La falta de acuerdo por las cuentas ha provocado una crisis de gobierno en Portugal, que se encamina a unas elecciones adelantadas. El socialista António Costa no dimite y está dispuesto a gobernar en minoría, pero ahora lo previsto es que el presidente disuelva el Parlamento.
La bancada de la derecha y la izquierda tumbaron con sus 117 votos en contra los Presupuestos del Gobierno, algo que nunca antes había ocurrido. Y el Partido Socialista se quedó solo con sus 108 escaños. La relación que durante seis años ha tenido Costa con los partidos de la izquierda queda herida de muerte porque no ha habido acuerdo ni en la subida salarial ni en las pensiones ni en las inversiones previstas para el sistema sanitario. Y ya lo dijo el presidente Marcelo Rebelo de Sousa: que si se tumbaban los presupuestos habría que disolver el Parlamento.
Será la próxima semana cuando el presidente convoque el consejo de Estado, antes de disolver el Parlamento. Así que ahora la expectación es máxima y los partidos piensan en su carrera electoral empezando por el PSP, que asume la derrota de la geringonça, como se bautizó al pacto parlamentario de izquierdas. Costa confía salir con una mayoría reforzada, estable y duradera para la próxima legislatura.
Foto: PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP
