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Stephon Clark, de 22 años, padre de familia de raza negra, murió el pasado domingo tiroteado por la Policía de Sacramento, en California, EE.UU., que confundió el iPhone que llevaba en la mano con un arma. Según AFP, los agentes habían acudido a la denuncia de un vecino de un hombre de raza negra que se hallaba destrozando vehículos. Al parecer, los oficiales identificaron erróneamente a Clark con esta persona y llegaron a disparar hasta en veinte ocasiones sobre él.

El fallecido se encontraba en su propio domicilio y quedó tendido y sin vida en el jardín de su propia casa. La Policía grabó la secuencia de los hechos en un vídeo tomado desde un helicóptero y desde cámaras portadas por los agentes que efectuaron los disparos. Las imágenes se han difundido este jueves por el propio cuerpo de Policía de Sacramento, cuyo alcalde se ha manifestado "horrorizado" por el suceso.

La muerte de Stephon Clark ha avivado las protestas contra la violencia de los cuerpos policiales estadounidenses hacia la población negra. Este viernes se han registrado Sacramento manifestaciones de rechazo hacia la actuación policial y de apoyo a la familia de Clark.

La polémica por la fuga de datos de 50 millones de usuarios de Facebook a la consultora británica Cambridge Analytica ha generado una fuerte desconfianza en la red social desde el pasado domingo. En solo dos días, Facebook ha perdido unos 50.000 millones de dólares, el 10% de su valor en Bolsa. Todo por las revelaciones de Cristopher Wylie, extrabajador de Cambridge Analytica que reveló cómo usaron los datos obtenidos en Facebook para crear una base de datos electoral, utilizadas, supuestamente, en las campañas del senador Ted Cruz y Donbald Trump. 

¿Qué sabía Facebook? ¿Ocultó conductas incorrectas que afectaban a millones de usuarios? Las dudas ponen en aprietos a la compañía, que maneja información de unos 2.200 millones de perfiles en todo el mundo. En 2014, la organización GSR lanzó una encuesta entre sus usuarios, en teoría con fines académicos, a la que respondieron 270.000 personas. Los datos, y los de sus contactos -unos 50 millones de personas-, fueron vendidos a Cambridge Analytica, una consultora basada en Londres y fundada por un donante del Partido Republicano,  Robert Mercer, además del exasesor de estrategia de Trump, Steve Bannon. La red social lo descubrió en 2015, pero no actuó entonces. Según Facebook, Cambridge Analytica les dijo en 2015 que había destruido los datos, pero varios medios y un extrabajador de la compañía lo desmienten.