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El papa Francisco pide al clero de EE.UU. un cambio de mentalidad contra "la cultura del abuso"

  • Francisco reconoce que "la voluntad de encubrimiento" ha "perpetuado" los abusos cometidos por sacerdotes
  • Así lo ha indicado en una larga e inédita carta publicada por el Vaticano

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El papa Francisco saluda a los fieles durante la audiencia general ofrecida en el Vaticano
El papa Francisco saluda a los fieles durante la audiencia general ofrecida en el Vaticano

El escándalo de los abusos sexuales cometidos por el clero católico estadounidense no solo ha destrozado la credibilidad de esta institución ante el país. También ha agotado la paciencia del papa Francisco, quien, en una larga e inédita carta, ha instado a los sacerdotes de Estados Unidos a adoptar una nueva mentalidad para atajar esta crisis.

El papa reconoce en su misiva, publicada este jueves por la Santa Sede. que "la credibilidad de la Iglesia se ha visto fuertemente cuestionada y debilitada por estos pecados y crímenes", los abusos de poder, conciencia y sexuales, pero sobre todo por la voluntad de querer disimularlos y esconderlos".

"La actitud de encubrimiento, como sabemos, lejos de ayudar a resolver los conflictos, permitió que los mismos se perpetuasen e hirieran más profundamente el entramado de relaciones que hoy estamos llamados a curar y recomponer", sostiene en el texto.

La Santa Sede ha calificado de "criminales" los abusos de sacerdotes a menores descritos en un informe de la Corte Suprema del estado de Pensilvania (EE.UU.) y ha considerado que "debería haber asunción de responsabilidad" por parte de los que los cometieron y de quienes los "permitieron".

Una mente nueva contra "la cultura del abuso"

Según Francisco, para esta labor, para "la lucha contra la cultura del abuso, la herida en la credibilidad, el desconcierto, la confusión y el desprestigio en la misión, reclaman y nos reclaman una renovada, decidida actitud para resolver el conflicto".

Esto implica, añade, "la capacidad -o no- que poseamos como comunidad de construir vínculos y espacios sanos y maduros, que sepan respetar la integridad e intimidad de cada persona".

También requiere de "la capacidad de convocar para despertar y dar confianza en la construcción de un proyecto común, amplio, humilde, seguro, sobrio y transparente", señala.

Asimismo, agrega, necesita "no solo una nueva organización, sino la conversión de nuestra mente (metánoia), de nuestra manera de rezar, de gestionar el poder y el dinero, de vivir la autoridad y de cómo nos relacionamos entre nosotros y con el mundo".

Francisco reconoce una "cultura del abuso" y pide eliminarla

Evitar las murmuraciones y buscar soluciones profundas

El papa subraya que el problema de la credibilidad "no se resuelve por decretos voluntaristas o estableciendo simplemente nuevas comisiones o mejorando los organigramas de trabajo", lo que ve más propio de "jefes de departamentos de recursos humanos".

Advierte de que esa visión, aunque en algunos casos es necesaria, es "insuficiente" y "termina reduciendo la misión del pastor y de la Iglesia a una mera tarea administrativa/organizativa en la 'empresa de la evangelización'".

El pontífice argentino llama a la unidad en esta misión, así como a "romper el círculo vicioso del reproche, la deslegitimación y el desprestigio" y a "evitar la murmuración y la calumnia". Todo para encontrar "caminos evangélicos que susciten y promuevan la reconciliación y la credibilidad que nuestro pueblo y la misión nos reclama", insiste.

El pontífice envió esta misiva, fechada el 1 de enero, con motivo de los ejercicios espirituales que la Conferencia Episcopal de EE.UU. lleva a cabo hasta el 8 de enero y a los que Francisco pensaba acudir, aunque finalmente no ha podido por "problemas de logística".