Hasta ahora, todas las imágenes disponibles del Sol estaban tomadas desde la línea del ecuador solar, porque tanto la Tierra como los demás planetas y naves orbitan dentro del llamado "plano eclíptico", una especie de disco plano alrededor del Sol. Por primera vez en la historia, gracias a la nave Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA), los científicos han conseguido imágenes de su polo sur desde fuera de la órbita terrestre. Además de suponer un logro técnico sin precedentes, este ángulo permite comprender mejor los misterios del campo magnético, el ciclo solar y el clima espacial que afecta a satélites, redes eléctricas y comunicaciones en la Tierra.
El objetivo de la nave es estudiar el Sol de cerca y desde ángulos nuevos. En los últimos meses, la nave se ha ido inclinando progresivamente para conseguir una vista de los polos solares con una claridad inédita.
Javier Rodríguez Pacheco, investigador principal de la Solar Orbiter, expresa en La tarde en 24 horas que estudiar el sol desde este nuevo ángulo aporta "tierra por descubrir". "Es la primera vez que tenemos una pequeña escalera espacial, no como una misión espacial que es capaz de darnos una visión desde fuera del plano de la eclíptica de esos polos", añade. Por ello, reconoce que están "excitados y contenidos por los descubrimientos que están por venir".
"El sol es un objeto astronómico muy dinámico, cambia prácticamente de un día para otro y de un ciclo hacia otro", precisa Rodríguez. "Tiene un ciclo de magnetismo en que parece que despierta y desarrolla un montón de regiones con campos magnéticos", explica. Este año "está siendo un máximo de actividad magnética solar muy intenso", dado que "el Sol ha recuperado el vigor que perdió en los dos últimos ciclos solares". "El Polo Sur está sufriendo una metamorfosis y se está transformando en un polo norte", agrega, "y en el Polo Norte está ocurriendo lo mismo".
IMAGEN: NASA/SWRI