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Se cumplen 45 años del incidente de Palomares

  • La localidad almeriense sigue contaminada desde entonces
  • El Gobierno negocia con EE.UU. la gestión de los residuos radiactivos

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Reclaman que se limpie Palomares

El 17 de enero de 1966, dos aviones del Ejército de EEUU (un bombardero cargado con cuatro bombas nucleares y un avión nodriza) colisionaron durante unas maniobras y se desintegraron. Dos de las bombas quedaron intactas, pero las otras, que cayeron cerca del pueblo almeriense de Palomares, explotaron de forma convencional y esparcieron plutonio de alta radiactividad.

Estados Unidos recuperó la bomba que cayó al mar y la que encontraron entierra y retiró la arena contaminada de 25.000 metros cuadrados de suelo, se calcula que el 15% del plutonio. Sin embargo, cuando se cumplen 45 años de este incidente, la zona sigue aún contaminada.

España, en una carta enviada a Washington el pasado 21 de diciembre, exige la limpieza de Palomares y el traslado del plutonio que aún queda en la localidad.

El baño de Fraga

No hubo una evacuación masiva de la zona, solo se desalojaron las casas que estaban en el lugar del impacto. Había que controlar la repercusión mediática. Y para demostrar que no existía peligro, el ministro de Turismo, Manuel Fraga Iribarne, y el embajador de EE.UU, Biddle Duke, se dieron una baño en la playa de Palomares. Días antes, el diplomático estadounidense lo hacía en la de Mojácar, a 15 kilómetros de la zona afectada.

La respuesta institucional, además del baño, fue la construcción del Parador Nacional de Mojácar, y la promesa de indemnizaciones a los afectados. Pero también se sometió a la población a controles de orina y de sangre, por lo que los vecinos empezaron a darse cuenta de que el accidente tenía más implicaciones de las que en un momento se contaban.

España negocia con EE UU la descontaminación desde 2004

El CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas), junto al Departamento de Energía estadounidenses (DOE), negocian desde 2004 la limpieza de Palomares, donde quedan cuatro zonas con restos radiactivos. Hay 50.000 metros cúbicos de suelo contaminado y el Ciemat cree que tamizando la tierra puede reducir el volúmen a 6.000. Pero España no tiene capacidad para almacenar ese material y pide a EE.UU que se haga cargo del plutonio.

Las exigencias de España son que EEUU pague la mitad de los 31 millones que cuesta la descontaminación de la zona, que aporte asistencia técnica y que saque el plutonio. Esto último dio un giro a la negociación, posiblemente porque el Pentágono teme sentar un precedente.

No hay una investigación en profundidad de las consecuencias de ese accidente. Es público que el CIEMAT, dos veces al año, somete a la población a análisis, de forma voluntaria. El organismo asegura que no se ha detectado ninguna incidencia anormal de cáncer.

Desde 1966 se han realizado 4.717 análisis, con 153 positivos, lo que supone el 3,24%. El Gobierno insiste en que no hay riesgos para la salud, especialmente desde que la zona ha sido vallada.