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La canciller alemana Ángela Merkel y el presidente estadounidense Donald Trump se han encontrado en la tarde de este jueves en Hamburgo, ciudad germana que acoge desde este viernes la cumbre del G20. Precede esta reunión de la UE y países industrializados y emergentes un clima de posibles desacuerdos tras desmarcarse Trump de los consensos sobre cambio climático y proteccionismo económico. Antes del encuentro Ángela Merkel ha dicho que no está "preocupada", y se ha mostrado dispuesta a hacer todo lo posible para buscar acuerdos, pero ha asegurado que no va a ocultar "disensos", sino que les va a "poner nombre".

Tras un apretón de manos ante las cámaras, la reunión, con una duración prevista de una hora, comenzó a puerta cerrada. En sus declaraciones previas, Merkel reconoció la existencia en la cumbre de opiniones diferentes en temas "importantes". Alemania, explicó, está convencida de que la globalización puede ser beneficiosa para todas las partes y defenderá la importancia del "libre comercio con reglas justas". Una de las bilaterales que genera más expectación es la de Trump y el presidente ruso Vladimir Putin. Ángela Merkel ya se ha desmarcado y dice "que no la contemplen como una mediadora entre ambos", y que en temas tan sensibles como la situación en Ucrania, tiene "una posición muy clara".

La policía alemana ha utilizado este jueves de cañones de agua a presión para dispersar a grupos de manifestantes identificados como violentos que se mezclaron con una marcha convocada por la izquierda radical contra la celebración de la cumbre del G20 en Hamburgo, que se abre formalmente el jueves. Los antidisturbios, presentes en el lugar de la concentración y a lo largo de todo el recorrido previsto con un fuerte contingente, detuvieron la marcha poco después de su arranque, al detectar entre los manifestantes a cerca de un millar de encapuchados, informaron fuentes policiales. Se produjeron los primeros altercados y lanzamiento de algunos objetos contundentes en dirección a los efectivos policiales, tras lo cual las fuerzas de seguridad bloquearon la calle por la que iba a discurrir la manifestación.

Donald Trump aterriza en Polonia en la que es su primera visita biliateral a un país de la UE. La reunión con su homólogo Andrzej Duda ha sido el primer acto de una visita que el Gobierno polaco del partido conservador y ultranacionalista Ley y Justicia ha calificado de "histórica", por encima de aliados tradicionales como Reino Unido o Alemania. En este sentido, el presidente estadounidense ofrece un espaldarazo a un aliado que cultiva el euroesceptcismo y que ha sido reprobado por sus socios europeos por sus medidas antidemocráticas. Así, durante la rueda de prensa, Trump ha destacado que Polonia es uno de los pocos países que cumple con sus obligaciones financieras con la OTAN, subrayando la diferencia con otros socios como Alemania, a la que hace tres meses acusó de deber "grandes cantidades de dinero" a la Alianza.

Trump, ha cargado contra la actividad "desestabilizadora" de Rusia en Europa y ha ratificado que su país está "comprometido" en la defensa de sus aliados en el centro y el este del continente, al tiempo que admitía la posibilidad de que Moscú estuviera tras la injerencias en las elecciones presidenciales que le llevaron a la Casa Blanca, si bien ha matizado que otros países o personas también interfirieron en los comicios De hecho, Trump ha culpado a su antecesor, Barack Obama, de no hacer nada pese a que conocía las injerencias rusas: "Lo supo en agosto; las elecciones eran en noviembre. Es mucho tiempo en el que no hizo nada al respecto", ha señalado, antes de deslizar una motivación electoralista: "Hillary Clinton iba a ganar las elecciones y él dijó que no se hiciera nada sobre eso. Si hubiera pensado de otra forma [que Trump iba a ganar], hubiera hecho algo al respecto", ha dicho el presidente estadounidense.

Durante el discurso con el que ha cerrado su visita en la plaza Krasinski, que acoge el monumento a la resistencia polaca durante la ocupación nazi, Trump ha ratificado su compromiso, con una alusión explícita al artículo 5 del Tratado de la OTAN, que asegura la defensa mutua de los países miembros. "Instamos a Rusia a poner fin a sus actividades desestabilizadoras en Ucrania y en otros países, así como su apoyo a los regímenes hostiles como Siria e Irán, y que en su lugar se una a la comunidad de naciones responsables en nuestra lucha contra los enemigos comunes y en defensa de la civilización", ha reiterado.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, continúa con su particular cruzada contra los medios de comunicación, esta vez a través de un vídeo en Twitter en el que se le ve golpeando a un hombre que lleva el logotipo de la cadena CNN, bajo un ring de lucha libre. El vídeo original, que ha sido manipulado para incluir el logo de la cadena, es una pelea de 2007, cuando Trump se enfrentó al director ejecutivo de la empresa de lucha libre World Wrestling Entertainment, Vince McMahon, durante un combate de La Batalla de los Billionarios. "Es un día triste cuando el presidente de Estados Unidos alienta la violencia contra los periodistas", ha indicado la cadena en un comunicado tras la publicación del vídeo.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa con su particular cruzada contra los medios de comunicación y esta vez de un modo más gráfico, a través de un vídeo en Twitter en el que se le ve golpeando a un hombre que lleva el logotipo de la cadena CNN, bajo un ring de lucha libre. "Es un día triste cuando el presidente de Estados Unidos alienta la violencia contra los periodistas", ha indicado la cadena en un comunicado tras la publicación del vídeo.

El veto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los refugiados y ciudadanos de seis estados de mayoría musulmana ha comenzado ha aplicarse con algunas excepciones que han causado polémica y que permitirán, por ejemplo, la entrada de quien tenga una nuera en el país, pero no de quien tenga un abuelo.

El presidente de EE.UU.Donald Trump, ha insultado este jueves a través de su cuenta personal de Twitter a la presentadora de televisión Mika Brzezinski, a la que llamó "loca" y de cuyo aspecto se burló al decir que la vio "sangrar profusamente por un estiramiento facial".

En una serie de tuits, Trump también insultó a Joe Scarborough, quien presenta junto con Brzezinski el programa matutino Morning Joe de la cadena de televisión por cable MSNBC. Tras afirmar que ya no ve ese programa, Trump dijo que ha escuchado que en Morning Joe hablan "mal" de él y a continuación calificó a Brzezinski de "loca" y a Scarborough de "psicópata". Por otro lado, la Casa Blanca se ha pronunciado al respecto justificando a Trump: "No creo que el presidente haya sido nunca una persona a la que ataquen y no responda al empujón", ha afirmado la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en declaraciones a la cadena conservadora Fox al asegurar, además, que en el programa de Brzezinski ha habido "un indignante número de ataques personales" contra Trump.

El Tribunal Supremo de EE.UU. ha decidido permitir la aplicación de forma parcial del veto migratorio de Donald Trump, que prohíbe la entrada en territorio estadounidense de refugiados y nacionales de seis países de mayoría musulmana, y analizará la polémica norma a fondo este otoño para dilucidar si viola o no la legalidad [ver la declaración del Supremo en inglés].

Trump ha celebrado que la Corte Supremo haya tomado la decisión de forma unánime y ha afirmado que la aplicación del veto migratorio a seis "países propensos al terrorismo" es "una herramienta importante para proteger" a los Estados Unidos. "Como presidente no puedo permitir que entre gente en nuestro país que quiere hacernos daño", señala el comunicado.

El tribunal establece una importante excepción: la prohibición "no podrá aplicarse a ciudadanos extranjeros que tenga una relación creíble 'bona fide' con personas o entidades en Estados Unidos", es decir, algún vínculo con el país a nivel familiar, laboral, educativo o de otro tipo.

Esta decisión, tomada de forma unánime, implica que el Gobierno de Trump puede imponer una prohibición de 90 días a los viajeros de Libia, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Yemen y una prohibición de 120 días a todos los refugiados que ingresan a EE.UU. con la excepción señalada por el tribunal, por lo que a partir de 72 horas se podrá negar la entrada al país de los individuos que no tengan familiares en territorio estadounidense o que no hayan tramitado ya su ingreso para trabajar.

La primera versión del veto migratorio fue proclamada el 27 de enero y tuvo que ser sustituida por una segunda versión, bloqueada también por la Justicia. El segundo decreto, a diferencia del anterior, dejaba fuera a los ciudadanos de Irak y modificaba la provisión sobre los refugiados sirios al prohibir su entrada al país durante 120 días y no de manera indefinida, como establecía el veto original.

Dos tribunales de apelaciones suspendieron las partes más importantes de la orden presidencial y por eso la Casa Blanca apeló al Supremo. Ahora, la decisión del máximo tribunal es una victoria para Trump, a la espera de que el caso se resuelva a partir de este otoño.

El Tribunal Supremo de EE.UU. ha decidido permitir la aplicación de forma parcial del veto migratorio de Donald Trump, que prohíbe la entrada en territorio estadounidense de refugiados y nacionales de seis países de mayoría musulmana, y analizará la polémica norma a fondo este otoño para dilucidar si viola o no la legalidad [ver la declaración del Supremo en inglés].

El tribunal establece una importante excepción: la prohibición "no podrá aplicarse a ciudadanos extranjeros que tenga una relación creíble 'bona fide' con personas o entidades en Estados Unidos", es decir, algún vínculo con el país a nivel familiar, laboral, educativo o de otro tipo.

Esta decisión, tomada de forma unánime, implica que el Gobierno de Trump puede imponer una prohibición de 90 días a los viajeros de Libia, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Yemen y una prohibición de 120 días a todos los refugiados que ingresan a EE.UU. con la excepción señalada por el tribunal, por lo que a partir de 72 horas se podrá negar la entrada al país de los individuos que no tengan familiares en territorio estadounidense o que no hayan tramitado ya su ingreso para trabajar.

La primera versión del veto migratorio fue proclamada el 27 de enero y tuvo que ser sustituida por una segunda versión, bloqueada también por la Justicia. El segundo decreto, a diferencia del anterior, dejaba fuera a los ciudadanos de Irak y modificaba la provisión sobre los refugiados sirios al prohibir su entrada al país durante 120 días y no de manera indefinida, como establecía el veto original.

  • La orden prohíbe la concesión de visados a siete países de mayoría musulmana
  • También suspende la entrada de refugiados de cualquier lugar del mundo
  • Tras varios bloqueos judiciales, el Supremo ha permitido su aplicación parcial
  • Son medidas temporales, pero podrían llegar a afectar a cien millones de personas