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El amargo adiós a Inés, récord de audiencia de Águila Roja

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Águila Roja - Muerte de Inés

Inés, la hermosa mujer del tabernero, como la conocían todos, reapareció anoche en Águila Roja tras 20 capítulos ausente. Su presencia fue clave para las oscuras intenciones del Cardenal, quien la utilizó. Inés, aterrorizada, huyó de sus garras nada más dar a luz.

Esa veloz huida, sin dar tiempo a reponerse y perdiendo abundante sangre, la dejó en un estado deplorable que acabó en muerte. Su querida amiga desde la infancia, Catalina, la descubrió. Cipri y ella lloraron amargamente su pérdida.

Ese momento fue el más visto por los espectadores de la serie aventuras, ya que congregó a 6,365 millones de personas (35% de la cuota de pantalla), mientras que una media de 5,962 millones de seguidores (30,1% de cuota) vieron el capítulo 38.

Inés, esclava del Cardenal

La joven dio a luz a un niño con el que el malvado Cardenal quería 'dar el cambiazo' al nuevo descendiente del Rey, en caso de nacer niña. Para conocer los antecedentes, nos tenemos que remontar a la segunda temporada. De repente, Inés dejó una nota a Cipri diciendo que le abandonaba, como nos recuerda la noticia sobre la reaparición de Inés.

El Cardenal la secuestró y un favor del pasado hizo que Inés no tuviera más remedio que estar a las órdenes de Mendoza y satisfacer las necesidades sexuales del Rey para obtener información.

Un pasado feliz con Cipri

Pero no toda la vida de la tabernera fue esclavitud. Su vida con Cipriano fue plena y estuvo llena de felicidad. En varios capítulos de la primera temporada Inés le contaba a Catalina lo enamorada que estaba del tabernero. A pesar de ser la mujer más deseada de la cantina, sus ojos y su corazón siempre estuvieron con Cipri.

Sin embargo vivimos un par de capítulos de tensión en el matrimonio cuando Inés deseaba con todas sus fuerzas ser madre. Incluso recurrió a una curandera para obtener un remedio para aumentar la fertilidad. Gracias a esa mujer, que posteriormente fue ajusticiada por brujería, Inés consiguió su objetivo: el matrimonió adoptó a la hija de la curandera, que se quedó huérfana.

El oscuro futuro que le auguraba el cardenal truncó la felicidad familiar y ya no volvimos a ver más la sonrisa y el buen talante de la tabernera. Descansa en paz, Inés.