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  • Los ataques a la libertad de prensa se suceden, cada semana, en Turquía
  • Este jueves, dos periodistas han sido condenados a dos años de cárcel
  • Hay cerca de 2.000 procesos abiertos contra periodistas o internautas

Los dirigentes europeos afrontan un dilema sobre el que ya han tomado posición. La gestión de la crisis de los refugiados pasa por la colaboración con Turquía, uno de los principales receptores y punto de paso de los que se dirigen a Europa. Pero los acuerdos no solo deben ser operativos, sino que la calidad de los actores debe estar acorde al baremo ético de la Unión.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha convertido por tanto en un colaborador imprescindible para Europa, pero cuya política de censura a la prensa choca con los valores de libertad de expresión reconocidos en el ámbito europeo. Cuenta además, el interés particular de la potente Alemania, ahogada por la presión migratoria. Angela Merkel, enfrentada, incluso, a sus ministros de Justicia y Exteriores, ha desempolvado un anacrónico delito por "injurias a un mandatario extranjero" para procesar a Jan Böhmermann, un presentador de la televisión alemana que, de cuando en cuando, se burla del "califa" turco.  Ebrú Umar, una columnista holandesa de origen turco que estaba en su casa de Kusadasi, tuvo que salir de madrugada. Detenida.

En la ciudad alemana de Sututtgart centenares de activistas de izquierdas han sido arrestados después de enfrentarse con la policía a las puertas del centro donde se celebra el Congreso del partido populista de derechas Alternativa para Alemania. Muchos de los manifestantes iban encapuchados y portaban barras de hierro, por lo que fueron detenidos. Más de mil agentes custodian el recinto donde este fin de semana acudirán 2.000 delegados de este partido xenófobo. Se espera un pulso interno entre el ala más radical, abiertamente islamófoba y el ala más moderada. Alternativa para Alemania está en pleno auge, gracias al voto de castigo que han recibido los partidos tradicionales por la crisis de los refugiados.

Novedades en el caso Madeleine McCann, la niña británica que desapareció hace ya casi nueve años en el Algarve portugués. La policía del Reino Unido cree ahora que Madeleine pudo haber sido secuestrada por una banda de ladrones, de nacionalidad portuguesa. Ya fueron interrogados en su día, pero en aquel momento cerraron esta línea de investigación.

Aviones de guerra, de origen desconocido, han bombardeado este viernes por octavo día consecutivo distintos barrios de la ciudad siria de Alepo, la mayor del norte de Siria, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Los aparatos atacaron los distritos de Al Qataryi, Al Mashad, Al Sukari, Bustan al Qasr y Al Sajur. En esta última zona,  al menos un menor falleció y otras cinco personas resultaron heridas por los bombardeos.  Según AFP, los impactos han afectado seriamente a un centro sanitario en el área rebelde de Alepo hiriendo a una enfermera, suceso que ocurre 24 horas tras el ataque al hospital Al Quds apoyado por MSF.

No obstante, a partir de la medianoche de este viernes entrará en vigor lo que se ha llamado "régimen de silencio". Se trata de un acuerdo patrocinado por Rusia y Estados Unidos que se prolongará 24 horas en Damasco y sus suburbios (localidades como Daraya) y 72 horas en Latakia. Así lo ha trasladado Reuters según fuentes mencionadas por la agencia RIA.

Miles de trabajadores y estudiantes han vuelto a manifestarse en Francia contra la reforma laboral del Gobierno socialista, en una jornada que se ha convertido en una batalla campal en París y en otras ciudades del país. Al menos 24 policías han resultado heridos, tres de ellos se encuentran en estado muy grave, en los choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en la capital. Más de 120 personas han sido detenidas.

A partir de ahora, Austria podrá decretar el estado de emergencia migratorio, aceptando sólo solicitudes de asilo de ciertos refugiados, como mujeres con niños o menores no acompañados. El gobierno asegura que Austria no puede acoger a todos y recuerda que es el segundo país de Europa -tras Suecia- que más refugiados per cápita ha acogido: 90.000 el año pasado. Para éste, sin embargo, baja la cifra a 37.500.