Quique Bassat, director del programa de Malaria ISGlobal, ha criticado en declaraciones en el canal 24 horas que se haya penalizado a Sudáfrica después de anunciar la irrupción de la variante ómicron del coronavirus, que la OMS ha calificado de "variante de preocupación", y que ha sembrado la alerta mundial, de modo que muchos países han cerrado sus fronteras a la llegada de viajeros de Sudáfrica y otros países del sur del continente africano.
Bassat ha lamentado la situación en Sudáfrica, un país que ha actuado de forma "muy proactiva y transparente, que en cuestión de días ha sido capaz de detectar esta variante y anunciarlo a todo el mundo" y que tras pedir ayuda, "se ha encontrado con que le hemos cerrado las puertas".
Para el experto, la alarma sembrada por esta variante puede ser un incentivo para la vacunación en todo el mundo y para un reparto más equitativo de las vacunas, teniendo en cuenta que en el mundo se han distribuido unos 8.000 millones de vacunas, más de una vacuna por habitante del planeta, y "solo un 3 % ha llegado África". "Tengamos o no una nueva variante, lo que sabemos es que lo único que nos va a salvar la vida es estar vacunados y estar protegidos contra la infección".
Y por eso también ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" a los padres sobre la seguridad de vacunar a los niños de 5 a 11 años contra la COVID-19 cuando esté disponible, por la evidencia científica y la experiencia de otros países que ya lo están haciendo "sin apenas ningún reporte de efectos secundarios importantes".
Foto: Maniquíes con mascarilla en Soweto, en Sudáfrica, después de que Reino Unido prohibiera los vuelos desde Sudáfrica tras detectar la variante ómicron en una imagen del 26 de noviembre de 2021 (REUTERS/Siphiwe Sibeko).
