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Bélgica ha convertido en simbólico el primer vuelo de reapertura de Zaventem. El avión era de su compañía de bandera, Brussels Airlines, la única que operará estos días. Los 80 pasajeros del vuelo a la ciudad portuguesa de Faro, iban a bordo de un Airbus A320 con diseño de uno de sus artistas más reconocidos: René Margritte. Lo habían presentado la víspera de los ataques y lo han recuperado hoy como muestra de normalidad. Todavía queda mucho por hacer, sobre todo donde explotaron las bombas, con vidrios rotos, y paredes y techos destrozados. Hasta entonces la mayoría de los vuelos continuaran desviados a aeropuertos regionales, o a los internacionales de Amsterdam y París.

 

El aeropuerto de Zaventem ha permanecido cerrado, mientras la policía buscaba pistas para esclarecer los atentados y se rehabilitan las instalaciones afectadas por la explosión.se han inspeccionado los lugares del atentado en busca de pistas y para identificar a las víctimas y sobre todo se ha discutido sobre cómo mejorar las medidas de seguridad de uno de los aeropuertos más transitados de la Unión Europea.

Control de seguridad en el aeropuerto de Alejandría. Seif Eldin Mustafa, cruza el escáner y es cacheado. Nadie detecta nada extraño, tampoco en sus pertenencias. Sin embargo, 20 minutos después del despegue de este Airbus de EgyptAir, con 56 pasajeros a bordo, Mustafa obliga al comandante a desviar el avión. En vez de ir a El Cairo, la aeronave aterriza en el aeropuerto de Larnaca, Chipre. "No tiene que ver con un acto terrorista", afirma el presidente chipriota, Se dice que el secuestrador ha pedido la liberación de varias mujeres encarceladas en Egipto; después se asegura que su ex mujer vive en Chipre y quiere entregarle una carta. "En un momento ha pedido reunirse con un representante de la Unión Europea. Después ha exigido ir a otro aeropuerto" ha explicado el primer ministro egipcio. Los últimos secuestrados han sido liberados sanos y salvos y un miembro de la tripulación escapa por la ventanilla del copiloto. Poco después, Mustafá, al que ya califican como un perturbado, decide entregarse a las autoridades, que siguen sin saber qué motivó el secuestro, que ha durado cinco horas y que ha abierto de nuevo la polémica sobre la seguridad en los aeropuertos egipcios.

Un ciudadano egipcio ha secuestrado un avión de EgyptAir que recorría la ruta entre Alejandría y El Cairo y ha obligado al piloto a aterrizar en el aeropuerto de Larnaca, en Chipre, bajo la amenaza de hacer estallar un cinturón explosivo. Tras cinco horas de espera y tensión en Larnaca, el secuestrador ha liberado a todos los rehenes y se ha entregado a las autoridades. Nadie ha resultado herido.