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Torrejón 15 15

  • El 22 de octubre de 1965 se produjo el accidente de la presa del Salto de Torrejón, en Cáceres
  • Murieron, al menos, cincuenta y cuatro personas
  • Es el tercero más grave del siglo XX en España, y también el más desconocido
  • El equipo de documentación de los Servicios Informativos ha localizado las imágenes que filmó TVE

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Crónicas - Torrejón 15 15

El 22 de octubre de 2015 se cumplirán cincuenta años de aquella tragedia. Los Saltos de Torrejón son dos presas unidas por un canal, que en el momento del accidente estaba en construcción. La ataguía que frenaba el paso del agua a ese canal se rompió, y en una fracción de segundo, se desató la catástrofe.

El embalse estaba al máximo de su capacidad

Ningún trabajador lo había visto antes tan lleno. Entre los obreros y sus familias había miedo. Incluso, según los testimonios que hemos podido recabar, hubo quien pidió la cuenta y se fue. Cuando la ataguía falló, el embalse estaba a sólo 83 centímetros de la cota máxima normal autorizada.

El momento del accidente

Las obras de la presa, aunque estaban muy avanzadas, no habían terminado y cerca de cuatrocientos operarios trabajaban en la zona del canal, la central hidroeléctrica y el cauce del río. Ninguno puede olvidar aquellos momentos de confusión, en los que el sonido atronador del agua se mezclaba con los gritos de socorro.

Los propios obreros rescataron a sus compañeros

Incertidumbre sobre el número real de víctimas

Oficialmente hubo 54 muertos, contando los cuerpos que no se pudieron identificar y los desaparecidos. Pero los obreros que vivieron la catástrofe y participaron en las labores de rescate piensan que el número de víctimas fue mucho mayor.

Ellos fueron los encargados de localizar a los compañeros muertos para que las obras pudieran continuar.

Fuencisla Ávila, hija póstuma de Juan José Ávila

Las mujeres y los hijos de una buena parte de los obreros vivían aguas abajo de la presa, en el poblado que Hidroeléctrica Española, concesionaria de la obra, levantó para que se alojaran durante el tiempo que duraba la construcción. Aquel día tuvieron que refugiarse en la sierra. Fue un verdadero éxodo monte arriba seguido de una espera angustiosa, hasta que empezaron a tener noticias de sus seres queridos.

El cuerpo sin vida del padre de Manuel y José Pérez apareció una semana después del accidente. El capataz de su cuadrilla consiguió identificarle por unas llaves que todavía llevaba encima. Las víctimas que nadie reconoció o reclamó, se enterraron en el cementerio de Toril.

El regreso

A los pocos días del accidente tuvieron que volver a los tajos y a las casas. El silencio, nos han dicho, era infinito. Los padres enfermaban, y los hijos veían cosas que un niño jamás debería contemplar: los cadáveres desfigurados que aparecían en el río, las decenas de ataúdes que llegaban al poblado, los funerales por sus vecinos y amigos.

'De allí no ibamos a volver a salir'

El mismo día de la catástrofe comenzó la investigación judicial. Entre los documentos que hemos podido consultar, está el sumario que se abrió para determinar la causa del accidente. Cinco años después, la Audiencia Provincial de Cáceres sobreseyó el caso y no hubo juicio.

El final del paraíso

Así son los Saltos de Torrejón

Para los niños del Salto de Torrejón, aquel poblado obrero, aguas abajo de la presa, fue el escenario de una infancia maravillosa que se rompió el 22 de octubre de 1.965

Por eso, sus recuerdos también nos hablan de un paisaje virgen y salvaje, en pleno Monfragüe. De la aventura de aprender junto a maestros inolvidables; de unas casas blancas y nuevas donde muchos vieron por primera vez la luz eléctrica y el agua corriente...de amigos, de felicidad.

En 1967 las obras de la presa habían finalizado. Las excavadoras echaron abajo el poblado y todo terminó. Pero aquellos niños, que hoy son hombres y mujeres repartidos por toda España, han vuelto a encontrarse en un foro donde la magia de internet ha conseguido resucitar “su pueblo”.