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El afán islamizador del presidente, Recep Tayyip Erdogan, y la progresiva acumulación de poder en su persona han chocado con una facción del Ejército turco, a lo que se ha unido la proliferación de atentados, que han incrementado la sensación de inseguridad.

  • La Policía ha detenido a 2.839 supuestos golpistas y a decenas de jueces
  • Miles de magistrados han sido suspendidos por el poder judicial
  • Erdogan vuelve a pedir a la gente que salga a la calle a "defender su democracia"
  • Miles de personas celebran el fracaso del levantamiento en Estambul y Ankara
  • Condena unánime al golpe militar de todos los partidos en el Parlamento turco

El presidente francés Francois Hollande ha vuelto a reunir este sábado en el Palacio del Elíseo por segundo día consecutivo al Consejo de Seguridad y Defensa. Un organo del que forman parte el primer ministro, Manuel Valls y los titulares de Interior y Asuntos exteriores, entre otros. La nueva reunión del Consejo de Seguridad se produce después de que Hollande anunciara el viernes que prorrogará el estado de emergencia en el país que inicialmente iban a levantar una vez terminara el Tour de Francia. El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, ha señalado que el autor de la masacre de Niza "se radicalizó muy rápidamente" según los primeros indicios.

La história de Turquía está marcada por el poder de su ejército desde que nació como país moderno en 1923. Y en este casi siglo de existencia los militares se han levantado en cinco ocasiones y han intervenido en la política haciendo advertencias o amenazando a los gobiernos de turno porque se consideran garantes de la democracia.

El presidente Recep Tayyip Erdogan es el hombre más poderoso de Turquía. Ejerció como primer ministro turco entre marzo de 2003 y agosto de 2014, y anteriormente como alcalde de Estambul entre 1994 y 1998. En 1998 se le prohibió tomar cualquier puesto en la administración pública y fue sentenciado a diez meses en la cárcel por haber leído un poema de tipo intolerancia religiosa. Con el abandono a la política abiertamente islamista, fundó el Partido de la Justicia y el Desarrollo en 2001, ganador de las elecciones de 2002.