Erwin Wurm

Metrópolis - Erwin Wurm

Metrópolis dedica un programa monográfico a Erwin Wurm, artista austriaco de renombre internacional cuyos trabajos más recientes se pueden ver hasta el 11 de noviembre en la exposición Am I a House? en el CAC de Málaga.

Erwin Wurm (1954, Bruck an der Mur/Austria; vive y trabaja en Viena) se licenció en Historia del Arte antes de emprender la carrera de Bellas Artes donde, después de haber sido rechazado en la clase de pintura, se especializó en escultura, disciplina cuyo concepto tradicional lleva cuestionando y subvirtiendo desde entonces.

En sus trabajos parte de realidades y problemáticas sociales concretas y refleja la condición humana con sus pequeñas y grandes tragedias, las cuales distorsiona con un sutil sentido del humor que oscila entre la ironía y el sarcasmo. De este modo consigue transmitir una levedad y un optimismo contagiosos y conectar con un público mucho más amplio que el especializado en arte contemporáneo. Desde que se realizaron y publicaron sus primeras One Minute Sculptures/Esculturas de un minuto en 1997, su obra ha alcanzado una popularidad masiva; ha sido copiada por otros artistas y aficionados por igual y ha inspirado a diseñadores y publicistas, entre otros a Mark Romanek en la realización del clip musical Can’t Stop (2003) de Red Hot Chili Peppers.

Después de una primera fase figurativa, contestatoria al canon imperante de la época que proclamaba la caducidad del objeto, a finales de los años 80 Erwin Wurm decidió volver a empezar otra vez desde cero. Y lo hizo literalmente con una serie de Trabajos con polvo (1990) en los que éste marcaba las huellas de objetos desaparecidos retando al espectador a recrearlos en su imaginación e introduciendo ya, en cierto modo, el factor tiempo y la participación del público en su obra. Paralelamente inicia una serie de esculturas efímeras realizadas con prendas de vestir (a partir de 1988): objetos cotidianos que gracias a un diseño e instrucciones proporcionadas por el artista se convierten en obra de arte mientras dure la exposición y que después pueden ser devueltas a su uso habitual. Este desafío a la idea de la forma como algo definitivo y estable se hace todavía más evidente en el video 59 posiciones (1992) donde la existencia de la escultura se reduce a 20 segundos. En esta obra, realizada con amigos que se ponían ropa desvirtuando su función original, se acentúa la componente performativa y entra en escena el cuerpo humano, elemento constante en los trabajos posteriores de Wurm.

Prosiguiendo con su investigación del proceso escultural y de la inestabilidad de la forma, Wurm empieza a parodiar ciertos fenómenos de la sociedad de consumo con trabajos como 18 Jerseys (1992), Fabio vistiéndose (1992) o Yo, Yo gordo (1993), tema que retomará más adelante con sus Coches gordos (a partir de 2001) y Casas gordas (a partir de 2003), sarcásticas representaciones del exceso y de la pérdida de proporciones.

Las primeras de las famosas Esculturas de un minuto fueron realizadas en 1997 en el Kunstverein de Bremen, primero ensayadas por el propio artista en su estudio y después puestas en escena por el personal del museo.

Es imposible precisar el número de personas que desde entonces se han mostrado dispuestos a seguir las instrucciones del artista, adoptando las posturas más inverosímiles, grotescas y a veces ridículas, para convertirse, para un minuto, en escultura; pero está claro que las One Minute Sculptures constituyen un fenómeno en el mundo del arte contemporáneo.Protagonizadas por personas de las más diversas procedencias y profesiones, la motivación de éstas inspira toda clase de interpretaciones psicológicas y reflexiones sobre la sociedad actual. Si respondiera no sólo a cierto tipo de exhibicionismo mediático sino también a la voluntad de dejar de tomarse a uno mismo demasiado en serio, Erwin Wurm ha conseguido uno de sus objetivos primordiales, que consiste en promover la autoironía y el absurdo así como la ruptura de rutinas y convenciones para hacer más llevadero nuestro paso por este mundo; estrategia ejemplificada en series como Tírate a la basura (2004), Instrucciones de cómo ser políticamente incorrecto (2002/2003), Café de Flore, Paris (2004) o Por la mañana, camino del despacho (2001). En otras series como Curador/Emperador (2001/2002), El artista pidiendo clemencia (2002), El artista descansando y esperando a que llegue el dinero (2002), Se amable con tu curador (2005/2006) o No te fíes de tu curador (2006), el artista demuestra que no sólo propone recetas sino que se las aplica a sí mismo y al sistema del arte que le rodea.

Como muchos otros objetos cotidianos, los muebles han sido utilizados por Erwin Wurm para ser desvirtuados en su uso y relación con el cuerpo humano en obras como Mesa conspiratoria (2003), El Idiota (2003), Mantén la cabeza fría (2003), Confestionario (2003) o Habitaciones de Hotel (2001/2002). En la presente exposición en el CAC se pueden ver algunos ejemplos de su reciente serie de Muebles para bebedores (2010/2011): armarios convertidos en una combinación de sillón y mueble bar, que, en contra de la norma social actual, invitan al visitante a sentarse y tomarse un trago en recuerdo de los muchos artistas que han sido bebedores, y en especial de los recientemente desaparecidos Martin Kippenberger y Franz West.  

La arquitectura, ya presente en la obra de Erwin Wurm en algunas de sus Esculturas al aire libre (1998/1999) o en las Casas gordas, a lo largo de los últimos años se ha ido convirtiendo en uno de sus temas centrales. Trabajos como Mies van der Rohe, derritiéndose (2005) o las recientes “arquitecturas maltratadas”, producto de una destrucción ritualizada de reproducciones de ciertas arquitecturas anónimas de la mano del artista que están expuestas en el CAC junto a su making Beat and Treat (2012), rompen, una vez más, con las nociones preestablecidas sobre la estabilidad de las formas. 

La exposición incluye además la –ya famosa- Casa estrecha (2010), una reproducción a escala real de la casa de los padres del artista construida en los años 60, aquí reducida a una sexta parte de su ancho original y con ella su mobiliario; y el video ¿Soy una casa? (2005) que da título a la exposición y en el que una Casa gorda pronuncia reflexiones filosófico-surrealistas sobre la gordura, la relación entre arte y arquitectura, la sociedad del exceso y el arte contemporáneo en general.

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• Las imágenes de las obras son cortesía de Studio Wurm, Viena; Galerie Thaddaeus Rupac, Salzburgo/Paris; Xavier Hufkens Gallery, Bruselas; Lehmann Maupin Gallery, Nueva York y CAC, Málaga.
• Metrópolis agradece la colaboración del CAC Málaga en la realización de este programa.