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Donald Trump y Joe Biden continúan a la caza de los pocos indecisos que quedan en EE.UU. Buscan dar el golpe definitivo en los estados clave aunque lo cierto es que muchos estadounidenses ya tenían su voto decidido desde hace tiempo. Esa está siendo la fotografía de los últimos días, por ejemplo en Nueva York.

Hay largas colas para votar por adelantado y el dato es muy significativo: cerca de 60 millones de personas ya han pasado por las urnas. Un número que ya supera lo visto hace cuatro años y aún quedan días, porque todavía falta una semana para las elecciones.

Es evidente la sensación que el país se enfrenta a unas elecciones cruciales para su futuro y que lo hace en medio de una pandemia. Hay otros asuntos en los que Trump y Biden no están de acuerdo, pero la pandemia lo impregna todo. Mientras Trump propone dejar de hacer test para evitar que se hable del número de casos, Biden señala el fracaso de su gestión.

A menos de dos semanas de la cita electoral en Estados Unidos, los candidatos a la presidencia Donald Trump y Joe Biden apuran los últimos días de sus respectivas campañas. En los distintos actos Trump asegura que a la COVID-19. En materias como el ecologismo, el demócrata se muestra partidario con las energías renovables, mientras Trump apuesta por seguir explotando el carbón y el petróleo. En cuanto a la cuestión racial, Biden ha apoyado las protestas pacíficas, mientras el republicano hace guiños a los grupos de extrema derecha.

Las medidas adoptadas en Estados Unidos han conseguido moderar el último debate de los candidatos a la Presidencia. Tanto Trump como Biden han centrado su discurso en el coronavirus. El todavía presidente decía que la pandemia se ha superado y que la gente está aprendiendo a vivir con ello, Biden le respondía que la gente está aprendiendo a morir con ello. Posturas enfrentadas también en otras cuestiones importantes como el cambio climático.

Esta noche, a solo 12 días de las elecciones en Estados Unidos, puede ser la última oportunidad del Presidente para recortar distancias con el candidato demócrata, al que las encuestan dan como favorito. Aún con la sombra del caótico debate anterior, en éste se introducen novedades para evitar interrupciones: los micrófonos se silenciarán en caso de interrupción o de exceso de tiempo. Informa el corresponsal en Washington, Fran Sevilla.

Barack Obama ha recurrido a su estilo directo y carismático ha aparecido en la campaña para las presidenciales de Estados Unidos para apoyar a Biden con un discurso atacando a Trump" Solo ha mostrado interés en ayudarse a sí mismo y a sus amigos", ha dicho Obama. En tono serio decía que lo que se haga en los próximos días tendrá consecuencias durante décadas. Mientras tanto los candidatos preparan el debate de esta noche en el que el moderador podrá apagar los micrófonos para evitar interrupciones.

El virtual ganador de las elecciones de Bolivia, Luis Arce, asegura que Evo Morales, refugiado en Argentina, no formará parte de su Gobierno. En una entrevista a TVE, el economista dice que su Gobierno ofrecerá estabilidad política y social a las empresas extranjeras. El exmiembro del gabinete de Morales durante 10 años se compromete ahora a gobernar para todos en una Bolivia cada vez más polarizada.

Donald Trump vuelve con fuerza tras recuperarse de la COVID-19 y lo hace con mítines masivos y ataques a la prensa, a la que acusa de estar obsesionada con la pandemia. Los republicanos apuestan por actos en estados donde antes la victoria del presidente parecía clara, como Georgia. Mientras, unos 30 millones de personas, cifras nunca antes vistas, ya han votado por correo en estas inusuales elecciones.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, que la víspera arrasó en las elecciones generales al frente del Partido Laborista, se debate este domingo entre gobernar en solitario o en coalición junto al Partido Verde. Ardern señaló a los medios que tras la victoria aplastante del sábado ha conversado con miembros de los Verdes y que le tomará unas tres semanas para formar el nuevo gobierno para un mandato de tres años. Ardern logró el respaldo popular gracias su gestión rápida y eficiente frente a la pandemia de la COVID-19 y contundente, pero conciliadora respuesta al atentado supremacista en 2019 contra dos mezquitas de Christchurch. 

Largas colas antes los colegios electorales en Bolivia. En la mente de los bolivianos los comicios anteriores, los de 2019. Mascarillas, geles desinfectantes en todas las mesas para evitar infecciones por covid-19. Lo más complicado mantener las distancias de seguridad, especialmente en las puertas de los colegios por las aglomeraciones que se registran. Confían los votantes que con su derecho ayuden a cerrar la crisis política abierta. El candidato del Movimiento al Socialismo, Luís Arce, en un desayuno con periodista entre los que estaba la corresponsal de RTVE, Sagrario Mascaraque, ha criticado la decisión del Tribunal Electoral de no divulgar esta noche los escrutinios rápidos y pese a ello afirma que su partido no va a generar protestas y esperarán hasta el cuenteo final.

En los últimos cuatro años, Trump ha introducido cambios significativos en la política exterior estadounidense y algunos marcaran los próximos años, gane quien gane las próximas elecciones este noviembre. Algunos de sus últimos movimientos han sido el patrocinio del acuerdo de paz entre Israel, Emiratos Árabes y Barhein o la eliminación del líder terrorista al-Bagdadí. Sus detractores destacan, también, que el presidente estadounidense ha roto el acuerdo de París, el tratado de no proliferación de armas nucleares y las relaciones con la Organización Mundial de la Salud. 

Elecciones presidenciales en Bolivia, donde no se presentan los protagonistas de los últimos meses, ni Evo Morales ni Jeanine Áñez. Morales está asilado en Argentina y su candidato, Luis Arce, tiene en esta primera vuelta los sondeos favorables. Se opone al centrista Carlos Mesa.

Bolivia vuelve a las urnas con la esperanza de recuperar la estabilidad democrática y superar la grave crisis política y social que se abrió tras la anulación de las elecciones el año pasado. Desde entonces han tenido un Gobierno provisional. Ahora de nuevo como el 2019 hay un escenario muy polarizado.

El MAS, el Movimiento al Socialismo del ex presidente Evo Morales, parte como favorito en todas las encuestas. El líder indígena se encuentra refugiado en Argentina y desde allí ha dirigido la campaña electoral. Él quedó inhabilitado tras las últimas elecciones y designó a su sucesor, Luis Arce, el que fue su ministro de economía. Su hegemonía la disputa el centrista Carlos Mesa, que se presenta como el único capaz de sacar al país de la crisis económica y sanitaria, y acabar con la corrupción.

La COVID-19 ha provocado que se hayan retrasado hasta dos veces estos comicios. Los colegios electorales han tomado medidas adecuadas y los bolivianos votarán en orden según su DNI. A pocas horas del comienzo de las votaciones, el tribunal electoral ha decidido suspender el sistema de conteo rápido porque afirma que las pruebas realizadas no dan seguridad y habrá que esperar a los resultados oficiales que tardarán varios días. Los observadores internacionales han respaldado esta decisión y piden a los bolivianos esperar con calma a los mismos.

Informa Sagrario García Mascaraque, enviada especial a La Paz.