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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, espera llegar a un acuerdo con China y tener una cifra final de aranceles en dos o tres semanas. Todo apunta a que bajará esas tasas al gigante asiático, dando marcha atrás empujado por las bolsas estadounidenses.
La semana arrancaba con la bolsa en rojo. El principal índice de Wall Street había perdido más de un 10% desde que Trump ha vuelto a la Casa Blanca. Por otro lado, los comerciantes temían ver sus estanterías vacías por la guerra comercial. Finalmente Trump suavizó el tono.
Otra cosa que inquietaba a los mercados eran sus amenazas de despedir al presidente de la Reserva Federal. En solo 24 horas pasó de decir que sí puede echarlo de inmediato a que no tiene intención de despedirlo.
El pasado miércoles las bolsas subieron. Trump continua diciendo que todos los países quieren negociar con él, pero cerrar decenas de tratos comerciales en cuestión de días es algo que nunca se ha hecho.
Desde que lanzó su guerra comercial Trump insiste en que Xi Jinping lo llamará para negociar, pero esa llamada no llega.
Juan Bravo, vicesecretario de economía del Partido Popular, en una entrevista para el canal 24 horas en La Economía, ha expuesto los planteamientos de su formación sobre asuntos como la vivienda. Ha destacado que el Gobierno no debería de hacer tantos anuncios y pasara la acción: "Lo que hay que hacer es ya hacer vivienda".
Además, ha expuesto la posición de su partido sobre diversos temas como la reducción de la jornada laboral, defensa, ayudas a empresas afectadas por aranceles o la energía.
Desde el PP no consideran acertada la reducción de la jornada laboral hasta las 37.5 horas semanales al no haber un acuerdo entre patronal y sindicatos. "Es una cosa que tendría que dejarse para ellos", ha afirmado Bravo.
Por otro lado, ha comentado que su partido no está de acuerdo con la rescisión del contrato de municiones firmado con una empresa israelí. "Los contratos están para cumplirlos", ha afirmado el vicesecretario".
En lo referente a los aranceles de Trump, afea al Gobierno que no haya presentado un plan concreto después de que su formación haya entregado una propuesta hace más de dos semanas. Según Bravo, lo único que han presentado ha sido "deuda y prestamos".
A su vez, ha criticado que la Administración siga adelante con el cierre de la central nuclear extremeña Almaraz, afirmando que esto perjudicaría a la industria, pues "la renovable no es suficiente porque no cubre todo el tiempo" el consumo.
Por último, ha criticado la inacción del Gobierno en lo referente a la construcción. "Nos parece bien todo lo que sea hacer vivienda, pero no anuncios", ha sentenciado el vicesecretario.
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La guerra de aranceles iniciada por Trump lastrará el crecimiento mundial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado con fuerza las previsiones de casi todos los países del mundo, especialmente las de Estados Unidos, cuya previsión baja nueve décimas, que crecerá menos de un 2%. Por otro lado, también reduce su estimación para China, hasta el 4%.
La revisión también afecta a la zona euro, con una Alemania estancada. España, en cambio, es de los pocos estados a los que el FMI mejora. Se estima que crecerá el triple que sus socios.
El organismo advierte que el riesgo de retroceso es generalizado con las tasas arancelarias en niveles de hace cien años, mercados inestables, con peores condiciones de financiación y con riesgo de que suban los precios.
Ante es escenario volátil, el FMI pide a países y bancos centrales que den certidumbre y seguridad. Recomiendan la coordinación internacional para promover un entorno comercial estable y predecible. Además, hacen hincapié en que los estados deben contener la deuda pública y vigilar con lupa los gastos.
Las perspectivas se oscurecen más para los países pobres, que recibirán menos ayudas y tendrán menos acceso al crédito.
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El Gobierno chino ha dicho que la escalada arancelaria de Donald Trump con China pasará a la historia de la economía mundial como un chiste. Y así parece que se lo han tomado muchos chinos, como una broma, que ya es tendencia en las redes sociales.
El rey de los aranceles, así se refieren a Donald Trump en numerosos memes colgados en XiaoHongShu, el Instagram chino.
Hasta la TV pública china bromea. En un grupo de chat, Estados Unidos anuncia aranceles a sus aliados. Cuando se quejan, a los pingüinos australianos los echan del grupo y, a Ucrania, la silencia.
Y recrean la esperada llamada entre China y Estados Unidos, con los animales que los simbolizan. El águila declara la guerra y el oso panda promete luchar hasta el final.
- La red social se ha convertido en un campo de batalla propagandística
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Los influencers chinos están mostrando a través de TikTok cuánto cuesta realmente fabricar un producto de lujo a través de vídeos virales de TikTok que, en plena guerra de aranceles, se ha convertido en el nuevo campo de batalla. Esta ofensiva digital pone en jaque el valor de las marcas.
Estos creadores de contenido digital chinos explican que, si los consumidores compran directamente a las fábricas que producen los productos, podrían pagar tan solo una quinta parte de lo que cuesta el mismo producto en Estados Unidos.
Este tipo de vídeos llevan semanas circulando por Internet. Están dirigidos a los consumidores estadounidenses.
Manuel Moreno, director de Trecebits.com, explica que "China está utilizando su propia herramienta, su propia aplicación (TikTok), para llevar un mensaje a la ciudadanía del bando contrario".
Es una ofensiva en plena guerra arancelaria en la que la red social china se ha convertido en un arma propagandística.
Moreno aclara que "ni siquiera la elección de los propios influencers es casual, son personas que tienen influencia en China, pero que tienen muchos seguidores en Estados Unidos y en otros mercados".
Las firmas de moda internacionales son las víctimas colaterales de esta campaña que deja en evidencia que el coste del producto es marginal.
La guerra comercial entre Washington y Pekín hace inviable que los metaneros estadounidenses sigan vendiendo gas natural licuado (LNG por sus siglas en inglés) en China. Es por esto que, para evitar las tasas aduaneras, están revendiendo sus contratos a empresas europeas.
Víctor Fermosel, profesor de la EAE Business School, explica que "todos los contratos de larga duración que tiene suscritos con EE.UU, son 'free on board', es decir tiene un 'incoterm' por el cual puede depositar esa mercancía donde quiera del mundo".
Rafael Calleja, CEO de Optimize Energy, afirma que "China en lugar de cancelar esos contratos ha decidido, con un margen bastante ventajoso para ellos, revender toda esa cantidad energética, generando una sobreoferta que ha provocado que se hunda el precio del gas".
La cotización ha caído un 40% desde el pico de febrero, una oportunidad para que los Veintisiete (y de paso Ucrania) rellenen sus reservas estratégicas a buen precio, antes del próximo invierno. Los depósitos europeos están, de media, al 36%.
El presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ha estado esta semana viajando por los países del sudeste asiático tratando de reforzar lazos comerciales con sus vecinos.
Así lo explica la corresponsal de TVE en Pekín, Yolanda Álvarez: "el presidente Xi Jinping pone fin a su gira por el sudeste asiático, este es su primer viaje al extranjero este año". Afirma que, estando en plena guerra comercial con Estados Unidos, el gigante asiático busca congraciarse con sus vecinos Vietnam, Malasia y Camboya, siendo estos los países que ha visitado.
Cuando comenzó la guerra comercial con EE.UU., hace más de siete años durante el primer mandato de Trump, China desvió parte de su producción a estos países para sortear los aranceles.
Estas naciones fueron algunas de las más castigadas por los "aranceles recíprocos" anunciados por el mandatario estadounidense el pasado dos de abril y pausados pocas horas después de entrar en vigor el nueve de abril.
A pesar de todo, la Administración de EE.UU. no retiró los gravámenes que pesaban sobre China, los aumentó. Para remediar la situación Xi Jinping apuesta por sus vecinos.
El mandatario tiene a su favor el hecho de que su país cuenta con un mercado de 1.400 millones de personas, que son la segunda mayor economía del mundo y les ofrece grandes inversiones a través de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.
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En la guerra comercial y arancelaría declarada por Trump a China, el mandatario estadounidense ha tenido que dar marcha atrás con una serie de productos tecnológicos. Entre estos, móviles, ordenadores o discos duros. Este paso atrás se debe a que muchos de estos bienes, o sus componentes, se fabrican en China.
Uno de los ejemplos más destacados es Apple, que fabrica sus iPhone en este país. Este es uno de los productos estrella la empresa estadounidenses.
En China, según muchos consumidores, comprar productos o servicios estadounidenses es símbolo de estatus, ya sea un móvil o un café. Otra de las grandes empresas de EE.UU. que producen en China es Tesla, que fabrica ahí la mitad de sus coches.
Mientras, el gigante asiático se prepara para hacer frente a la guerra comercial. Este miércoles ha nombrado a un nuevo jefe negociador comercial, Li Chenggang. Este hasta ahora representaba a China en la Organización Mundial del Comercio.
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José Antonio Gurpegui es director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá y catedrático de Estudios Norteamericanos. En Las Mañanas de RNE ha asegurado que las relaciones entre Europa y Estados Unidos pasan por uno de sus peores momentos desde la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, el ministro de Economía se ha reunido con el secretario del Tesoro estadounidense, y aseguró que tuvo una conversación "franca y útil" con Scott Bessent. Al respecto, Gurpegui considera que las reuniones bilaterales tienen que llevarse a cabo, "pero la situación es tan delicada que las negociaciones no pueden hacerse solamente bilateralmente, sino entre la UE y Estados Unidos".
El mercado industrial ocupa el 10% de la masa laboral de Estados Unidos y, sin embargo, el presidente Trump ha impuesto altos aranceles a China. Esa "obsesión" tiene que ver, a juicio del catedrático de Estudios Norteamericanos, con que China es la gran nación manufacturera del mundo: "Toda esta guerra arancelaria que lleva a cabo con otras naciones tiene como objetivo final China. Veremos si le sale bien o mal. Muchos analistas dicen que es probable que estos aranceles queden en nada en medio o largo plazo", ha valorado y ha añadido que "el problema de Trump es el tiempo y China no tiene ese problema. Xi Jinping tiene todo el tiempo del mundo".
Asimismo, José Antonio Gurpegui ha valorado, como profesor visitante en Harvard durante dos años, la situación de la prestigiosa universidad con el presidente Donald Trump. "No creo que se deje amedrentar como si lo ha hecho Columbia y esa será una lucha importante", ha apuntado sobre el último movimiento de la Administración estadounidense, que ha congelado 2.200 millones de dólares en fondos federales para la Universidad de Harvard.
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El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se ha reunido este martes en Washington con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y otras autoridades empresariales e institucionales del país. Cuerpo ha recalcado que Bessent ha trasladado un "mensaje claro", y es que "ellos quieren llegar a un acuerdo con los principales socios comerciales, entre ellos la UE". Esto, según el ministro, "confirma esa puerta abierta a la negociación que ya se abrió la semana pasada con la moratoria de 90 días" establecida por Washington.