Cuzco: hospitalidad de altura
Cuzco es de esos lugares imprescindibles en el álbum del turista, del viajero, de quien va buscando sitios sorprendentes. La ciudad, capital en su día del Imperio Inca, llegó a ser a partir de mediados del siglo XVI una de las más importantes del Virreinato del Perú. La Orden Hospitalaria llegó a Cuzco a principios de los ochenta. Los religiosos se pusieron manos a la obra, primero con un consultorio médico, y después con la apertura del Hogar Clínica San Juan de Dios, especializado en la atención y rehabilitación de pacientes con patologías neurológicas y traumatológicas. Con el tiempo, este centro, como todos los de la Orden, se ha ganado el cariño y el respeto de la gente de Cuzco.
Con ayuda española
Como en muchos otros lugares de Perú, y como sucedía también en España, los Hermanos de San Juan de Dios han atendido en estos años sobre todo a niños. El empeño de los responsables del centro ha conseguido reunir un buen número de especialidades: traumatología, fisioterapia, neurología, psicología, terapia del lenguaje, pediatría y medicina general, entre otras. Desde España también llegan ayudas a este centro de Cuzco. Entre otros, de la ong Juan Ciudad, que es una institución propia de los Hermanos de San Juan de Dios en España. Juan Ciudad interviene en los centros de la Orden en países empobrecidos a través de proyectos de emergencia, rehabilitación y desarrollo; canalizando recursos humanos técnicos y económicos, y productos en especie, obtenidos mediante subvención de organismos públicos y entidades privadas. “Si conocieras la misericordia de Dios no dejarías de hacer el bien”. Esta cita de San Juan de Dios recibe, y despide, al visitante del centro. Quinientos años después de ser pronunciada tiene más vigencia que nunca. La prueba es que muchos están empeñados en atender, cuidar, rehabilitar y curar a quienes llaman a su puerta.
