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Durante su primera conferencia de prensa tras ganar las elecciones, Donald Trump marcó las diferencias de qué mundo dejó cuando se marchó en 2021 y cómo iba a encarar su segunda presidencia. Elon Musk es uno de los principales protagonistas de este segundo mandato. El multimillonario dueño de Tesla y Space X se propuso, entre oros objetivos, recortar el gasto público o reducir los procesos burocráticos.

Su actitud proteccionista ha alejado a Trump de negociaciones con muchos países. Italia y Argentina, por su parte, han intentado posicionarse como aliados y el propio Trump ha declarado que “miraría” excepciones arancelarias para países como los dirigidos por Meloni y Milei. Otro de sus objetivos es la deportación de "migrantes ilegales", según defiende. Para ello, El Salvador se ha ofrecido a recibirlos y enviarlos a sus cárceles. A cambio de una partida económica, Estados Unidos ha enviado a 261 deportados a la megacárcel de Cecot. Por otro lado, durante su campaña, Trump quiso acercarse al voto latino. Para ello, contó con el apoyo de uno de los reggaetoneros de más éxito como es Anuel AA, a quien llegó a invitar a su casa.

Donald Trump y Elon Musk han sufrido un duro revés electoral en Wisconsin. El estado votó el pasado martes para elegir una plaza vacante en el Tribunal Supremo. Ganó una jueza progresista a pesar de que Musk aportó 25 millones de dólares a la campaña del magistrado conservador.

El hombre más rico del mundo hizo de todo en la campaña. Desde aparecer en mítines con un gorro en forma del queso típico de Wisconsin hasta regalar cheques de un millón de dólares a los votantes. Llegó a decir que el futuro de la civilización estaba en juego si la candidata progresista ganaba, pero los votantes han respaldado mayoritariamente a Susan Crawford y su oponente ha reconocido la derrota.

Conducir un Tesla ha adquirido en los últimos meses un significado polémico. Hay conductores arrepentidos, que odian a dueño de la empresa, el magnate Elon Musk. El llamamiento a protestar en los concesionarios de la marca se ha seguido en Europa, en países como Reino Unido o Alemania, donde recuerdan especialmente el apoyo de Musk a la ultraderecha.

El boicot se nota en las ventas. Este 2025, los europeos compran más vehículos eléctricos, pero menos Tesla, cuyas ventas caen un 42% con respecto al año pasado.

Musk ha subrayado que Tesla "es una empresa pacífica", pero muchos ven en ella la oportunidad de castigar al hombre más rico del mundo. Trump le ha dado el poder de la tijera y él lo está usando para despedir a empleados federales, acabar con políticas de diversidad y restringir ayudas sociales.

Foto: Protesta frente a un concesionario de Tesla en Pasadena, California (Mario Tama/Getty Images/AFP)

En la toma de posesión de Donald Trump este 2025, los principales ejecutivos de Silicon Valley se han alineado detrás del presidente de Estados Unidos mostrando una alianza basada en intereses corporativos. Sin embargo, el cambio de postura de estos magnates tecnológicos respecto a su primer mandato va mucho más allá; Washington escenifica la era de la desregulación, las exenciones impositivas y los discursos "anti-woke” en un fenómeno que une industria y gobierno.