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Expedición al Campo de Hielo Norte

  • Una gran experiencia en el Hielo Norte y en el Cerro de Juan Ladrillero de la Patagonia Chilena

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Al filo de lo imposible - Seguimos a Iñurrategui. El cerro de Juan Ladrillero

El domingo a las 19 h por La 2 podrás vivir junto al equipo de Al Filo una gran experiencia en el Hielo Norte y en el Cerro de Juan Ladrillero de la Patagonia Chilena.

En el verano austral de 2007 el equipo de Al Filo de lo Imposible junto con el Grupo Militar de Alta Montaña del Ejercito Español (GMAM) y Grupo de Montaña del Ejercito Chileno emprendieron una expedición al Campo de Hielo Norte.

El objetivo prioritario era realizar una travesía de esta gran masa de hielo en dirección norte-sur, ascender al Cerro San Valentín y finalizar las actividades con un homenaje al gran navegante explorador Español Juan Ladrillero consiguiendo ascender a la cumbre del cerro que lleva su nombre.

El Campo de Hielo Norte se caracteriza por una climatología muy dura con permanentes precipitaciones de nieve y vientos huracanados. La altitud media es de 1500mts sobre el nivel del mar y las dimensiones son de 100 km de longitud por 50km de ancho.

El GMAM y el equipo de Al Filo tienen una larga trayectoria común de colaboraciones con proyectos científicos. En el Campo de Hielo Norte se realizaban estudios y muestreos para un proyecto de la Universidad de Zaragoza.

La expedición tuvo una duración de casi dos meses, iniciando las actividades en el cerro San Valentín.

A los quince días del inicio de la expedición, durante la ascensión al cerro San Valentín, durante la noche se desató una tormenta salvaje, que obligó a los expedicionarios a construir una cueva bajo el hielo para poder pernoctar.

Las condiciones eran tan extremas que durante los trabajos de excavación en la nieve compactada, cuatro expedicionarios sufrieron congelaciones severas en los dedos.

Las malas previsiones meteorológicas y la situación de los afectados obligaron a activar el plan de rescate. Un helicóptero pudo acceder a la zona del campamento en la única ventana de buen tiempo prevista. Para esta operación se contó con el apoyo logístico de un buen sistema de comunicaciones que permitió recibir los datos meteorológicos enviados desde la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca.

una experiencia viva e intensa que me ha marcado para toda la vida

Pasados unos días de reposo el equipo continuó con el plan previsto.

En palabras de Alberto Ayora, uno de los alpinistas más experimentados en esta expedición fue “una experiencia viva e intensa que me ha marcado para toda la vida”