por fin sacar su cereal a los mercados internacionales, pero sigue inmersa en una brutal guerra. Los últimos ataques rusos se han centrado en el sur del país y en la región del Donbás. Moscú ha difundido este lunes imágenes de ataques de tanques del autodenominado Ejército de la República popular de Donetsk. Esta región del Donbas es, desde que empezó la guerra, objetivo prioritario del Kremlin. Según Kíev, al menos 200.000 civiles siguen en las localidades que no han caido bajo control ruso. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha ordenado la evacuación de la zona hacia el interior del país, pero muchos no quieren irse. En Konstantinivka, con 70.000 habitantes antes del comienzo de la ofensiva rusa, sus habitantes están divididos.

FOTO: REUTERS/Vyacheslav Madiyevskyy